La intoxicación o envenenamiento es el efecto perjudicial que se produce cuando una sustancia tóxica exógena se ingiere, inhala o entra en contacto con la piel, los ojos o las membranas mucosas, como las de la boca o la nariz. Puede ser provocada por alimentos contaminados o en mal estado, por un exceso en la toma de medicamentos, alcohol o por la ingesta de compuestos químicos. Vía inhalatoria: se produce al inhalar gases tóxicos, como el monóxido de carbono, sustancias volátiles como aerosoles, o también por el consumo de drogas inhaladas.
Entre las posibles sustancias tóxicas se incluyen medicamentos con y sin receta médica, drogas ilegales, gases, productos químicos, vitaminas, alimentos, insecticidas, setas (hongos), plantas y venenos de animales.
Algunos tóxicos no causan daño, mientras que otros pueden originar lesiones graves o la muerte.
El diagnóstico se basa en los síntomas, en la información obtenida de la persona intoxicada y los testigos, y a veces en los análisis de sangre y de orina.
Los fármacos, con prescripción médica o sin ella, y las drogas ilegales son una fuente común de intoxicaciones graves y muertes relacionadas con las intoxicaciones. Entre otros productos tóxicos comunes cabe citar los gases (por ejemplo el monóxido de carbono), los productos domésticos de limpieza, los productos para la agricultura, ciertas plantas, los metales pesados (por ejemplo el hierro y el plomo), las vitaminas, los venenos de animales y los alimentos (especialmente ciertas especies de hongos y el pescado). Sin embargo, casi cualquier sustancia ingerida en grandes cantidades puede ser tóxica.
Las intoxicaciones son las causas más frecuente de accidentes no mortales en el hogar. Los niños, debido a su curiosidad y tendencia a explorar, son especialmente vulnerables a la intoxicación accidental en el hogar, al igual que las personas mayores, a menudo debido a una confusión con los fármacos que deben tomar. Debido a que los niños a menudo comparten píldoras y sustancias encontradas, los hermanos y compañeros de juego también pueden haber resultado envenenados. También las personas hospitalizadas resultan vulnerables a la intoxicación accidental (por errores con fármacos), así como los trabajadores industriales (por su exposición a productos químicos tóxicos).
La intoxicación puede también ser intencionada, en caso de asesinato o suicidio. La mayoría de los adultos que intentan suicidarse por intoxicación toman más de un fármaco en combinación con el consumo de alcohol. La intoxicación puede ser utilizada para reducir a una persona (por ejemplo, para perpetrar una violación o un robo). En raras ocasiones, los progenitores con un trastorno psiquiátrico envenenan a sus hijos para causarles una enfermedad y así obtener atención médica (un trastorno llamado trastorno facticio impuesto sobre otro).
Cuando se habla de una intoxicación, básicamente se refiere al evento que implica la entrada de una sustancia tóxica en el organismo humano en una cantidad suficiente como para provocar un determinado daño, lo cual también depende de la concentración de dicha sustancia.
Es muy distinto hablar de una intoxicación que de una reacción alérgica, ya que la alergia humana depende directamente de una reacción exagerada que tiene el organismo humano frente a un agente que no necesariamente es dañino para la salud.
Cuando se presenta una cuadro de intoxicación, la gravedad de este depende directamente de la cantidad de sustancia toxica ingerida, influenciado por las características de la persona, que la pueden hacer mas vulnerable o resistente, como edad, peso, etc. Generalmente los incidentes de intoxicaciones ocurren por accidente, lo cual requiere una rápida atención para salvar la vida de la victima, es decir hay que actuar antes de que se manifiesten los síntomas característicos.
De acuerdo al grado de intoxicación y sus efectos podemos distinguir:
Intoxicación Aguda, la cual se produce por la exposición o consumo de grandes dosis de sustancias toxicas, causando efectos inmediatos durante las primeras 24 horas luego de la exposición, sin embargo no suelen dejar secuelas cuando estos son eliminados del organismo. El ejemplo mas representativo es cuando se ingiere alimentos en mal estado.
