(Hacer click en el siguiente enlace para ver el video)
Recordando el funcionamiento de la caja torácica, todo va a trabajar en función de restablecer la presión negativa del espacio pleural (cuya presión es menor a la atmosférica) y así facilitar la expansibilidad del pulmón y con ello la entrada de aire con oxígeno para la hematosis y proceso de respiración que se da a cabo en la membrana alvéolo-capilar. Existen diversos sistemas de drenaje, pero el más utilizado es el sistema de "trampa de Agua", en donde lo que se busca es crear una especie de válvula unidireccional que facilite la salida de contenido liquido y/o gaseoso de la cavidad pleural hacia el exterior, sin posibilidad de regresar a la misma.
Sistema de Sello de Agua o con un Frasco de Bouleau
Este dispositivo fue popularizado por el Dr. Gotthard Boüleau en 1875 para el tratamiento de empiemas (colección de pus en la cavidad pleural), teniendo muy buenos resultados, ya que se cambiaba de la comunicación abierta del espacio intrapleural con el exterior a un sistema con un "Sello de Agua". Este sistema aún es utilizado en la actualidad en países subdesarrollados. Consiste en un frasco de vidrio que pueda cerrarse de manera hermética, el cual debe poder almacenar al menos 2.000 cc. de líquido en su interior. Para ello, se realizan dos agujeros en la tapa del frasco, y se introducen dos cilindros siliconados (ej, dos sondas de Nélaton); se vierten 1.000 cc. de Solución Fisiológica al 0,9% NaCL ó Agua estéril. Una de las sondas de Nélaton (la que va conectada al tubo de tórax) va sumergida en la solución (2 cm de profundidad) para garantizar la presión negativa, y la otra, más corta, va a permitir la salida de gases al exterior.
Sonda Nélaton
Frasco de Bouleau
La limitante de este dispositivo, es que tiene mayor efectividad con pacientes con neumotórax puros a diferencia de aquellos que tienen hemoneumotórax o cualquier otra patología pleural en la que exista salida de contenido liquido, pues esto ocasionará el incremento en la cantidad de liquido del frasco, modificando el nivel de contenido y la profundidad de inmersión de la sonda de Nélaton conectada al tubo de tórax, modificando la presión negativa y con ello perdiendo el buen sello de agua. En este caso, la única alternativa es vigilar el nivel de agua del frasco y modificarlo, vaciarlo o bien retirar un poco la sonda para mantener los 2 cm de profundidad.
Sistema de dos Frascos
En este caso existe una modificación, la cual consiste en la adición de un nuevo frasco previo al sello de agua (el cual será idéntico al anterior) pero el frasco previo podrá encontrarse vacío con dos sondas de Nélaton o cilindros siliconados (uno que va dirigido al tubo de tórax y otro que va dirigido o conectado hacia la trampa de agua).
La ventaja del sistema de dos frascos, es que servirá de manera efectiva en pacientes que presenten material contenido en la cavidad pleural como Pus, sangre, linfa, liquido, etc; ya que el primer frasco vacío (o recipiente de reservorio) almacenará el contenido extraído y no modificará el sello de agua, adicionalmente, facilitará la cuantificación del material extraído con fines de determinar la evolución o progresión del cuadro clínico del paciente.
Sistema de tres Frascos
El sistema de 3 frascos, tiene los dos elementos citados anteriormente (reservorio y trampa de agua), pero incluye un tercer frasco, el cual va a tener 3 cilindros siliconados o sondas de Nélaton; el primer cilindro va conectado al segundo frasco o trampa de agua; otro cilindro va conectado a la succión de pared o sistema de aspiración, y un tercer cilindro, el cual va sumergido entre 10 y 20 cm (10 a 20 cm H20) que son sumados a la presión negativa del segundo frasco. Este cilindro está en comunicación con el exterior. Este frasco es opcional, y brinda la oportunidad de modificar e incrementar la presión negativa de la trampa de agua. Se utiliza en los casos que la expansibilidad del pulmón se ha visto retardada, o bien, para extraer líquidos con una densidad mayor como suele suceder con el pus o sangre coagulada.
