Literatura epistolar amorosa de un coyote (Ramón)

Mi luna,

Te escribo esta líneas porque en este mundo lo único cierto es la falta de certeza y si en un futuro no estamos juntos, al menos tengas algo tangible como recuerdo.

No lo veas como algo triste, sino que incluso siendo realista, mis pensamientos van a ti.

Nos conocimos por una promesa de un almendro,

Me acerque a ti sin pensarlo, curioso, preguntándote por lunas que ríen, por lunas que bailan…

Cuando te pregunte por la luna de miel te sonrojaste.

Ahora, recordando, me doy cuenta de cómo te ruborizaste.

Me acerque a ti porque te veía sufrir y sentir, y sonreír.

Me acerque a ti porque tu luz era cálida y en tu gesto la curiosidad, la amabilidad que desprendías, los ojos brillantes al ver casarse a dos amantes en una boda imposible.

Me acerque a ti sin ningún tipo de motivo oculto. Coyote sin trampas ni argucias.

¿Qué porque te quiero?

Lo he pensado. Lo he pensado mucho. Lo he pensado hasta agotarme por la noche y perder mi mirada en la distancia.

Te quiero porque no puedo evitarlo, y no puedo evitarlo porque me puse una meta inalcanzable algo imposible, alguien tan bello por dentro y por fuera que me sirviera en mis noches oscuras para consolarme.

"no he encontrado a mi amada porque pido mucho"

Te quiero porque no puedo imaginar a nadie que me pueda dar más de lo que tú me das.

Te quiero porque tu mera existencia deja llorando de alegría a quien sobrevivió tantos años en la oscuridad y en la soledad.

Este es mi sino, ese es mi pesar, ser capaz de ver como fugaces estrellas la vida de estos locos… valientes… testarudos… honorables… Ilusos… Soñadores.

Y ese es el pesar que veo en ti compartido un alma gemela que es capaz de ver, pero pese a ello, sigue teniendo fe, y lucha por la gente que le hace creer en un mundo mejor.

Te quiero porque no puedo no quererte.

Firmado: Cuentacuentos, Antes peregrino, antes… otra cosa.