Hermandad del Santísimo Sacramento (4)

Hermandad del Santísimo Sacramento 

Escudo de la Adoracion Nocturna

Escudo de la Adoración Nocturna al Santisimo Sacramento heredera de la Hermandad Sacramental

 La cuarta y quinta  hermandades son las del Santísimo Sacramento y las de Animas Benditas. Estas hermandades parroquiales tomaron bastante importancia cuando el culto eucarístico y la remisión de las penas del purgatorio mediante sufragios de misas, se expande en la Iglesia sobre todo a partir de aprox. 1560  después del Concilio de Trento.

Creemos que Hermandad del Santísimo Sacramento pudo haberse fundado con anterioridad a la fecha del Concilio de Trento ,porque ya había un germen de hermandades del Santo Sacramento en otros sitios próximos. Por tanto se podria datar en el primer tercio del s. XVI cuando debido al impulso de la dama toledana Teresa Henríquez de Cárdenas estas hermandades toman carte de naturaleza. El celo infatigable en la promoció de la devoción eucarística le valió a Teresa Henríquez  el sobrenombre de "La Loca del Sacramento". La Hermandad Sacramental de Torrijos fundada por Teresa Henríquez de Cárdenas en 1508 se convirtió en modelo de muchas otras que se crearon en las décadas siguientes y cuya mayor innovación fue dotar de gran responsabilidad a los laicos rementar y promocionar en su gobierno. Teresa Henríquez promovió algo antes la creación en Roma por parte del papa Julio II, ciertamente la primera Hermandad del Santísimo Sacramento en la basílica de San Lorenzo in Dámaso de dicha ciudad, por lo que directamente tuvo el impulso del papado.

El culto a la Eucaristía es el referente central de la vida religiosa del cualquier creyente, y a partir delos siglos XII y XIII se observa un gran desarrollo de las manifestaciones externas en honor de la presencia de Cristo en este sacramento, como reacción a las herejías y doctrinas que eran irreverentes, o las controversias de carácter teológico sobre la presencia de Jesucristo en las especies sacramentales. A partir de entonces, el Santísimo Sacramento se encuentra en un sagrario que solía ocupar el centro de los templos parroquiales, y comienzan a exponerse en actos de devoción popular, como abrir el sagrario para ser objeto de adoración o exposición. Más adelante se idean las custodias, donde se expone una hostia consagrada más grande que era sacada en procesión.

Unida a la decisión del IV Concilio de Letrán en 1215 de incrementar y promocionar el culto a Jesús Sacramentado no sólo dentro de la misa especialmente en el momento de la elevación, sino fuera del mismo. Por ello se trató de dignificar los sagrarios que contenían la reserva eucaristica y darle un caracter más majestuoso, respetuoso y público, especialmente dedicados a conservar el Santísimo destinado no ya a la comunión de los fieles durante la misa (pues hasta entonces la comunión era una práctica poco frecuente) sino especialmente para disponer del Viático para los moribundos. La obligación establecida en el IV Concilio de Letrán de confesar y comulgar en tiempo pascual de manera universal para todo los cristianos influyó también en la Adoración Eucarística que empezaría a desarrollarse con mucho más solemnidad. Ello fue extendiéndose hasta aparecer en los siglos XIV y XV, las denominadas cofradías  del Cuerpo de Cristo o del Cuerpo de Dios, en paralelo a la difusión de la Fiesta del Corpus Christi.   

Las cofradías Sacramentales se empiezan a constituir en el área sevillan desde 1516 por lo que con posterioridad a esta fecha surgiría la Sacramental de Coria . Un aspecto importante de dichas cofradías era nos sólo acompañar a Jesús Sacramentado en la celebración del Corpus, sino además en la procesión de enfermos e impedidos que se celebraba por Pascua Florida para que ellos cumpliesen también su obligación de confesary comulgar al menos una vez al año en ese periodo litúrgico. Además entre las obligaciones de los cofrades estaba la de acompañar con velas y solemnidad al Viatico siempre que la campana de la parroquia avisaba de que el Santísimo sacramento salía del templo para ser llevado a la casa de un moribundo o enfermo deshauciado. El traslado se hacía por las calles anunciado a golpe de campanilla y con acompañamiento devoto de quien lo desease y especialmente de los cofrades. La gente se arrodillaba y se desmontaba al paso del Santísimo en esas ocasiones que no dejaban de ser muy frecuentes pues casi todos los días alguien se estaba muriendo.

