Remedios Varo

PINTORA

Nació en Anglés (Gerona) en 1908 y murió en Ciudad de México en 1963.

Las principales características de su obra son:

•Siempre buscó combinar lo mítico con lo científico, lo sagrado con lo profano.

•Se basó en el movimiento surrealista y los estudios de metafísica.

•Integró influencias de la Física, las Matemáticas, la ingeniería, la Biología y el Psicoanálisis.

•Sus personajes tienen generalmente los ojos almendrados y rasgos andróginos.

•Le gustaba utilizar símbolos y elementos ocultos en sus obras.

•Involucra conceptos de magia, imaginación y mística.


Remedios llega a México en 1940 con su novio Benjamín Péret huyendo de la invasión de los nazis en Francia. La pareja estaba viviendo en París desde que abandonaron España a raíz de la Guerra Civil por haber apoyado al bando republicano.

En México contactan con la colonia de exiliados europeos y se forma un grupo de artistas e intelectuales que se integran con naturalidad en el ambiente cultural mexicano. Muchos de ellos habían formado parte del movimiento surrealista francés, y la cultura mexica nos atrapa e integra. Encuentran en el país un ambiente muy propicio, donde la magia forma parte de la realidad cotidiana. Remedios lo capta nada más llegar a la capital y siente inmediata fascinación por el color local, la música, los olores, por esos vendedores ambulantes de hierbas o velas que se instalan en cualquier esquina, por el encanto de los barrios y calles. Decide instalarse entre estas gentes. Transcurren unos años durante los cuales Remedios ha acumulado muy diversas vivencias, aunque nunca ha dejado de pintar.

La pintura de Remedios rechaza cualquier tipificación; es el gran espectáculo de la libertad, un abrir de puertas a todo tipo de seres, objetos y escenarios; la imaginación desbocada, sin límites, pero, al mismo tiempo, un control absoluto de la técnica.

Hay que encuadrarla dentro del estilo surrealista, pero es personal y diferente a todo lo visto hasta el momento. Obviamente la artista, desde siempre aficionada a la hechicería y las ciencias ocultas, ha encontrado en la cultura autóctona del país, igual que lo hiciera el surrealismo parisino, el terreno ideal, un hogar de analogías y correspondencias donde sentirse a gusto; lo suyo es mucho más que una fantasía surgida de esa estética de las civilizaciones extinguidas, de la magia, lo telúrico, los talismanes, etc.

Mª Elena Sanvicente y Mª Luisa Ayerbe

PEE - Historia del Arte