Sistema PLEUR-EVAC
Es un sistema comercializado de drenaje torácico que consiste de 3 compartimientos o 3 cámaras que cumple exactamente la misma función del Sistema de trampa de agua de 3 frascos, permitiendo tener una cuantificación más exacta de los liquidos o fluidos eliminados, asi como, el funcionamiento de las pleuras como elementos que mantienen la presión negativa de la caja torácica. Al igual que el sistema de 3 frascos antes descritos, éste equipo cuenta con tres compartimientos. Se conecta al tubo de tórax que emerge del paciente y cumple la función de evacuación de aire o líquidos procedentes del espacio pleural. En la imagen, se pueden apreciar en una representación gráfica, los distintos compartimientos de los cuales consta el dispositivo. El compartimiento amarillo comprende la cámara de reservorio, que permite cuantificar el gasto de liquido o material eliminado desde la cavidad pleural.
El compartimiento de color rojo representa la trampa de agua, la cual permitirá la salida de aire del espacio pleural e impedirá su regreso a la misma. En la trampa de agua, el nivel de agua es teñido con un colorante azul el cual permitirá la debida identificación del nivel del liquido, el cual debe encontrarse en relación a la linea interrumpida de color negro que se encuentra marcada en el sistema. Este liquido, en condiciones normales, debe oscilar con cada movimiento respiratorio; en un paciente sin neumotórax o sin compromiso de la presión negativa pleural, la oscilación no debe superar los +/-2cm de H20. Si la oscilación es mayor a 2 cm de H20, significa que existe persistencia del neumotórax o evento que mantiene las pleuras separadas, mientras que en ausencia de movimiento de dicho liquido, puede tratarse de colapso o taponamiento del drenaje. El burbujeo es otro parámetro importante a medir en este compartimiento, pues la presencia del mismo es indicativo de aire en la cavidad pleural y su persistencia prolongada en días, podría hablar en favor de la comunicación anómala de las vías respiratorias con el espacio pleural (ej. Fistula broncopleural o alvéolo-pleural). Por ultimo, el compartimiento de control de succión, el cual se encuentra señalado en azul; este ultimo, tiene como función permitir el control de la presión negativa con un control independiente con el que se puede incrementar hasta un máximo de 20 cm H2O la presión negativa total del sistema.
Su funcionamiento queda a criterio del operador del equipo y del tratamiento que requiera el paciente, pues es el equivalente al tercer frasco del sistema mencionado al inicio. Facilita la salida de material con una mayor densidad y se puede usar en pacientes con progreso lento de la expansibilidad pulmonar.
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En el siguiente vídeo, podremos evidenciar un sistema de PleurEvac conectado a Succión de Pared, funcionante.
Sistema de Drenaje Torácico Comercializado "PLEUR-EVAC"
Paciente con tubo de tórax izquierdo, colocado a través de toracotomía izquierda y conectado a sistema de PleurEvac con presión negativa aumentada por succión de Pared.
Válvula de Heimlich
Este último recurso es un drenaje temporal (de minutos y quizás horas) para estabilización del paciente con Neumotórax a tensión (ver post de Toracotomía mínima) y posterior colocación de drenaje definitivo a través de tubo de tórax conectado a trampa de agua artesanal o comercializada. La válvula de Heimlich, es un sistema portátil que funciona como válvula unidireccional que permite la salida inmediata de aire a presión desde la cavidad pleural. Consiste en un cilindro plástico con dos extremos tubulares (un extremo comunica con el exterior y el otro extremo conectado al tubo o cilindro que va dirigido hacia el tórax del paciente), separados por una membrana doble de goma que permite la salida de aire sin regreso.
El dispositivo se conecta a un tubo de diámetro estrecho que se inserta en el tórax a nivel del 2do espacio intercostal con linea media clavicular, cuyo lado va a depender del pulmón afectado. La referencia rápida para abordar el segundo espacio intercostal es la unión del manubrio esternal con el cuerpo del esternón (ángulo de Louis, señalado en rojo en la imagen) en el espacio intercostal debajo de dicha referencia anatómica.