Intoxicación Crónica, la cual se produce cuando la victima ha estado expuesta a dosis bajas de sustancias toxicas, pero con cierta periodicidad, convirtiéndose por tanto en una intoxicación gradual, que provoca un efecto más tardío, dejando secuelas que podrían ser permanentes. Un ejemplo característicos de este tipo de intoxicación es cuando los trabajadores del sector industrial se exponen a pinturas, plomo o goma mediante la manipulación continua de estos compuestos durante sus jornadas de trabajo.
Existen muchos síntomas que nos indican que una persona está intoxicada, lo cual depende directamente del tipo de sustancia toxica y la vía que uso para ingresar al organismo, y eso sumado a la sensibilidad que puede tener la víctima. Básicamente los síntomas de intoxicación mas comunes son dolor de cabeza intenso, pérdida de la conciencia, somnolencia, convulsiones y mareos. Asimismo también se presentan síntomas que afectan el sistema respiratorio como falta de aliento, tos intensa, sensación de ahogo, dolor al inhalar aire.
Otros síntomas se manifiestan en el sistema digestivo, que involucra vómitos continuos, diarrea aguda, náuseas, aliento con olores extraños, quemaduras en partes de la boca. También se presentan síntomas en la piel, que involucra erupciones en la misma, quemaduras, hormigueo en manos y pies.
Ademas dependiendo de la gravedad del envenenamiento se puede producir también visión borrosa, fiebre intensa, labios azulados, palpitaciones, falta de control en los esfínteres, dolores intensos en otras partes del cuerpo. También se sabe que existen ciertos agentes tóxicos que no llegan a eliminarse totalmente del cuerpo, alterando el organismo de modo tal que llega a ocasionar daños irreversibles. Es así que algunas sustancias toxicas se les atribuye efectos carcinógenos, ya que altera las células, provocando que estas se reproduzcan descontroladamente, lo cual puede generar tumores malignos, que podría significar ciertos tipos de cáncer.
También algunos tóxicos pueden generar efectos genotóxicos, provocando un drástico cambio en la estructura genética de la persona, es decir llegan a alterar la estructura de su ADN, lo cual ocasiona graves daños, pudiendo provocar incluso la muerte. Asimismo también se debe considerar los efectos teratogénicos, que implica que el daño puede atravesar la placenta de una mujer embarazada, afectando al feto con malformaciones o abortos inesperados.
Los síntomas causados por la intoxicación dependen del tóxico, la cantidad ingerida, la edad y el estado previo de salud de la persona que lo ha tomado. Algunos tóxicos no son muy potentes y causan problemas solo por una exposición prolongada o por una ingestión repetida de grandes cantidades. Otros tóxicos son tan potentes que una única gota sobre la piel puede causar síntomas graves.
Algunos tóxicos provocan síntomas en cuestión de pocos segundos, mientras que otros lo hacen solo tras varias horas, días o incluso años. Algunos tóxicos provocan pocos síntomas evidentes antes de haber producido lesiones en órganos vitales, como los riñones o el hígado, a veces de forma permanente.
Las toxinas ingeridas y absorbidas generalmente provocan síntomas en todo el organismo, a menudo porque privan a las células de oxígeno o activan o bloquean las enzimas y los receptores. Los síntomas pueden consistir en cambios en la conciencia, la temperatura corporal, la frecuencia cardíaca y la respiración y muchos otros, dependiendo de los órganos afectados.
Las sustancias cáusticas o irritantes lesionan las membranas mucosas de la boca, la garganta, el tracto gastrointestinal y los pulmones, causando dolor, tos, vómitos y dificultad para respirar.
El contacto cutáneo con toxinas puede causar diversos síntomas, por ejemplo, erupciones cutáneas, dolor y ampollas. Las exposiciones prolongadas pueden provocar dermatitis.
El contacto ocular con toxinas puede lesionar el ojo, causando dolor ocular, enrojecimiento y pérdida de visión.
Considerar el envenenamiento en pacientes con alteraciones de la conciencia o síntomas inexplicables
Antecedentes de todas las fuentes disponibles.
Identificación del tóxico, cantidad, y el tiempo que lleva de contacto con él.
A veces, análisis de orina y de sangre.
