Rosario de Velasco

PINTORA

Rosario de Velasco

Madrid, 1904 – Barcelona, 1991

Pintora figurativa española integrante de la Sociedad de Artistas Ibéricos y próxima a la Nueva Objetividad alemana.

ADÁN Y EVA

BODEGÓN CON PORRÓN

En su juventud formó parte de la Sociedad de Artistas Ibéricos, creada en 1924 con el fin de incorporar el arte español a las vanguardias, introduciendo el arte cubista, y de la que formaban parte escritores como Eugenio d’Ors, Ortega y Gasset, Gómez de la Serna… y artistas como Juan Adsuara, José Capuz, Fernández Balbuena, Ángel Ferrant, Gutiérrez Solana, Victorio Macho, Benjamín Palencia, Pichot, Piñole, los Zubiaurre… y otros nombres como Dalí y Picasso.

Formada con Fernando Álvarez de Sotomayor (Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores en 1929) en 1924 participó por primera vez en la Exposición Nacional de Bellas Artes con dos óleos titulados “Vieja segoviana” y “El chico del cacharro”. En la de 1932, obtuvo la segunda medalla de pintura con el óleo que marcó su carrera artística titulado “Adán y Eva”, y que se exhibe en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, obra representativa del retorno al clasicismo experimentado por las vanguardias europeas en el periodo de entreguerras que se caracteriza por un innovador tratamiento formal, que incluye los aspectos técnicos y el empleo del color. Ese año también concurrió con la misma obra a las exposiciones organizadas por la Sociedad de Artistas Ibéricos en Copenhague y Berlín.

En 1937, Luis de Galinsoga, años antes de ser director de La Vanguardia, se explayaba an alabar a la joven pintora con su producción “Lavanderas”: “masas pictóricas sueltas, pero armónicas y de composición resuelta magistralmente con dibujo somero, pero firme y con colores sencillos, pero expresionistas; un buen modelo, en fin, de arte moderno”.

Realizó las pinturas murales de la Capilla de la Residencia de Señoritas que en 1942 se rebautizó como Residencia de Señoritas Teresa de Cepeda. En el altar mayor, Rosario pinta una imagen de María resuelta con un primor y belleza auténticamente renacentista. Continuó su actividad a lo largo de su vida y con el tiempo se fue deshaciendo del clasicismo; hizo paisajes, bodegones, óleos de vibrante ejecución incorporando nuevas técnicas, de gran riqueza en las texturas, en el periodo más creativo e interesante de la pintora. Fue una gran artista, una mujer muy avanzada para su época, comprometida, de valores fuertes y ardiente fe, pintora de estilo muy personal, con elementos asimilados del cubismo y del expresionismo. Es considerada una de las principales artistas de la década de los treinta.

Ana Mª Cabano Miguel

PEE - Historia del Arte