Existe una opción de fabricación artesanal para la cual se requerirá de los materiales:
Par de guantes estériles de cualquier talla.
Catéter Venoso (Abbocath-T del número 16 ó 18).
Solución Fisiológica de Cloruro de Sodio 0,9% NaCl ó Agua Estéril.
Jeringa de 5 ó 10 cc.
Se procede a recortar uno de los dedos del guante y luego se introduce la aguja del catéter venoso por el orificio del dedo del guante, atravesando la punta del mismo con el bisel de la aguja. Luego se procede a humedecer el extremo proximal del dedo del guante o el orificio del mismo con solución fisiológica, esto con el fin de que en el momento de la colocación de la válvula de Heimlich artesanal, la salida del aire sea unidireccional y el líquido permita que se adose el látex entre sí para impedir el regreso de aire al espacio pleural.
En la siguiente imagen se aprecia la válvula artesanal:
A) Válvula antes de ser introducida.
B) Salida abrupta de aire desde el espacio pleural al exterior al introducirse la aguja.
C) Colapso de las membranas de látex por la presencia de liquido entre ellas, impidiendo el retorno del aire a la cavidad pleural.
Este sencillo dispositivo artesanal en manos hábiles y ante un paciente en el que se reconozca un neumotórax a tensión, puede salvar su vida.
Aclaro que las imágenes radiográficas son meramente ilustrativas, ya que en la emergencia no disponemos de ningún estudio y sólo debemos confiar de nuestra sospecha y apreciación según el cuadro clínico.
Colocación de vía venosa periférica.
Oxígeno a bajo flujo.
Drenaje pleural de urgencia: a) Con técnicas de asepsia desinfectar la zona. b) Colocarse guantes estériles y de otro par, cortar un dedo de guante y el borde del puño. c) Sin anestesia, se efectúa punción en 2º espacio intercostal con un Abbocath N° 16 ó 14 sobre el borde superior de la costilla (para evitar el paquete vasculo nervioso intercostal). Si se comprueba la salida de aire, retirar la jeringa y rápidamente colocar el dedo de guante en el pabellón del Abbocath-T, y atarlo fuerte y herméticamente con la goma del borde de guante. Por último se efectúa un muy pequeño corte u orificio en la punta del guante. Por el saldrá el aire, pero cuando quiera entrar, el dedo de guante se colapsará haciendo de válvula. d) Fijar bien el Abbocath con tela adhesiva.
Analgesia. Calmar el dolor.
Traslado de urgencia a centro de salud.
Colocación de una o dos vías venosas periféricas de grueso calibre.
Oxígeno a bajo flujo.
Drenaje pleural de urgencia:
a) Con técnicas de asepsia desinfectar la zona.
b) Se tomará una guía de suero y se le cortará el extremo del gotero, y a un baxter de solución fisiológica se le vaciará parcialmente su contenido, dejando sólo 50 a 100 cc..
c) Colocarse guantes estériles y hacer la punción en 6° o 7º espacio intercostal con un Abbocath N° 14 o el mas grueso que tengamos sobre el borde superior de la costilla (para evitar el paquete vasculo nervioso intercostal).
d) Si se comprueba la salida de sangre, retirar la jeringa y rápidamente conectar la guía de suero, y el extremo cortado se coloca sumergido dentro del baxter de suero a medio llenar y se fijará colgado en la camilla por debajo del nivel del paciente.
e) Se debe controlar que no se llene de sangre el baxter. De ser así se debe vaciar dejando siempre sumergido el extremo de la guía y controlar el débito del hemotórax.
Expandir y controlar la estabilidad hemodinámica.
Analgesia si hay dolor.
Traslado urgente a un centro de salud.