En muy pocos casos, radiografías abdominales
La identificación del tóxico es útil para poder iniciar el tratamiento. El etiquetado de los frascos y la obtención de información procedente de la persona, sus familiares o sus compañeros de trabajo son los mejores medios para que el médico o el centro de intoxicaciones puedan identificar el tóxico. Si no se dispone de las etiquetas, a menudo los fármacos se pueden identificar por las marcas y los colores sobre el comprimido o cápsula. Es probable que las pruebas de laboratorio no identifiquen el tóxico, y muchos fármacos y tóxicos no pueden ser fácilmente identificados y cuantificados en el hospital. Sin embargo, algunas veces los análisis de orina y sangre pueden ser útiles para tal identificación. En ocasiones, los análisis de sangre pueden revelar la gravedad de la intoxicación, pero solo en el caso de muy pocos tóxicos.
El médico examina a la persona afectada en búsqueda de signos que sugieran un cierto tipo de sustancia. Por ejemplo, puede buscar marcas de aguja o rastros que indiquen que la persona afectada se ha inyectado fármacos o sustancias ilícitas. También examina a la persona afectada para detectar síntomas característicos de ciertos tipos de envenenamiento o intoxicación. El médico busca rastros de fármacos o sustancias ilícitas en la piel de la persona afectada o bien la existencia de parches cutáneos para fármacos que se absorben a través de la piel y que pueden estar ocultos entre los pliegues de la piel, en el velo del paladar o debajo de la lengua.
En ciertas intoxicaciones, las radiografías abdominales muestran la presencia y localización de las sustancias ingeridas. Los tóxicos que suelen ser visibles en las radiografías son el hierro, el plomo, el arsénico y otros metales, así como los paquetes grandes de cocaína u otras drogas ilegales que se tragan los llamados correos de la droga o «muleros». Las pilas y los imanes también son visibles en las radiografías, al igual que colmillos, dientes, espinas cartilaginosas y otras partes de los animales que pueden desprenderse y permanecer incrustadas en el cuerpo después de un ataque animal o envenenamiento.
Los estuches para identificar drogas en la orina se pueden comprar actualmente sin receta médica. La precisión de estos estuches puede variar significativamente. Por lo tanto, los resultados no deben considerarse como prueba de que se ha tomado, o no, una determinada sustancia. Estas pruebas se hacen mejor en la consulta con un profesional. Si se hace sin un profesional, deben comentarse los resultados con un profesional con experiencia en pruebas de detección de drogas. El profesional puede ayudar a la persona a interpretar los resultados de las pruebas y extraer las conclusiones pertinentes.
Primeros Auxilios
Lo primero que se debe hacer ante una sospecha una intoxicación, es averiguar el agente toxico causante. Por tanto conviene de no saber exactamente la procedencia de la sustancia toxica, llevar una muestra en algún recipiente a fin de poder identificar la misma, para dar con su respectivo antídoto. También es importante determinar el estado de conciencia de la víctima, ya que de encontrarse inconsciente, se debe colocarla en posición lateral, para luego solicitar la asistencia medica inmediata, a quien deberás brindarle toda la información necesaria sobre el tipo de sustancia que causo la intoxicación.
Si la ingestión del toxico se hizo por vía oral, lo primero que se debe hacer es identificar el tipo de sustancia y la cantidad ingerida. Si se produce vómitos se debe colocar ala victima de costado para que no se ahogue y el vomito no entre en contacto con su piel, manteniendo a la victima vigilada hasta que llegue la asistencia medica.
Por otro lado si la intoxicación se produjo por inhalación de un tóxico, lo primero que se debe hacer es retirar a la persona afectada del foco de intoxicación, tratando de ventilar el ambiente donde la victima se encuentre, para lo cual previamente se debe asegurar de que este ambiente contaminado no signifique un peligro para nosotros, de lo contrario usar mascara de protección, para luego proceder a asistir a la victima.
También se debe comprobar el estado de la respiración de la victima, ya que si no estuviese respirando se debe aplicar inmediatamente las maniobras de Reanimación Cardiopulmonar RCP. Por otro lado si la intoxicación se dio por vía cutánea se debe quitar inmediatamente todo el toxico de la piel, para luego quitar la ropa de manera que permita lavar las zonas afectadas con abundante agua. Se debe evitar el uso de cualquier tipo de neutralizante o antídoto.
