Nahui Olín

Pertenecía a una familia de la burguesía de final del siglo XIX. Por comisión de su padre, quien diseñaba armas, toda la familia se fue a París cuando ella tenía cuatro años y allí vivió durante ocho más. En esta ciudad estudió en un internado donde también aprendería sobre diversas artes, como la danza clásica, la pintura, la literatura y el teatro.

Mª Carmen Mondragón regresó a la ciudad de México y a los pocos años conoció a Manuel Rodríguez, que era cadete en ese momento, y con quien contraería matrimonio en 1913. Juntos se van a vivir a París donde conviven con artistas como Diego Rivera, Georges Braque, Henri Matisse y Pablo Picasso.

En 1921 volvió a la ciudad de México y se sumergió en la vida artística de su país, donde resaltó por sus ideas avanzadas y actitud provocadora.

Su obra pictórica se inscribe en el Naïf, que se distingue por la espontaneidad y la ingenuidad. Además de hacer múltiples autorretratos con sus característicos ojos verdes, Mª Carmen Mondragón recreó imágenes típicas de México, con sus parques, sus mercados o las pulquerías. Otras de sus obras se caracterizan por su erotismo y su exploración de la sexualidad.

Durante los últimos años de su vida se sostenía siendo maestra de pintura en una escuela primaria y con una beca proporcionada por Bellas Artes.

Los restos mortales de Mª Carmen Mondragón descansan en el Panteón Español en la Ciudad de México.

Ana Mª Pérez Herraiz

PEE - Historia del Arte