El Enfisema Subcutáneo (ESC) ocurre cuando el gas o el aire viajan debajo de la piel. Subcutáneo se refiere al tejido debajo de la piel y enfisema se refiere al aire atrapado. Dado que el aire generalmente proviene de la cavidad torácica, el enfisema subcutáneo generalmente ocurre en el pecho, el cuello y la cara, donde puede viajar desde la cavidad torácica a lo largo de la fascia. El enfisema subcutáneo tiene una sensación de crepitación característica al tacto, una sensación que se ha descrito como similar a tocar Rice Krispies; Esta sensación de aire debajo de la piel se conoce como "crepitación" subcutánea, una forma de crepitación. Se han descrito numerosas etiologías de enfisema subcutáneo.
El neumomediastino (presencia de aire en el mediastino) fue reconocido por primera vez como una entidad médica por Laennec, quien lo informó como consecuencia de un trauma en 1819. Más tarde, en 1939, en el Hospital Johns Hopkins, el Dr. Louis Hamman lo describió en una mujer posparto; de hecho, el enfisema subcutáneo a veces se conoce como síndrome de Hamman. El primer informe de enfisema subcutáneo resultante de aire en el mediastino se realizó en 1850 en un paciente que había tosido violentamente. En 1900, el primer caso registrado de enfisema subcutáneo espontáneo fue reportado en una corneta para los Royal Marines a quienes le habían extraído un diente: tocar el instrumento había forzado aire a través del orificio donde había estado el diente y hacia los tejidos de su cara. Más tarde, en 1939, en el Hospital Johns Hopkins, el Dr. Louis Hamman lo describió en una mujer posparto; de hecho, el enfisema subcutáneo a veces se conoce como síndrome de Hamman. Sin embargo, en algunos círculos médicos, en cambio, puede ser más comúnmente conocido como síndrome de Macklin después de L. Macklin, en 1939, y M.T. y C.C. Macklin, en 1944, quienes de manera acumulativa pasaron a describir la fisiopatología con más detalle. Desde entonces, se informó otro caso de enfisema subcutáneo espontáneo en un submarinista de la Marina de los Estados Unidos que había tenido un tratamiento de conducto en el pasado; el aumento de presión en el submarino forzó el aire a través de él y hacia su cara. En los últimos años se reportó un caso en el Hospital Universitario de Gales de un joven que había estado tosiendo violentamente provocando una ruptura en el esófago que resultó en ESC.
El aire puede viajar a los tejidos blandos del cuello desde el mediastino y el retroperitoneo (el espacio detrás de la cavidad abdominal ) porque estas áreas están conectadas por planos fasciales. Desde los pulmones perforados o las vías respiratorias, el aire asciende por las vainas perivasculares y entra en el mediastino, desde donde puede ingresar a los tejidos subcutáneos. Se cree que el enfisema subcutáneo espontáneo es el resultado de un aumento de la presión en el pulmón que hace que los alvéolos se rompan. En el enfisema subcutáneo espontáneo, el aire viaja desde los alvéolos rotos hacia el intersticio y a lo largo de los vasos sanguíneos del pulmón, hacia el mediastino y desde allí hacia los tejidos del cuello o la cabeza.
El enfisema subcutáneo puede resultar de:
Trauma. Las condiciones que causan enfisema subcutáneo pueden ser el resultado de un traumatismo tanto contundente como penetrante.
a) Trauma contundente: El enfisema subcutáneo se encuentra a menudo en víctimas de accidentes automovilísticos debido a la fuerza del choque. El traumatismo torácico, una de las principales causas de enfisema subcutáneo, puede hacer que entre aire en la piel de la pared torácica desde el cuello o los pulmones. Cuando se perforan las membranas pleurales, como ocurre en un traumatismo penetrante del tórax, el aire puede viajar desde el pulmón hasta los músculos y el tejido subcutáneo de la pared torácica. Cuando se rompen los alvéolos del pulmón, como ocurre en una laceración pulmonar, el aire puede viajar por debajo de la pleura visceral (la membrana que recubre el pulmón), hasta el hilio del pulmón, hasta la tráquea, el cuello y luego el pecho. La afección también puede ocurrir cuando una costilla fracturada perfora un pulmón; de hecho, el 27% de los pacientes que tienen fracturas costales también tienen enfisema subcutáneo. Las fracturas costales pueden desgarrar la pleura parietal, la membrana que recubre el interior de la pared torácica, lo que permite que el aire se escape hacia los tejidos subcutáneos.
b) Trauma penetrante: el enfisema subcutáneo es a menudo el resultado de un apuñalamiento o una herida de bala; particularmente en el pecho y el cuello, el aire puede quedar atrapado.