Asimismo si la intoxicación se produjo por picaduras y mordeduras, lo primero que se debe hacer es lavar con agua y jabón el área afectada, para luego enfriar el área afectada con bolsas con hielo, con el fin de retardar la absorción del veneno por el organismo. Se debe evitar hacer torniquetes, succiones o cualquier tipo de corte, siendo recomendable retirar cualquier resto de aguijones o espinas presentes en el área de la picadura o mordedura.
Finalmente si la intoxicación se produjo por vía intravenosa, lo cual generalmente es provocada por drogas, se debe solicitar la inmediata asistencia medica, ya que en este caso se requiere la aplicación inmediata de los respectivos antídotos. En este caso mientras llega la asistencia se debe vigilar que la victima no pierda la conciencia y siga respirando. Si la respiración se detuviera se aplicara inmediatamente el procedimiento de Reanimación cardiopulmonar RCP.
Algunas de las personas que han sufrido un envenenamiento deben ser hospitalizadas. La mayoría se recuperan totalmente con una atención médica rápida.
Los principios para el tratamiento de cualquier intoxicación son los mismos:
Mantener las funciones vitales como la respiración, la presión arterial, la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca
Evitar que prosiga la absorción
Incrementar la eliminación del tóxico
Administrar antídotos específicos (sustancias que eliminan, inactivan o contrarrestan los efectos del tóxico) si los hay
Evitar la reexposición
El objetivo habitual del tratamiento hospitalario es mantener a la persona con vida hasta que el tóxico haya desaparecido o el organismo lo haya inactivado. A largo plazo, el hígado inactiva la mayor parte de las sustancias tóxicas y se excretan en la orina.
Una intoxicación suele requerir un tratamiento, denominado tratamiento de sostén, para estabilizar el corazón, la presión arterial y la respiración hasta que desaparezca el tóxico o sea inactivo. Por ejemplo, una persona que esté muy soñolienta o comatosa.
Puede necesitar una sonda de respiración introducida en la tráquea. La sonda se fija a un respirador o ventilador mecánico que mantiene la respiración de la persona. La sonda evita que el vómito entre en los pulmones y el respirador asegura una respiración adecuada.
De igual modo, puede ser necesario un tratamiento para controlar las convulsiones, la fiebre o los vómitos. Si un veneno causa fiebre alta, la persona necesitará ser enfriada, por ejemplo, con una manta de enfriamiento o a veces mediante la aplicación de agua fría o hielo sobre la piel.
Si los riñones dejan de funcionar será necesaria una hemodiálisis. En general, los síntomas comienzan rápidamente después del contacto, pero con ciertos venenos, se pueden retrasar. Este retraso puede ocurrir porque sólo un metabolito es tóxico en lugar de la sustancia madre (p. ej., metanol, etilenglicol, hepatotoxinas). La ingestión de hepatotoxinas (paracetamol, hierro, hongo Amanita phalloides) puede causar insuficiencia hepática que aparece unos días después de la ingestión. Si la lesión hepática es extensa, puede requerirse un tratamiento para la insuficiencia hepática. Si el hígado o los riñones presentan una lesión permanente grave, puede ser necesario un trasplante de hígado o trasplante de riñón.
El lavado gástrico que antes se llevaba a cabo de forma rutinaria, ahora es habitualmente descartado, porque solo elimina una mínima cantidad de tóxico y puede causar complicaciones graves. El lavado de estómago rara vez mejora el pronóstico. Sin embargo, el vaciado gástrico se puede realizar en casos extremadamente raros si se trata de un veneno es muy peligroso (rara vez) o si la persona parece estar en muy mal estado. Está contraindicado si se ha ingerido una sustancia cáustica.
En esta intervención, se inserta un tubo a través de la boca o la nariz hasta el estómago. A través de este tubo se vierte agua en el estómago que luego se extrae (lavado gástrico). Este acción se repite varias veces. Si la persona está aletargada debido al tóxico, el médico coloca primero un tubo respiratorio de plástico en la tráquea a través de la boca (intubación endotraqueal). La intubación endotraqueal evita que el líquido procedente del lavado gástrico entre en los pulmones.
