‘Garganta profunda’

W. Mark Felt tras hacer pública su identidad como Garganta Profunda

2005 Se revela la identidad de ‘Garganta profunda’

El 31 de mayo de 2005 un artículo de la revista Vanity Fair revelaba, tras años de especulación y teorías de todo tipo, la verdadera identidad de aquel al que llamaban Garganta Profunda. Se trataba nada menos que de W. Mark Felt, el segundo al mando del FBI durante la década de los 70.

Felt tenía un expediente impoluto tras años como parte de la Oficina Federal de Investigación (FBI) y era una de las pocas personas de confianza del temible John Edgar Hoover, su director desde que se fundó. A su muerte en mayo de 1972, Felt creía que él era la única opción lógica para sustituir al gran hombre pero en su lugar se eligió a L. Patrick Gray. Esto, sumado al hecho de que Nixon había intentado utilizar al FBI para sus trapicheos y tramas de espionaje y sabotaje contra los demócratas, despertó en Felt un rencor hacia el presidente que le llevaría a participar de forma activa en la investigación del caso Watergate.

Bob Woodward, periodista del Washington Post que estaba investigando el allanamiento a la sede demócrata del edificio Watergate, contactó con Felt por teléfono y este decidió actuar como fuente bajo unas condiciones estrictas y de máximo secretismo. La identidad de Felt jamás podría ser revelada, nunca incluirían citas o declaraciones suyas en los artículos y no les daría información concreta sino que confirmaría los descubrimientos hechos por los periodistas y guiaría sus siguientes pasos. Al principio Felt y Woodward hablaban por teléfono pero, temiendo que se lo hubieran pinchado, desarrollaron un sistema de señales ocultas para organizar reuniones en un aparcamiento público de Washington. El apodo ‘Garganta Profunda’, como se le conocía popularmente, hacía referencia a su voz ronca y se le ocurrió al jefe de Woodward en referencia a una película pornográfica de 1972.

La información proporcionada por Felt y su apoyo en la investigación fueron piezas clave para el trabajo periodístico de Woodward y Bernstein que terminó forzando a Nixon a dimitir. En una grabación del despacho oval de 1973, el propio presidente comenta la posibilidad de que las filtraciones a la prensa fueran cosa de Felt pero nunca se llegó a demostrar y él mismo lo negó en varias ocasiones, hasta que lo hizo público en 2005. Woodward y Bernstein, que habían mantenido el secreto durante tantos años a pesar de las presiones, declararon sentirse sorprendidos por la decisión de Felt.