Una infección: El aire puede quedar atrapado debajo de la piel en infecciones necrotizantes como la gangrena, que se presenta como un signo tardío en la gangrena gaseosa, de la cual es el signo distintivo. El enfisema subcutáneo también se considera un sello distintivo de la gangrena de Fournier. Los síntomas del enfisema subcutáneo pueden aparecer cuando los organismos infecciosos producen gas por fermentación. Cuando el enfisema se produce debido a una infección, también se presentan signos de que la infección es sistémica, es decir, que se ha extendido más allá de la ubicación inicial.
La punción o perforación instrumental de partes de los sistemas respiratorio o gastrointestinal (endoscopias, etc.).
El enfisema subcutáneo puede ser causado por procedimientos médicos y condiciones médicas que hacen que la presión en los alvéolos del pulmón sea más alta que en los tejidos fuera de ellos. Sus causas más comunes son el neumotórax y un tubo torácico que se ha ocluido por un coágulo de sangre o material fibrinoso. También puede ocurrir de manera espontánea debido a la rotura de los alvéolos con una presentación dramática. Cuando la afección es causada por una cirugía, se denomina "enfisema quirúrgico". El enfisema subcutáneo puede ser una complicación de la insuflación de CO2 con cirugía laparoscópica. Un aumento repentino del CO2 al final de la espiración después del aumento inicial que ocurre con la insuflación (primeros 15 a 30 min) debe despertar la sospecha de enfisema subcutáneo. Es de destacar que no hay cambios en la oximetría de pulso o la presión de las vías respiratorias en el enfisema subcutáneo, a diferencia de la intubación endobronquial, capnotórax, neumotórax o embolia de CO2. El término enfisema subcutáneo espontáneo se utiliza cuando la causa no está clara.
Otras causas: El enfisema subcutáneo se encuentra con frecuencia en el neumotórax (aire fuera del pulmón en la cavidad torácica) y también puede resultar del aire en el mediastino, neumopericardio (aire en la cavidad pericárdica alrededor del corazón). Un neumotórax a tensión, en el que se acumula aire en la cavidad pleural y ejerce presión sobre los órganos dentro del tórax, aumenta la probabilidad de que entre aire en los tejidos subcutáneos a través de la pleura desgarrada por una costilla rota. Cuando el enfisema subcutáneo es el resultado de un neumotórax, el aire puede ingresar a los tejidos, incluidos los de la cara, el cuello, el pecho, las axilas o el abdomen. El neumomediastino puede resultar de una serie de eventos. Por ejemplo, la aspiración de un cuerpo extraño, en la que alguien inhala un objeto, puede causar neumomediastino (y provocar enfisema subcutáneo) al perforar las vías respiratorias o al aumentar la presión en los pulmones afectados lo suficiente como para hacerlos estallar. El enfisema subcutáneo de la pared torácica es comúnmente uno de los primeros signos en aparecer de que ha ocurrido un barotrauma, daño causado por una presión excesiva, y es una indicación de que el pulmón fue sometido a un barotrauma significativo. Por lo tanto, el fenómeno puede ocurrir en lesiones por buceo. Los traumatismos en partes del sistema respiratorio distintas de los pulmones, como la rotura de un tubo bronquial, también pueden causar enfisema subcutáneo. El aire puede viajar hacia arriba al cuello desde un neumomediastino que resulta de una ruptura bronquial, o hacia abajo desde una tráquea o laringe desgarrada hacia los tejidos blandos del pecho. También puede ocurrir con fracturas de los huesos faciales, neoplasias, durante los ataques de asma, cuando se usa la maniobra de Heimlich y durante el parto. También se sabe que las lesiones con herramientas neumáticas, las que son impulsadas por aire, causan enfisema subcutáneo, incluso en las extremidades (brazos y piernas). También puede ocurrir como resultado de la ruptura del esófago; cuando lo hace, suele ser un signo tardío.