El carbón activado a veces se da en los servicios de urgencias del hospital para las personas que han tragado venenos. El carbón activado se une al tóxico que queda en el aparato digestivo y evita que la sangre lo absorba. Si la persona coopera, el carbón activado se suele administrar por vía oral. Cuando la persona no coopera o está obnubilada, no se recomienda la inserción de una sonda a través de la nariz o la boca con el propósito de administrar el carbón activado. A veces, los médicos administran carbón cada 4 o 6 horas para ayudar a limpiar el organismo de la sustancia tóxica. El carbón activado no neutraliza todos los tóxicos. Por ejemplo, el carbón activado no se une al alcohol, al hierro ni a la mayoría de los productos químicos del hogar.
Hemodiálisis: Si una intoxicación sigue siendo potencialmente mortal a pesar del uso de carbón y antídotos, puede ser necesario un tratamiento más exhaustivo que elimine el tóxico o veneno. En estos casos, el tratamiento más frecuente es la hemodiálisis. En la hemodiálisis, se utiliza un riñón artificial (dializador) para filtrar el tóxico o veneno directamente desde el torrente sanguíneo. Para estos métodos se insertan en los vasos sanguíneos unos tubos pequeños (catéteres), un tubo para el drenaje de la sangre de una arteria y otro para devolver la sangre a una vena. Antes de devolver la sangre al organismo se pasa a través de filtros especiales para eliminar la sustancia tóxica.
Lavado intestinal completo es un método de tratamiento diseñado para eliminar un veneno del tracto gastrointestinal. Solo se utiliza de vez en cuando, por ejemplo, para la intoxicación grave causada por venenos que se atascan en el tracto intestinal o necesitan moverse físicamente (como paquetes escondidos de drogas de contrabando) o venenos que se absorben lentamente (como algunos fármacos de liberación prolongada) o no absorbidos por el carbón activado (como el hierro y el plomo).
Diuresis Alcalina: En este procedimiento se administra una solución de bicarbonato sódico (compuesto químico de los gasificantes de repostería) vía intravenosa para hacer la orina más alcalina o básica (opuesto de ácida). Esto puede hacer que aumente la cantidad que se elimina de ciertos fármacos (como ácido acetilsalicílico y barbitúricos) en la orina.
Los venenos o tóxicos que contaminan los ojos o la piel con frecuencia requieren un enjuague (irrigación) con grandes cantidades de solución salina, agua del grifo o agua y jabón.
Aunque no se dispone de antídotos específicos para la mayoría de venenos y sustancias o fármacos (a diferencia de la percepción popular de la televisión y las películas), sí existen algunos. Algunos medicamentos habituales que pueden requerir antídotos específicos son el paracetamol (acetaminofeno) (su antídoto es la N-acetilcisteína), la aspirina (su antídoto es el bicarbonato de sodio) y la heroína (su antídoto es naloxona). Algunas mordeduras y picaduras venenosas también tienen antídotos. No todo el mundo que ha estado expuesta a un veneno requiere su antídoto. Muchas personas se recuperan por sí solos. Pero con una intoxicación grave, los antídotos pueden salvar la vida. En las mordeduras de serpientes existen sueros antiofídicos, pero sería importantísimo identificar al animal y disponer de la terapéutica mencionada.
Eliminar el contacto con el tóxico
Mantenimiento (vía aérea, respiración, y circulación)
Naloxona IV
Dextrosa y tiamina IV
Líquidos por vía intravenosa, a veces vasopresores
Eliminar el contacto con el tóxico. Si el tóxico es un organofosforanado, se absorve por piel y se debe desnudar al paciente y lavarlo inmediatamente.
Vías respiratorias, la respiración y la circulación debe mantenerse en los pacientes con sospecha de una intoxicación sistémica. Los pacientes sin pulso ni tensión arterial requieren reanimación cardiorrespiratoria de emergencia. Si los pacientes tienen apnea o compromiso de las vías aéreas (p. ej., cuerpos extraños en la bucofaringe, disminución del reflejo nauseoso), debe colocarse una tubo endotraqueal. Si los pacientes tienen depresión respiratoria o hipoxia, suplemento de oxígeno o ventilación mecánica según necesidad.
