Eventos adversos en escuelas

Eventos adversos en instituciones escolares

Lo mismo la violencia ya sea en su casa o en la escuela, que una inundación, un contagio, una mala alimentación o la infraestructura escolar vienen a formar parte de un conglomerado de elementos que ponen en riesgo la vida de los alumnos, y no sólo son factores que obstaculizan el trabajo escolar, sino que son elementos que menguan sobremanera el desempeño de los alumnos a la hora de las evaluaciones.

Por un lado, las evaluaciones, sirven como parámetro de lo que significa la inversión educativa, responsabilidad social, que representa la movilidad social para muchas personas que tienen acceso a ella, en su mayor número de manera gratuita. Y además la mayoría de las escuelas públicas incorporan un comedor que se hace prioritario para la alimentación de los alumnos de bajo recurso.

Por otro lado, las evaluaciones permiten apreciar si se están formando personas autónomas, si el sistema educativo está respondiendo a la exigencia social, si los educandos están aptos para vivir y convivir en sociedad y tienen las habilidades, las actitudes y aptitudes para ser ciudadanos.

Medidas de seguridad.

La seguridad escolar abarca un conjunto de disciplinas, metodologías, técnicas y procedimientos destinados a evitar accidentes en cualquier ámbito de la vida escolar. Reforzar las condiciones de seguridad, establecer protocolos de actuación ante diversas emergencias y prevenir riesgos dentro de los establecimientos educacionales son condiciones fundamentales para resguardad la integridad de todos los miembros de la comunidad educativa y promover una cultura de prevención.

¿Cuál es el objetivo de la seguridad escolar y parvularia?

Descripción: El Ministerio de Educación publicó y distribuyó en el año 2013 a todos los establecimientos educacionales subvencionados del país, la Política de Seguridad Escolar y Parvularia cuyo objetivo es “desarrollar en nuestro país una cultura de autocuidado y prevención de riesgos”. Existen programas creados con la intención de prevenir riesgos en las escuelas, sin embargo, la asignatura de formación cívica y ética debería enfocarse en asuntos de cultura para la paz y la convivencia, incluso la cultura de la legalidad, así también la asignatura de ciencias naturales debería hacer análisis minucioso de la salud en el ser humano.

Estamos ante el cuestionamiento acerca del por qué y hasta qué punto es factible y necesario pasar de las discusiones científicas al debate social, respecto a la apropiación y socialización de conocimientos, no secretos, de asuntos públicos; desastre, vulnerabilidad, riesgo, prevención, mitigación, recuperación. El pensamiento tecnocrático excluye a la sociedad por ser un incómodo referente empírico; la ideología institucional la ve como depositaria de decisiones previamente diseñadas, o bien como un conglomerado que debe hacer caso de recomendaciones emitidas.

La sociedad entonces, necesita prevenir riesgos naturales que afectan de manera importante el desempeño escolar de los alumnos, porque hay diferentes riesgos a los que se enfrentan los alumnos al acudir a la escuela, la violencia ya sea en las aulas, fuera de ellas, por conflicto entre los estudiantes y de un profesor hacia su alumno, la infraestructura escolar, y el riesgo por algún contagio en su salud.

Además de éste tipo de problemas, están los relacionados con la infraestructura escolar, debido principalmente a que las escuelas cuentan con infraestructura que data de muchos años, por lo que ya han rebasado su vida útil. Agreguemos la falta de mantenimiento apropiado de sus instalaciones, sin contar con deficientes sistemas de prevención de desastres y alarmas sísmicas.

ANEXO: LAS ESCUELAS EN TIEMPO DE PANDEMIA.

En la actualidad estamos viviendo una pandemia ocasionada por el coronavirus Sars Cov2 que produce la enfermedad COVID-19, y que afectó al mundio entero. Ésto ocasionó que se suspendan las clases y se pase a una educación virtual por períodos. En momentos en que la situación lo permite se retoman las clases presenciales, pero guardando las medidas de seguridad y protección (manteniendo una distancia prudencial de dos metros entre el alumnado, lavado de manos, uso de alcohol, utilización de barbijos, etc. La cantidad de alumnos desciende a menos de la mitad a dias alternos y se combina con dias de clases virtuales. Al grupo presencial de cada aula se lo considera "burbujas", y en el caso de comprobarse el contagio de uno de sus integrantes (incluyendo la maestra), se "rompe la burbuja" y se los aisla.

El contexto ambiental, social y económico en el cual está inmersa la escuela va a determinar qué tipo de protocolos escolares de emergencia se va a desarrollar. Existen algunas condicionantes propias de la escuela que definirán el contenido y desarrollo de estos protocolos, tales como:

  • Escuela urbana o rural;

  • Escolaridad: inicial, primaria, secundaria, especial/discapacitados;

  • Género: mujeres, hombres, mixta;

  • Maestros: unidocente o multidocente;

  • Horario: diurno o nocturno.

