La bandera de Cristo Resucitado

Imagen del Cristo Resucitado de Coria del Río

De todos nos es conocido que el titular de la hermandad de “la Soledad de Coria del Río”, el Santísimo Cristo Resucitado, porta una bandera en la mano derecha. En este caso se trata de un estandarte en plata con el anagrama de JHS (donde JHS se puede interpretar como la abreviatura IHΣ del griego Iesous). Jesús es Joshua en hebreo que significa Salvador, por ello ese estandarte o bandera de "Jesús Hombre Salvador", es conocido también como la bandera de la Salvación. El arquetipo de dicha bandera con la cruz roja sobre fondo blanco, fue también el emblema de los cruzados y conocida como bandera de San Jorge. No obstante muchas personas se habrán preguntado que representa de forma más concreta este símbolo de la bandera portada por Jesús Resucitado y por ello intentaremos en estas páginas desentrañar su significado. En primer lugar decir que iconográficamente desde la Edad Media esta bandera asida en su derecha por el Resucitado, aparece unas veces en sentido horizontal y otras vertical. En otras ocasiones es otro símbolo de Jesús, el Cordero Eucarístico, sacrificado pero triunfante y gloriosamente resucitado, el que lleva a su lado esa misma bandera de la Salvación o Lábaro de la Resurrección. El lábaro es un pendón militar que usaban los romanos consitente en un paño con estaquillador en su parte superior, que pende generalmente de manera vertical de un asta mediante dos cuerdas. Este lábaro cristianizado adoptó en las representaciones pictóricas el color blanco o rojo, y más comunmente una combinación de ambos con cruz latina trazada en el paño de este estandarte. Siendo introducido en el arte cristiano a partir del s. XV como un signo del Resucitado.

Imagen del Santísimo Cristo Resucitado de Coria del Río durante la procesión del Domingo de Resurrección. Se observa el banderín en plata de la Salvación con la siglas IHS que está superpuesta a una cruz latina muy estilizada.

La fe judía y cristiana, por consiguiente la cultura judeo-cristiana ha hecho uso abundante tanto de símbolos ligados a la guerra como a la paz para transmitir ciertos conceptos religiosos destinados a dar a conocer tanto el poder irresistible de Dios, como su infinita misericordia. Así la paz se representa por una paloma blanca que porta en su pico una ramita de olivo, significando la reconciliación establecida tras el Diluvio bíblico entre Dios y la humanidad rebelde. Este símbolo viene a decir: Dios permitió que sobreviviese Noé, los animales del mundo y su familia. Esa paloma trae al “pequeño resto” de la humanidad un mensaje la paz en que anuncia un nuevo mundo en el que las aguas destructoras del diluvio ceden espacio a una renovada tierra.

Antes de hablar del simbolismo de la referida bandera de la Salvación, vamos a tratar acerca del simbolismo bíblico e histórico de la bandera en sí. La bandera ha sido en particular desde hace miles de años un símbolo de las milicias, para descubrir este significado tendremos que hacer alusión al contexto de los símbolos militares que aparecen en la Biblia y en la tradición cristiana. Por eso nos referimos en primer lugar a la figura bíblica del “Señor Dios de los Ejércitos” en el antiguo testamento y después para el nuevo testamento a la figura del “Señor Jesús Resucitado” epicentro de la fe cristiana, vencedor sobre la muerte, quien simbólicamente triunfante enarbola la bandera de la victoria y salvación de su pueblo.

En el contexto del Antiguo Testamento frecuentemente aparece Dios designado como Señor de los Ejércitos en tanto que es Rey de los cielos donde está sentado en su trono rodeado de una inmensa milicia de querubines dispuestos a luchar contra el mal, las huestes de Lucifer y sus demonios. Así leemos:” Santo, santo, santo, el Señor de los ejércitos (Yahvé Sebaot), la tierra está llena de su gloria” (Is. 6:3). Pero también esa designación puede ser un atributo de su papel en cuanto a Señor de los ejércitos de Israel sobre los cuales Yahvé ejercía protectora influencia. “Dijo David al filisteo Goliat: «Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo voy contra ti en nombre de Yahvé Sebaot, Dios de los ejércitos de Israel, a los que has desafiado”. (I Samuel 17, 45).

Por otra parte sabemos que tras los éxitos militares, políticos y religiosas alcanzados por el rey David y en base a las promesas del profeta Natán, Yahvé iba a confiar el futuro eterno de Israel a un descendientes de ese rey : el Mesías, el Salvador. El Mesías , descendiente de la dinastía de Davíd, sería el rey ideal para los tiempos de la salvación, aquel que llevaría a cabo la salvación definitiva de la humanidad bajo supremacía de Israel, trayendo para la estirpe humana una era de paz y de bienestar universal. Los cristianos creemos en Jesús como en el Mesías que había de venir y en la Iglesia como la nueva Israel. Así dice la Biblia del Salvador: “Izará bandera a los gentiles, reunirá a los dispersos de Israel, y a los desperdigados de Judá agrupará de los cuatro puntos cardinales”. (Isaías 11, 12)

Grabado medieval de Cristo Resucitado
Resurrección de Cristo según la magnífica representación medieval s. XV del retablo de Blasco de Grañens en Barbastro

Resurrección de Cristo según la magnífica representación medieval s. XV del retablo de Blasco de Grañens en Barbastro. Se aprecia a Cristo saliendo del sepulcro izando la bandera con cruz roja sobre fondo blanco, de su triunfo sobre la muerte y el imperio del Maligno representado en primer plano por dos soldados romanos. Mientras que bendice a Santa Mª Magdalena que acude con óleo a embalsamar el cuerpo de Cristo.