Naloxona IV (2 mg en adultos; 0,1 mg/kg en niños; len algunos casos se pueden necesitar dosis de hasta 10 mg) debe intentarse en pacientes con apnea o depresión respiratoria grave mientras se mantiene el soporte de las vías aéreas. En los adictos a opiáceos, la naloxona puede precipitar síntomas de abstinencia, pero es preferible a la depresión respiratoria grave. Si la depresión respiratoria persiste a pesar de la naloxona, se requieren intubación endotraqueal y ventilación mecánica continua. Si la naloxona alivia la depresión respiratoria, los pacientes son controlados; si la depresión respiratoria recurre, los pacientes deben ser tratados con otro bolo de naloxona IV o intubación endotraqueal y ventilación mecánica. Se han sugerido dosis bajas de una infusión continua de naloxona para mantener el estímulo respiratorio sin precipitar el síndrome de abstinencia, pero en realidad es difícil de mantener.
Dextrosa IV (50 mL de una solución al 50% de los adultos; 2 a 4 ml/kg de una solución al 25% de los niños) se debe dar a los pacientes con alteración de la conciencia o de la depresión del sistema nervioso central, a menos que la hipoglucemia se ha descartado por la determinación inmediata de glucosa en la sangre
La tiamina (100 mg IV) se da con o antes de la glucosa en adultos con deficiencia de tiamina sospecha (p. ej., alcohólicos, pacientes desnutridos).
Líquidos IV se administran la hipotensión. Si resulta inefectivo, puede ser necesario un control hemodinámico invasivo para guiar la terapia hídrica y con vasopresores. El vasopresor de primera elección para la mayoría de las hipotensiones inducidas por veneno es la infusión de noradrenalina 0,5 a 1 mg/min IV, pero el tratamiento no debe postergarse si hay otro vasopresor inmediatamente disponible.
A continuación les brindo algunos teléfonos de Argentina para tener de referencia y evacuar dudas en la emergencia. Como muchos de los cursistas, son originarios de otros países de Latinoamérica, les sugiero averiguar y agendarse los teléfonos de sus respectivos países.
Dr. Carlos Aníbal Ruffini
ARGENTINA
Hospital Nacional Alejandro Posadas: 0-800-333-0160. Centro de toxicología Htal. Posadas: 011-4658-7777 y 011-4654-6648
Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez: 0-800-444-8694
Centro de toxicología Htal de Niños R. Gutiérrez: 011-4962-6666
Hospital General de Agudos J. A. Fernández: 4808-2606 / 2646 / 2604 / 2121
Centro de toxicología Htal Fernández: 011- 4808-2655
Hospital Pedro de Elizalde: 4363-2100 al 2200.
Centro de Toxicologia Htal Elizalde: 011- 4300-2115
Hospital Pediatría “Sor María Ludovica” (La Plata): 0-800-222-9911
Si se trata de un envenenamiento o de un caso sospechoso, recuerden dar comunicación al personal policial.
Intoxicación por Monóxido de Carbono
En primer lugar debemos señalar que el monóxido de carbono (CO) es un gas toxico que no emite olor, que ademas carece de sabor y es considerado no irritante, motivo por el cual su exposición podría pasar completamente desapercibida, ya que no presenta una diferencia notable. Asimismo este gas al ser menos pesado que el aire, se acumula en las partes altas de los ambientes, por lo mismo que cuando se produce un incendio, el mejor modo de evitar los gases es andar agachado.
Este peligroso gas básicamente se origina como producto de la combustión incompleta de combustibles orgánicos, por lo que generalmente se encuentra presente en los gases que emite el tubo de escape de los vehículos y en general cualquier lugar donde haya combustión como estufas que funcionan a carbón, braseros, hornos, humo de cigarrillos, así como en procesos industriales como fundiciones de acero, fábricas de papel, entre otras. Lo cierto es que de no contarse con un ambiente ventilado, puede causar una intoxicación a las personas que aspiren estos gases.
Señalar también que una de las fuentes mas usuales para este tipo de intoxicación son los incendios, en los cuales por su peligrosidad acaban siendo letales, ya que se sabe que alrededor del 50% de las muertes no se deben al fuego producido sino a los gases producto del incendio que causan esta intoxicación mortal.