El enfisema subcutáneo es un resultado común de ciertos tipos de cirugía; por ejemplo, no es inusual en la cirugía de tórax. También puede ocurrir por una cirugía alrededor del esófago y es particularmente probable en una cirugía prolongada. Otras causas potenciales son la ventilación con presión positiva por cualquier motivo y por cualquier técnica, en la que su aparición es frecuentemente inesperada. También puede ocurrir como resultado de una cirugía oral, laparoscopia y cricotirotomía. En una neumonectomía , en la que se extrae un pulmón completo, el muñón bronquial restante puede perder aire, una afección poco común pero muy grave que conduce a un enfisema subcutáneo progresivo. El aire puede filtrarse fuera del espacio pleural a través de una incisión hecha para una toracotomía y causar enfisema subcutáneo. En raras ocasiones, la afección puede resultar de una cirugía dental, generalmente debido al uso de herramientas de alta velocidad impulsadas por aire. Estos casos dan como resultado una hinchazón generalmente indolora de la cara y el cuello, con un inicio inmediato, la crepitación (crujido) típica del enfisema subcutáneo y, a menudo, con aire subcutáneo visible en la radiografía. Una de las principales causas del enfisema subcutáneo, junto con el neumotórax, es un tubo torácico que no funciona correctamente. Por tanto, el enfisema subcutáneo suele ser una señal de que algo anda mal con un tubo torácico; puede estar obstruido, sujetado con abrazaderas o fuera de lugar. Es posible que sea necesario reemplazar el tubo o, cuando hay una fuga grande de aire, se puede agregar un tubo nuevo. Dado que la ventilación mecánica puede empeorar un neumotórax, puede forzar el ingreso de aire a los tejidos; cuando el enfisema subcutáneo ocurre en un paciente ventilado, es una indicación de que la ventilación puede haber causado un neumotórax. No es raro que el enfisema subcutáneo sea el resultado de la ventilación con presión positiva. Otra posible causa es una tráquea rota. La tráquea puede lesionarse por traqueotomía o intubación traqueal; en casos de lesión traqueal, pueden entrar grandes cantidades de aire en el espacio subcutáneo. Un tubo endotraqueal puede perforar la tráquea o los bronquios y causar enfisema subcutáneo.
Los signos y síntomas del enfisema subcutáneo espontáneo varían según la causa, pero a menudo se asocia con hinchazón del cuello y dolor en el pecho, y también puede incluir dolor de garganta, dolor de cuello, dificultad para tragar, sibilancias y dificultad para respirar. Las radiografías de tórax pueden mostrar aire en el mediastino, la mitad de la cavidad torácica. Un caso importante de enfisema subcutáneo es fácil de detectar tocando la piel suprayacente; se siente como papel de seda o Rice Krispies. Tocar las burbujas hace que se muevan y, a veces, hagan un crujido. Las burbujas de aire, que son indoloras y se sienten como pequeños nódulos al tacto, pueden estallar cuando se palpa la piel encima de ellas. Los tejidos que rodean el ESC suelen estar inflamados. El aire puede viajar a muchas partes del cuerpo, incluido el abdomen y las extremidades, porque no hay separaciones en el tejido graso de la piel que impidan que el aire se mueva.
Cuando se filtran grandes cantidades de aire en los tejidos, la cara puede hincharse considerablemente. En los casos de enfisema subcutáneo alrededor del cuello, puede haber una sensación de plenitud en el cuello y el sonido de la voz puede cambiar. Si el ESC es particularmente extremo alrededor del cuello y el pecho, la hinchazón puede interferir con la respiración.
Paciente con Enfisema SC y luego de resuelto.