Todas las hermandades, centradas en la Eucaristía, son agregadas en una archicofradía del Santísimo Sacramento por Paulo III en la Bula Dominus noster Jesus Cristus (1539), con lo que adoptan un funcionamiento parecido. Ello supuso un gran impulso, pues sus miembros podrán obtener todas las gracias e indulgencias concedidas a la de Hermandad de la Ciudad Eterna.

La doctrina del concilio de Trento sobre la veneración debida al Sacramento (1551) tuvo una gran influencia en el crecimiento de la piedad eucarística y produjo muchos beneficios en la vida espiritual del pueblo católico . Esta doctrina reafirmada y el cultivo de la adoración eucarística por el concilio, se opusieron fuertemente a los protestantes, con ello se renuevan devociones antiguas y se impulsan otras nuevas.Este Concilio vino a potenciar enormemente el culto al Cuerpo de Cristo en la Eucaristía , alcanzando desde entonces un gran desarrollo esta devoción. Este tipo de Hermandad a partir del s. XVI se erige como la más extendida entre todas la existentes en el Arzobispado de Sevilla pues no hay parroquia que no tenga su correspondiente Hermandad Sacramental.

Estas cofradías del Sacramento y de Animas tuvieron una amplia implantación en todo el territorio diocesano, pues desde el obispado se fomentó su existencia en todas las parroquias. Al estar promovidas por las autoridades eclesiásticas, iban a carecer en líneas generales a lo largo del tiempo del respaldo del pueblo llano que tenían otras, pero sí contaban con el apoyo de sectores más señoriales. Las dos hermandades hacían causa común compartiendo muchos de sus cofrades, siendo la primera rica y la segunda más pobre en medios económicos.

la Hermandad del Santísimo Sacramento dispuso de sus reglas en las que se fijaban el funcionamiento de la misma en cuanto a entrada y obligaciones de los hermanos, cuotas, fiestas que debían celebrar en el año, participación en los entierros y sepultura de los hermanos etc. El titular de la hermandad era el Santísimo por lo que era normal en este tipo de hermandades que su celebración o festividad mayor fuese el día del Corpus incluyendo la procesión pública y a continuación los cultos y celebración de la Octava con sus consiguientes sermones a cargos de distinguidos predicadores foráneos. Ademas era frecuente celebrar la Hermandad como otras fiestas el Jueves Santo y el Viernes Santo participando los hermanos y hermanas en el rezo del salterio en esos dos días. También era habitual en las reglas la obligación de participar en la Santa Misa todos los domingos de Cuaresma, no sabemos si en Coria era obligación el celebrar como fiesta de la Hermandad el día de San Lucas patrono de la villa, lo que sí es cierto es que una de las fiestas anuales se consagraría a una advocación mariana, sea la de la Encarnación o la de la Limpia Concepción de María , pues fue la Santísima Madre de Jesús quien nos lo hizo presente por primera vez en la tierra y como "arca del Alianza" actuó durante nueve meses como primer sagrario del "cuerpo y sangre" de nuestro Salvador.

 En Coria surgió  la Hermandad del Santísimo Sacramento con mucha fuerza. En1620, se realizaron importantes obras en la Iglesia Parroquial, como la construcción del Sagrario que se destina a una pequeña capilla sacramental para la adoración Eucarística y para la comunión que salvo momentos de "comunión general de fieles o de cofrades" se efectuaba delante de dicha Capilla. Más bien se trataría de un Altar-nicho sobre el muro del testero de la nave de la epístola con un pequeño espacio rodeado por balaustrada de rejería. 

La importancia que tomó esta hermandad lo demuestra el que alcanzase varias posesiones que le proporcionaban rentas destinadas al mantenimiento del culto eucarístico . Entre las fincas la que más destacaba por u amplitud era una dehesa y tierras de pan sembrar de grandes dimensiones con su cortijo (actual urb. La Hermandad). En efecto en 1631 Felipe IV concede a la Hermandad Sacramental de Coria las fincas de terrenos baldíos conocidas como terrenos realengos (propiedad del concejo de la villa pero en última instancia a posible disposición del rey) los terrenos entonces conocidos como "Cortijo del Concejo y haza de la Corchuela" lindante con las tierras de la Torre de los Herberos ya en término de Dos Hermanas (Pineda Novo D.,  "Historia de la Villa de Coria del Río"  (1968), pag.115). 