La sintomatología varia, ya que depende de la concentración y rapidez con que se llegue a inhalar este gas, ya que si en caso se llega a inhalar de manera masiva dicho gas, podría producir de manera inmediata la pérdida del conocimiento provocando una parálisis respiratoria crónica.
Por otro lado si se llega a inhalar de forma lenta una menor concentración de monóxido, puede provocar cefaleas, así como cuadros de mareos con sensación de zumbido en los oídos, náuseas y vómitos, acompañados de intensos dolores abdominales. Este cuadro en algunos casos podría llevar a la victima a un estado de coma, donde la piel toma una coloración rojiza.
También se debe tener sumo cuidado cuando la intoxicación se debe a un escape de gas de automóvil, ya que tan solo con un grado ligero de intoxicación por monóxido, logra disminuir considerablemente las facultades del conductor, haciéndolo perder fácilmente el control del vehículo.
Considerar también que si un conductor adquiere una intoxicación por la noche, resulta mas peligroso, ya que provoca una pésima adaptación a la oscuridad, ocasionando mayor deslumbramiento por los faros de otros coches que circulan en dirección opuesta, asimismo provoca errores al calcular las distancias mientras se conduce, reduciendo en general el campo visual del conductor.
No olvidar que en algunos casos de intoxicación provocado por una fuga de gas de alumbrado, podría no sentirse el típico olor a gas en el ambiente, ya que al atravesar varias capas de estructuras el olor podría disiparse, sin embargo el monóxido de carbono puede llegar a atravesar dichas estructuras, provocando la intoxicación.
Cuando se llega a inhalar el monóxido, este se llega a combinar con la hemoglobina de la sangre, que básicamente se trata de un componente que se encuentra unido al oxígeno, el cual finalmente es repartido por todo el organismo. De este modo el monóxido tiene una capacidad de unirse a la hemoglobina extremadamente mas fácil que con el propio oxígeno, produciendo el compuesto carboxihemoglobina (COHb), que se sabe sabe resulta extremadamente más difícil de separar que en el caso del compuesto que forma la hemoglobina con el oxígeno.
Ademas una vez que se llega a inhalar este gas, se llega a producir una hipoxia o disminución del nivel de oxígeno en la sangre y tejidos, provocado por el deficiente transporte del O2 al organismo. Es por eso que ante una exposición aguda a este gas, la gravedad depende del tiempo de exposición, así como de la concentración de monóxido inspirado, incluso podría verse influenciado a causa de un problema vascular.
Monóxido de Carbono que emiten los vehículos
Monóxido de Carbono de carbón.
Monóxido de Carbono Industrial.
Tratamiento
Lo primero que se debe hacer de manera inmediata es retirar a la victima del ambiente saturado con el gas tóxico, para luego brindar un tratamiento que consiste en brindar el soporte necesario de las funciones vitales, administrando al paciente oxígeno al 100%.
También se debe aplicar ciertas medidas contra el edema cerebral, así como escisión quirúrgica en el síndrome compartimental, e incluso proceder a incrementar el pH de la orina en caso de mioglobinuria.
Finalmente durante el tratamiento se debe monitorear constantemente al paciente, controlando de manera frecuente su nivel de carboxihemoglobina, verificando que disminuya dichos niveles, ya que de no presentar síntomas y contar con niveles normales de carboxihemoglobina el pacientes es dado de alta, siempre sometido a cierta observación.
Se debe aclarar asimismo que la administración de oxígeno a altas dosis se requiere porque esa es la única forma de poder separar el CO de la hemoglobina, ya que en este proceso el oxígeno logra desplazar al CO, es decir el oxígeno se une a la hemoglobina de la sangre, el mismo que luego es repartido por todo el organismo. No olvidar que a más alto flujo de oxígeno concentrado, resultara mucho más fácil desplazar del CO de la sangre.
Una vez conocida la naturaleza toxica del monoxido de carbono (CO), se deberia tomar ciertas medidas preventivas para evitar intoxicaciones, entre ellas se podria optar por mantener todos los ambientes bien ventilados, en especial aquellos donde funcionan braseros, calentadores de gas, o cualquier sistema que emita CO, asimismo se deberia evitar a toda costa encender los motores de vehículos dentro de ambientes cerrados.