Arquitecta iraquí, una de las principales figuras de la arquitectura contemporánea mundial.

La obra de Zaha Hadid se inscribe en la corriente deconstruccionista de la arquitectura caracterizada por la ruptura con la geometría tradicional, el abandono de la verticalidad y la horizontalidad y por el uso de formas curvas con múltiples puntos de perspectiva.

Los edificios neofuturistas de Hadid muestran los rasgos que caracterizan al conjunto de sus obras, como el uso de volúmenes livianos, las formas puntiagudas y angulosas, los juegos de luz y la integración de los edificios con el paisaje.

Trayectoria

Nacida en Bagdad (Irak) en 1950 en una familia de clase alta árabe suní. Su padre Muhammad Hadid era un industrial acaudalado de Mosul que ocupó el puesto de Ministro de Finanzas en el gobierno del general Abd al-Karim Qasim (padre del Iraq moderno). Su madre también provenía de una familia adinerada de Mosul.

Zaha fue educada en Bagdad, en una escuela regentada por monjas católicas francesas, y continuó parte de su educación secundaria en Suiza y Gran Bretaña.

Regresó a Oriente Medio y se graduó en Matemáticas por la Universidad Americana de Beirut (Líbano).

En 1972 se trasladó a Londres para ingresar en la Escuela de la Asociación de Arquitectura, graduándose en 1977. Hadid enseñó en esta escuela hasta 1987.

En 1979 fundó su propio estudio de arquitectura en la capital británica, ciudad donde pasaría la mayor parte de su vida.

Recibió premios tan destacados como el Mies van der Rohe en 2003, el Premio Pritzker (el “Nobel de Arquitectura”) en 2004 —fue la primera mujer que lo consiguió— y el Praemium Imperiale en 2009.

Falleció en 2016 a la edad de 65 años a causa de un ataque cardíaco en un hospital de Miami, donde estaba siendo tratada por una bronquitis.

VIRGINIA LEZAÚN

ALUMNA DE HISTORIA DEL ARTE