Los casos importantes de enfisema subcutáneo son fáciles de diagnosticar debido a los signos característicos de la afección. En algunos casos, los signos son sutiles, lo que dificulta el diagnóstico. Las imágenes médicas se utilizan para diagnosticar la afección o confirmar un diagnóstico realizado mediante signos clínicos. En una radiografía de tórax , el enfisema subcutáneo puede verse como estrías radiolúcidas en el patrón esperado del grupo de músculos pectoral mayor. El aire en los tejidos subcutáneos puede interferir con la radiografía del tórax, ocultando potencialmente enfermedades graves como el neumotórax. También puede reducir la eficacia de la ecografía de tórax . Por otra parte, dado que el enfisema subcutáneo puede manifestarse en las radiografías de tórax antes que un neumotórax, su presencia puede utilizarse para inferir la de esta última lesión. El enfisema subcutáneo también se puede ver en las tomografías computarizadas, y las bolsas de aire aparecen como áreas oscuras. La tomografía computarizada es tan sensible que comúnmente permite encontrar el lugar exacto desde el cual el aire ingresa a los tejidos blandos.
Una tomografía computarizada abdominal de un paciente con enfisema subcutáneo (flechas)
Las burbujas de aire en el tejido subcutáneo (flecha) se sienten como nódulos móviles que se mueven fácilmente
Una radiografía de tórax de una contusión pulmonar del lado derecho asociada con tórax inestable y enfisema subcutáneo
El aire subcutáneo (flechas) puede verse como áreas negras en esta TAC de pélvis
El enfisema subcutáneo suele ser benigno y no suele ser peligroso en sí mismo, sin embargo, puede ser un síntoma de condiciones subyacentes muy peligrosas, como el neumotórax. La mayoría de las veces, ESC en sí mismo no necesita tratamiento (aunque las condiciones de las que resulta sí pueden). Aunque las afecciones subyacentes requieren tratamiento, el enfisema subcutáneo generalmente no lo requiere; el cuerpo reabsorbe pequeñas cantidades de aire. Sin embargo, si la cantidad de aire es grande, puede ser incómodo e interferir con la respiración. Ocasionalmente progresa a un estado de "enfisema subcutáneo masivo" que requiere drenaje quirúrgico. Cuando la cantidad de aire expulsado de las vías respiratorias o del pulmón se vuelve masiva, generalmente debido a la ventilación con presión positiva, los párpados se hinchan tanto que el paciente no puede ver. Además, la presión del aire puede impedir el flujo sanguíneo a las areolas de la mama y la piel del escroto o los labios. Esto puede provocar necrosis de la piel en estas áreas. E incluso el enfisema cervical puede comprimir la traquea y dar "asfixia".
Estas últimas son "situaciones urgentes" que requieren una descompresión rápida y adecuada. Los casos graves pueden comprimir la tráquea y requieren tratamiento. Se trata eliminando el aire de los tejidos, por ejemplo, mediante el uso de agujas de gran calibre, "incisiones de descarga" en la piel o cateterismo subcutáneo.
En casos graves de enfisema subcutáneo, se pueden colocar catéteres en el tejido subcutáneo para liberar el aire. Se pueden hacer pequeños cortes ("incisiones de descarga") u "orificios de soplado" en la piel para liberar el gas.
Evolución de un Enfisema Subcutáneo drenado.
Cuando se produce enfisema subcutáneo debido a neumotórax, con frecuencia se utiliza un tubo de drenaje torácico para controlar este último; esto elimina la fuente de aire que ingresa al espacio subcutáneo. Si el volumen de aire subcutáneo está aumentando, es posible que el tubo torácico no esté eliminando el aire con la suficiente rapidez, por lo que se puede reemplazar por uno más grande. También se puede aplicar succión al tubo para eliminar el aire más rápido. La progresión de la afección se puede controlar marcando los límites con un lápiz especial para marcar en la piel. Dado que el tratamiento generalmente implica lidiar con la afección subyacente, los casos de enfisema subcutáneo espontáneo pueden requerir nada más que reposo en cama, medicamentos para controlar el dolor y quizás oxígeno suplementario. Respirar oxígeno puede ayudar al cuerpo a absorber el aire subcutáneo más rápidamente.