También prueba del auge de esta hermandad por dichas fechas  es el número de hermanos que llegó a ser muy importante y como así lo atestigua el ocupar una gran cripta propia de sepulturas para sus hermanos construida en 1639 en la Iglesia Parroquial de Santa María de la Estrella. En 1667 se hizo una nueva Capilla Sacramental que se labró sobre la cripta para enterramientos de los hermanos de la Sacramental y se llama comulgatorio como lo describe el visitador del arzobispado de Sevilla en 1677 (pag 59 libro sobre la Iglesia de la Estrella de R. Ronquillo) pues en esta época la comunión se solía hacer fuera de la misa (así fue costumbre hasta el Concilio Vaticano II), salvo que se tratase de una solemnidad especial o "misa de comunión general". Por eso en las iglesias existía un altar de la comunión primitivamente que posteriormente se convertiría después de Trento en Capilla de la Comunión, del Sagrario y generalmente del culto eucarístico. La Capilla del Sagrario Comulgatorio al parecer es obra muy próxima en fecha  a la construcción de la Sacristía (1667) adosada al cabecero de la Iglesia.

 En general las capillas sagrarios se incorporaron a los templos parroquiales en las diócesis de Sevilla desde principios del s. XVIII (este es el caso de los sagrarios de las iglesias de Sevilla capital) hasta finales del mismo siglo. Todas los templos parroquiales  estaban obligadas a incorporar una capilla sacramental  con una cierta entidad y no un simple nicho en un muro con altar. Esta incorporación se hizo en un periodo más o menos coincidente con una Capilla del Bautismo como es el caso de la Iglesia de la Estrella que lo incorpora en 1680. Las normas emanadas con posterioridad al concilio de Trento fueron implementadas gradualmente, en España su aplicación comenzó alrededor del año 1563.  En un principio Trento  establecía que el sagrario-tabernáculo debía esta inmediatamente sobre el altar de la Capilla Mayor, es decir bajo su Retablo Mayor. No obstante esto sufrió una alteración práctica porque el culto de adoración eucarística fue notablemente  incrementado por el concilio, así el sagrario precisaba de un espacio propio. Siempre que la iglesia dispusiese de espacio la solución adoptada (previo permiso del obispo) fue colocar el tabernáculo permanente en una nave lateral lo más cerca posible del presbiterio, donde se pudiese instalar el monumento del Jueves Santo y que la Hermandad Sacramental dispusiese de un altar propio para sus cultos y devociones . 

Fue esta hermandad del Santísimo Sacramento, la más rica de todas las cofradías corianas, a diferencia de otras que eran “limosneras”  y apoyadas primordialmente en alguna familia devota adinerada.  La Hermandad del Santísimo Sacramento debió ser de “cuotas”, las que garantizaban tanto la sepultura de los hermanos como los sufragios en forma de misas por largo tiempo después de la muerte. Su altar de devoción era el Tabernáculo Sagrado que había en el testero de cabeza de la nave de la epístola de la iglesia parroquial de la Estrella y por tanto de forma inmediata a dicho Sagrario se encontraba la cripta donde todos los hermanos iban a ser enterrados muy cerca pues de la presencia de Jesús Sacramentado. Los hermanos se reunirían periódicamente en actos de Adoración Eucarística, para el culto al Monumento el Jueves de la Cena, y el día grande de la hermandad era el del Corpus Christi. La importancia de esta hermandad también la subraya el hecho de sufragar la procesión del Corpus con la custodia y el cortejo de reliquias, que coincidía con las fiesta local y feria de tenderetes más importante del ciclo anual en Coria esto fue así hasta el final del siglo XVIII (más tarde en el s. XIX surgiría la Feria de Ganados que sustituiría al Corpus si bien entonces este como fiestas había decaído). En estas fiestas cívico-religiosas  del Corpus se volcaban tanto la Hermandad del Santísimo Sacramento como el Concejo de Coria sufragando ambos cuantos gastos pudiese ocasionar la función religiosa, procesión, el exorno de las calles, la pólvora  y otros dispendios para dar realce a los días festivos más importantes de Coria.