La bandera en la batalla está junto al rey, pues es señal de autoridad y poder, un emblema que no podía faltar en ningún ejército pues simboliza al pueblo por el que el ejército lucha. Al mismo tiempo la bandera es una referencia para las tropas durante la batalla. La bandera era sostenida por el rey o un personaje honrado con la distinción de se el abanderado, ambos se colocaban bien en alto, rodeados por los generales, así los capitanes y soldados localizan el centro del poder y el símbolo por quienes ellos luchan. La bandera flameante indica hacia dónde sopla el viento, así arqueros, lanceros y honderos se puede conocer la mejor forma de arrojar sus armas. Por otra parte mientras que el bajar la bandera simboliza derrota, el alzar y bambolear la bandera es señal de victoria.

Grabado medieval de Cristo Resucitado según la misma iconografía de Cristo Triunfante con la Bandera de la Salvación (roja y blanca), aclamado por dos angeles y precedido de los soldados romanos que duermen.

Por tanto cobra sentido el símbolo de la bandera alzada en las manos de Jesús al salir del sepulcro triunfante, como el nuevo rey David, quien en señal de victoria sobre la muerte y sobre las potestades del mal (representada a veces por los soldados romanos que vigilaban su tumba), Jesús está así haciendo gala de su poder. Por eso en muchas representaciones gráficas de Jesucristo resucitado donde sale victorioso del sepulcro, él figura precisamente con la bandera: Cristus Rex. La bandera significa que es Jesús quien trae la salvación y la vida eterna, quien las pone al alcance del hombre que tiene fe en el “Resucitado”.

Cristo Resucitado renacentista

Pintura del Alto Renacimiento que representa a Cristo Resucitado que asciende majestuoso del sepulcro custodiado por los soldados romanos que son vencidos. Sostiene la bandera que simboliza su victoria gloriosa sobre la muerte para traer la redención al género humano.

Por otra parte el símbolo de la bandera se enriquece pues el asta de la bandera es la misma Cruz en la que Jesucristo reconcilió a los hombres con Dios. Así puede decir el Apóstol: “¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?” (1 Co 15,55). El asta en forma de cruz con el banderín colgando recuerda además la imagen del árbol de la cruz vacía con los sudarios tras el descendimiento de Jesús muerto, por tanto como se dio la muerte en la cruz aparece también la cruz gloriosa de Cristo en la resurrección.

Cristo Resucitado de Logroño que simboliza su resurrección con la Cruz con el sudario..jpg

Cristo Resucitado de Logroño durante la procesión del domingo de Resurrección. Aquí se simboliza su resurrección con la Cruz vacía con el sudario y su actitud misericordiosa bandiciendo al pueblo. En esta Cruz del Sudario, bajo su aspecto glorioso, se inspira el asta de la Bandera de la Resurrección que recoge otras representaciones del Cristo Resucitado que ya se han ofrecido anteriormente.

Otro curioso dato más, en la rememoración de la Pasión de Jesús durante la Semana Santa que la cristiandad hizo durante siglos, dos banderas ponían principio y fin a la misma: una bandera de luto y una bandera de gloria. En primer lugar estaba la “bandera de sangre” para abrir las ceremonias de la Pasión, usada en el oficio de las Tinieblas del Miércoles Santo, era de color negra con una cruz roja. Es el lábaro (bandera con que cobijaban a los generales muertos tras una guerra), signo de Cristo como el rey que muere. La cruz significa que la salvación nos viene de la muerte de Jesús, el color negro de la bandera nos indica una muerte dolorosa y el rojo significa su sangre derramada. Para cerrar la Semana Santa el Domingo de Resurrección estaba la bandera que porta el Resucitado signo del rey que vence: el color blanco simbolizando la luz de Cristo Resucitado que sale de las tinieblas del sepulcro y el color rojo que su sangre fue el precio de nuestra salvación. Por este motivo, ya que la bandera de sangre sale en el cortejo del Santo Entierro, mi modesta sugerencia para la hermandad sería que pudiese usase la bandera de la Salvación como una insignia de tan ricos sentidos especialmente en la procesión del Domingo de Resurrección.

F.J. Barragán de la Rosa. Junio 2014

Cordero Pascual con la Bandera de la Resurrección como simbolo de Cristo: victima y triunfador

Cordero Pascual con la Bandera o Lábaro de la Resurrección como simbolo de Cristo: victima y triunfador. Cristo es “el Cordero de Dios”, que redimió al mundo mediante el derramamiento en sacrificio de su Sangre y que vence a la muerte y por tanto es digno de izar la Bandera de la Resurrección.