7b. Julio Verne. De la Tierra a la Luna

En este contexto, algunos visionarios ya empezaron a elucubrar en usarlos como medio de elevación de cargas e incluso personas. El propio Julio Verne en 1835 en su novela “de la tierra a la luna” hace uso de una cañón para lanzar el proyectil hacia la Luna.

En la novela puedes encontrar datos sobre las dimensiones del cañón necesario para alcanzar la velocidad de escape pero en absoluto se menciona que les ocurriría a las personas sometidas a las aceleraciones del artefacto. Ciencia ficción de la buena, mezclando datos reales como partida para lograr un excelente argumento.