Era frecuente que los cofrades de la Hermandad del Sacramento con hachas encendidas fuesen en la procesión de la Dominica de Quasimodo, en que se llevaba la comunión a los enfermos habituales, que no podían concurrir a la iglesia a cumplir con el precepto pascual. Después de dicha procesión de enfermos e impedidos los cofrades solían hacer una colación.

 También los hermanos de la Hermandad Sacramental acudían todos los cofrades con velas el día en que se administraba el viático a los cofrades  o sus parientes más inmediatos antes de morir. También era frecuente que en caso de que existiese un pobre moribundo aunque no fuese hermano de la Sacramental acompañasen 12 hermanos con hacha (recordando así a los 12 apóstoles) a la procesión del viático después de sonar la campana del Santísimo Sacramento.

El Corpus Christi con su procesión y sus fiestas era una manifestación religiosa, de carácter renacentista, pero que terminó haciéndose barroca en las últimas décadas del siglo XVI. Ello fue debido a la necesidad después del Concilio de Trento de trasladar al pueblo y al mundo protestante el mensaje de una presencia real del Cuerpo y Sangre del Señor bajo las especies del pan y el vino eucarístico, y la importancia tanto de la celebración adoradora como festiva de este hecho, pasando al ámbito de la calle algunas manifestaciones litúrgicas que anteriormente se reservaban al interior del templo. La anterior procesión sencilla bajo palio generalmente aumentó su teatralidad escénica en la calle acompañándose de bailes y otras manifestaciones alegóricas como la Tarasca que solía abrir el cortejo representando a los vicios y pecados de la sociedad. Cabe añadir que el Corpus además pasó de una festividad litúrgica, a la celebración de una auténtica feria acogida multitudinariamente por el pueblo, que transcurría durante los días de la octava del Corpus. En las ciudades y, en una medida de menor proporcionalidad, en los pueblos se instalaban puestos de turrones y baratijas en torno al recorrido,  no faltaban los espectáculos teatrales esos días con autos sacramentales en que frecuentemente se hacía alusión a las virtudes teologales (la Fe, Esperanza y Caridad como personajes) y representaciones de vidas de santos. También se organizaban juegos de toros y de cañas. En pocas palabras días de fiesta completa donde había permisividad para comer y beber, con una patente contraposición a la austeridad penitencial de la Semana Santa.

A partir de que San Alfonso María Ligorio (1696-1787)  instase a la visitas frecuentes al Santísimo Sacramento, sobre todo a través de su libro de mucha difusión "Visitas al Santísimo Sacramento y a María Santísima" se reaviva la devoción de Adoración Eucarística. Esto sucede a partir de 1745 cuando se publica y  difunde   la citada obra, sin duda San Alfonso María Ligorio marcaría  a partir dela aparición de sus escritos la espiritualidad Eucarística y Mariana del s. XVIII-XIX , aportando un sin número de oraciós que enraizaron en la piedad popular y que muchos católicos practicantes aprendieron de memoria.

En el “Libro de Cuentas de Fábrica 1782" de la Parroquia de Santa María de la Estrella (Archivo Histórico) se dice: "Aceite para la lámpara que arde delante del Santísimo Sacramento en el Altar Mayor, siete arrobas al año, quedando abonadas en cuenta mensualmente, hasta fin de 1782, siendo adquirido al vecino de Bollullos de la Mitación, Pedro López". De ello se deduce que entonces el sagrario en la nave de la epístola de la iglesia sólo se usaba ocasionalmente y que el Santísimo permanecía la mayor parte del tiempo en el altar mayor.

 La Hermandad del Santísimo Sacramento como tantas otras de Coria languidece durante el s. XIX debido al ambiente adverso hacia las hermandades y cofradías y sus dificultades financieras tras la Desamortización de Mendizabal de 1836, no sería hasta cuando se funda en Coria en momentos previos a la Guerra Civil de 1936 la Adoración Nocturna, cuando esta adsorbe los restos de la Hermandad Sacramental. En concreto la Sección de Coria del Río de la Asociación Nocturna Española, fue constituida el día 5 de julio de 1933 encabezados por su primer presidente  don Alfredo Delmás Pérez.