«Santo, santo, santo
es el Señor Dios Todopoderoso,
el que era y que es y que ha de venir»
«Santo, santo, santo
es el Señor Dios Todopoderoso,
el que era y que es y que ha de venir»
«Digno eres, Señor y Dios nuestro,
de recibir la gloria, la honra y el poder,
porque tú creaste todas las cosas;
por tu voluntad existen
y fueron creadas»
«¡Deja de llorar que ya el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido! Él sí puede abrir el rollo y sus siete sellos»
«Digno eres de recibir el rollo escrito
y de romper sus sellos,
porque fuiste sacrificado,
y con tu sangre compraste para Dios
gente de toda tribu, lengua, pueblo y nación.
De ellos hiciste un reino;
los hiciste sacerdotes al servicio de nuestro Dios,
y reinarán[b] sobre la tierra»
«¡Digno es el Cordero, que ha sido sacrificado,
de recibir el poder,
la riqueza y la sabiduría,
la fortaleza y la honra,
la gloria y la alabanza!»
«¡Al que está sentado en el trono y al Cordero,
sean la alabanza y la honra, la gloria y el poder,
por los siglos de los siglos!»
«¡Amén!»
«¡La salvación viene de nuestro Dios
que está sentado en el trono
y del Cordero!»
«¡Amén!
La alabanza, la gloria,
la sabiduría, la acción de gracias,
la honra, el poder y la fortaleza
son de nuestro Dios por los siglos de los siglos.
¡Amén!»
«El reino del mundo ha pasado a ser de nuestro Señor y de su Cristo,
y él reinará por los siglos de los siglos».
«Señor Dios Todopoderoso,
que eres y que eras,
te damos gracias porque has asumido tu gran poder
y has comenzado a reinar.
Las naciones se han enfurecido;
pero ha llegado tu ira,
el momento de juzgar a los muertos
y de recompensar a tus siervos los profetas,
a los que creyeron en ti y a los que temen tu nombre,
sean grandes o pequeños,
y de exterminar a los que destruyen la tierra»
«Han llegado ya la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios;
ha llegado ya la autoridad de su Cristo.
Porque ha sido expulsado
el acusador de nuestros hermanos,
el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios
Ellos lo han vencido
por medio de la sangre del Cordero
y por el mensaje del cual dieron testimonio;
no valoraron tanto su vida
como para evitar la muerte
Por eso, ¡alégrense, cielos,
y ustedes que los habitan!
Pero ¡ay de la tierra y del mar!
El diablo, lleno de furor, ha descendido a ustedes,
porque sabe que le queda poco tiempo»
«Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor Dios Todopoderoso.
Justos y verdaderos son tus caminos,
Rey de las naciones.
¿Quién no te temerá, oh Señor?
¿Quién no glorificará tu nombre?
Solo tú eres santo.
Todas las naciones vendrán
y te adorarán,
porque han salido a la luz
las obras de tu justicia»
«Justo eres tú, el Santo,
que eres y que eras,
porque has juzgado correctamente.
Ellos derramaron la sangre de creyentes y de profetas,
y tú les has dado a beber sangre, como se lo merecen»
«Así es, Señor Dios Todopoderoso,
verdaderos y justos son tus juicios»
«¡Alaben ustedes a nuestro Dios,
todos sus siervos, grandes y pequeños,
quienes con reverente temor le sirven!»
«¡Aleluya!
Ya ha comenzado a reinar el Señor,
nuestro Dios Todopoderoso.
¡Alegrémonos y regocijémonos
y démosle gloria!
Ya ha llegado el día de las bodas del Cordero.
Su novia se ha preparado
y se le ha concedido vestirse
de tela de lino fino, limpio y resplandeciente»
«¡Dichosos los que han sido convidados a la cena de las bodas del Cordero!»
Luego vi el cielo abierto y apareció un caballo blanco. Su jinete se llama Fiel y Verdadero. Con justicia dicta sentencia y hace la guerra. Sus ojos resplandecen como llamas de fuego y muchas diademas ciñen su cabeza. Lleva escrito un nombre que nadie conoce sino solo él. Está vestido de un manto teñido en sangre y su nombre es «el Verbo de Dios». Lo siguen los ejércitos del cielo, montados en caballos blancos y vestidos de tela de lino fino, blanco y limpio. De su boca sale una espada afilada, con la que herirá a las naciones. «Las gobernará con cetro de hierro». Él mismo exprime uvas en el lagar para sacar el vino del furor del castigo que viene de Dios Todopoderoso. En su manto y sobre el muslo lleva escrito este nombre: rey de reyes y señor de señores.
«¡Yo hago nuevas todas las cosas!». Y añadió: «Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza»
«Ya todo está hecho. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tenga sed le daré a beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida. El que salga vencedor heredará todo esto y yo seré su Dios y él será mi hijo. Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican artes mágicas, los idólatras y todos los mentirosos recibirán como herencia el lago de fuego y azufre. Esta es la segunda muerte»
«¡Miren que vengo pronto! Dichoso el que cumple las palabras del mensaje profético de este libro»
«Dichosos los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida y para poder entrar por las puertas de la ciudad. Pero afuera se quedarán los perros, los que practican las artes mágicas, los que cometen inmoralidades sexuales, los asesinos, los idólatras y todos los que aman y practican la mentira»
«Yo, Jesús, he enviado a mi ángel para darles testimonio de estas cosas que conciernen a las iglesias. Yo soy la raíz y la descendencia de David, la brillante estrella de la mañana»
«¡Ven!»; y el que escuche diga: «¡Ven!». El que tenga sed, venga; y el que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida
El que da testimonio de estas cosas dice: «Sí, vengo pronto»
Amén. ¡Ven, Señor Jesús!