Algunos de los factores anteriores serán más relevantes que otros, dependiendo del tipo de protocolo escolar de emergencia que se esté elaborando. Por ejemplo, en una escuela donde se imparta educación especial para niños y niñas con discapacidades visuales y/o de movimiento, supondrá acciones específicas cuando se elabore un protocolo de evacuación.

En una escuela que contemple educación secundaría, se podrá prever una mayor participación e involucramiento de lo/as estudiantes adolescentes en labores específicas dependiendo del protocolo que se desarrolle.

El siguiente cuadro nos muestra una lista con los modelos de protocolos que se desarrollarán a manera de ejemplo y el objetivo que persigue cada uno de ellos.

Acciones previas indispensables para un adecuado desarrollo del protocolo escolar de emergencia. Para que el protocolo escolar de emergencia cumpla sus objetivos y se desarrolle de manera oportuna y efectiva, existen consideraciones básicas que se deben tener en cuenta ANTES de que la situación de emergencia y/o desastres se produzca:

  • Información: Las personas que tienen acciones específicas establecidas en el protocolo deben conocer en detalle las actividades a desarrollar. (por ejemplo: rutas y zonas seguras en caso de evacuación; ubicación de extintores en caso de incendio; capacidad máxima de personas a albergar en la escuela; lugar alternativo donde iniciarán las clases luego del desastre, etc.).

  • Coordinación: Las autoridades locales y/o educativas, según corresponda, deben conocer y estar vinculadas al protocolo (por ejemplo: qué hacer con la información producida por la comunidad escolar en la evaluación de daños y análisis de necesidades; informar y cómo habilitar la escuela como refugio temporal; reequipamiento y materiales para la escuela).

  • Capacitación: Dependiendo del tipo de protocolo escolar, será necesario que lo/as involucrados reciban capacitación específica que les permita cumplir sus roles al momento de la emergencia y/o desastre (por ejemplo: cursos de primeros auxilios; dinámicas y actividades de apoyo psico-social para reinicio de clases; aspectos básicos sobre el manejo de albergues).

  • Insumos y recursos: Para que ciertos protocolos se puedan hacer efectivos al momento de la emergencia, la comunidad escolar deberá contar con insumos y recursos básicos según corresponda. (por ejemplo: botiquín de primeros auxilios; extintores de incendios; formatos de formularios para la evaluación de daños y análisis de necesidades; señalización de zonas seguras y rutas de evacuación; sistemas de comunicación; servicios básicos mínimos para funcionar como refugio temporal, etc.).

  • Simulacros: La única forma efectiva y eficiente de valorar si es realista y realizable lo que el protocolo escolar de emergencia plantea en el papel, es organizar y llevar a cabo un simulacro. Los simulacros entregarán información valiosa a la comunidad educativa, sobre si las acciones incluidas en el protocolo escolar de emergencia son las suficientes y/o adecuadas, así como si se cuentan con los insumos, recursos, formación y coordinación necesarias para que un protocolo escolar de emergencia cumpla con sus objetivos. Los resultados del simulacro, deben ser usados para actualizar y adaptar el protocolo escolar.

Para que un protocolo escolar de emergencia sea de utilidad para su comunidad escolar debe elaborarse considerando las capacidades y recursos con que se cuente al momento de escribir el protocolo, antes que la emergencia o desastre afecte a la escuela.

¿Cómo concebir un protocolo escolar de emergencia?

El formato que se usará en este documento para desarrollar los ejemplos de protocolos escolares de emergencia se puede adaptar y modificar a las necesidades específicas de tu comunidad escolar. Lo más importante sobre el formato que utilices es que sea fácil de comprender por toda la comunidad escolar, en especial por aquello/as que tengan un rol que desempeñar cuando se produzca la situación que haga necesario implementar el protocolo. En este formato se detalla y explica el tipo de información que se debe incluir en cada uno de los campos, a fin de facilitar su llenado y comprensión de los ejemplos que se presentarán en la próxima sección de este documento.

La situación inversa

En circunstancias especiales las escuelas (al igual que las iglesias) pueden ser utilizadas como refugio temporal cuando se producen inundaciones, terremotos, etc. en lugares cercanos. Durante situaciones de inundación, la escuela alberga tanto a miembros de la comunidad escolar (padre/madres, alumno/as y maestro/as) como a familias provenientes de zonas rurales. La escuela es usada como refugio temporal/albergue por decisión de las autoridades municipales, defensa civil o las mismas familias afectadas que, de manera espontánea, se movilizan a la escuela. Se observa que cada vez que la escuela es usada como refugio temporal, los albergados permanecen en la escuela por períodos que fluctúan entre 1 a 3 semanas, produciéndose daños en las edificaciones, rotura de baños, pérdida de materiales escolares y deterioro del mobiliario.