Hermandad de Animas Benditas (5)

Cofradía de las Ánimas Benditas del Purgatorio

Animas Benditas

La cofradía de las Ánimas Benditas del Purgatorio, tenía  como origen la compasión por aquellos que se han quedado a mitad de camino entre el Cielo y el Infierno,  en el Purgatorio, para los que en caso de no tener capacidad económica para fundar una capellanía, la propia cofradía solicita misas y plegarias para así liberar esas almas en pena, para que alcanzasen  la Gloria Eterna. Su fundación se enmarca en el arco temporal de 1525-1570, cuando lo hace también otras cofradías análogas del entorno de Sevilla.Precisamente consta que en 1566 se fundó en Santa Ana  de Triana la primera cofradía de Ánimas del Purgatorio de Sevilla. A finales del s. XVI comienza en Italia la práctica de rezar “De profundis” por las benditas Animas, tras una llamada con un toque especial de campana, una hora después del Ángelus vespertino (toque de Ánimas o de Completas que indicaba cuando la gente de orden debía recogerse en su casa).

La cofradía aseguraba un número determinado de  misas a cada hermano que muriese y “doce cirios” en su entierro. Las  misas de sufragios generales por los difuntos se celebraban todos los lunes de cada semana en el altar de Animas que existía en la parroquia y eran fiestas especiales para la cofradía el día de San Miguel y el de los Fieles Difuntos. La cofradía de animas dispuso de capilla propia hasta 1670 (en que usando la misma y algo más de superficie fue construida la sacristía), su capilla estuvo en la cabecera de la nave del evangelio de la parroquia y bajo ella de cripta de enterramiento para algunos de sus hermanos desde 1764. Cuando su capilla pasó a formar parte de la sacristía, sobre  el testero de la nave del evangelio se situó un  retablo de Ánimas, del que sólo se conserva un cuadro con figura de Crucificado que se relaciona con la escuela sevillana del s. XVII y que se halla  rematando  el cuadro de grandes dimensiones de la Benditas Ánimas del Purgatorio de la primera mitad del s. XIX que es de autor desconocido. Según testimonios orales fue propiedad de la cofradía de Ánimas, una casa que arrendaba situada en la esquina de calle Altozano con la plaza de igual nombre que se señalaba con una cruz pintada en negro sobre la cal justo en la esquina de la fachada.

 La cofradía de Ánimas se organizaba en Cuadrillas, que  acompañadas con algunas campanas, las campanillas de los campanilleros  y del estandarte de las Ánimas Benditas, salían a las calles y las casas a pedir limosnas los días anteriores al de los Difuntos y durante noviembre, haciendo oraciones por quien se lo solicitases o cantando algunas canciones de esta guisa: “Dale limosna a las Ánimas /supuesto que las conoces/ aunque nosotros cantemos / son ellas las que dan voces”. “Como me ves te verás / haz lo que puedas por mí / que tú también te verás / como yo me veo aquí”. Recogían así donativos tanto en dinero como en especie, que una vez vendidos servían para financiar las actividades de la cofradía. También obtenían ingresos  por participar sus hermanos portando velas en los velatorios, entierros y amortajar a los difuntos, para con esto dar buen entierro a otros pobres cuyas familias  no pudiesen costearlo. Se comprometía así esta cofradía a pagar el amortajar al indigente, el campanero y al enterrador, y a hacer celebrar una o dos misas por la intención de aquella alma.

Por otra parte dos eran las fiestas anuales alegres que solían celebrar las cofradías de las Animas Benditas del Purgatorio (aparte de la celebración de Todos los Santos) confesando y comulgando los cofrades en dicha ocasión: El Domingo después del día de Todos los Santos (1 de Noviembre) y el Domingo de Quasimodo. Es decir la celebración de los Difuntos del dos de Noviembre era seguida de su "octava" (en realidad en total hace una novena) desde los días 3 al 10 de noviembre con misas diarias de requiem a las que los hermanos estaban obligados a asistir y concluir con comunión general en el domingo siguiente. Por otra parte el denominado antiguamente domingo de Cuasimodo (hoy conocido como domingo de la Divina Misericordia) ponía final a la Octava Pascual tras el Domingo de Resurrección por lo que es lógico que se asociase de algún modo al paso de las Ánimas Benditas del Purgatorio a la Gloria como culmen del año litúrgico.

El Domingo de Quasimodo o Domingo in Albis (en referencia a los neófitos de la Iglesia primitiva que en ese día deponían ya la vestidura blanca que habían recibido en la noche bautismal de la Vigilia Pascual ) es justamente el domingo posterior al Domingo de Resurrección. Recibe este nombre de Quasimodo por la ANTIFONA AD INTROITUM. Que comienza así “Quasi modo géniti infántes, allelúja: rationábile, sine dolo lac concupíscite, allelúja, allelúja, allelúja”  ( Traducido: Del mismo modo que los niños recién nacidos, aleluya, ansiad vosotros la leche espiritual, y sin mezcla. Aleluya, aleluya, aleluya)  La Iglesia compara a los fieles  con los niños recién nacidos y esa leche que les da de beber es la fe en Jesús y renovación del Bautismo que llevará a las Ánimas del Purgatorio a la Gloria y el triunfo de la Resurrección. Antiguamente era habitual bautizar a los niños en la celebración del Domingo de Resurrección por eso los “niños recién nacidos” eran los recién bautizados, los cuales se incorporaban simbólicamente, después de una semana de oración y de acción de gracias, a la Iglesia. De manera semejante se concebía que ese domingo era el del triunfo de las Ánimas que pasaban del Purgatorio a la Gloria.

La Cofradía también organizaba los Rosarios públicos extraordinarios de Ánimas, que duraban  nueve días (Novena de Ánimas, que era en la práctica muchas veces una "novena callejera" coincidente generalmente con la caida de la noche) a partir del día de los difuntos cada 2 de noviembre, haciendo estación a retablos de ánimas, algunas cruces dispuestas en algunas esquinas y al cementerio de Coria junto a la iglesia parroquial primero y mas tarde situado en el cerro de Cantalobos.

Su progresivo decaimiento  se daría tras la desamortización de 1835 de Mendizabal y con el tiempo pasaría a agregarse a la del Santísimo Sacramento en razón de la coincidencia del doble carácter de muchos de los hermanos respecto ambas congregaciones.