Una despedida cantada (Didi)

Palabra del viento llego a su vieja cabaña en la Fajeda d’en Jorda, abrió la puerta y una pequeña nube de polvo salió disolviéndose por la brisa que entraba a la casa.

La cabaña era sencilla una única sala con una mesa de madera con cuatro sillas, una especie de estantería con varias espadas y dos hachas, una chimenea con una mesita y una silla junto a ella y una escalera que daba a un pequeño dormitorio superior.

Se fue hacia la hoguera echo un par de troncos y encendió un fuego que rápidamente inundo la cabaña con su calor hogareño.

- Hace un mes... - Suspiro, hace un mes en esa misma cabaña se había reunido con garra oscura para presentarse ante él, el pura raza Fianna, alfa de la manada de la cacería salvaje.

Se acerco a la mesa y de un soplido quito el polvo que había encima de la mesa, saco 5 jarras, una de ellas tenía su nombre tallado en runas garou, una bota y un pincho metálico. El viento empezó a danzar por la sala, contento ansioso por lo que venía.

- Hacia tiempo que no lo hacíamos eh? – Dijo Palabra del viento con una media sonrisa amarga.

Cogió una de las jarras y empezó a escribir en la madera con el pincho las runas, Garra Oscura, Senda Oscura de Luna, Flor de Atenea y en la ultima se quedo quieto pensativo... ¿Qué iba a escribir? El tercero era un héroe anónimo así que solo escribió la runa de Anruth.

Cuando acabo abrió la bota y un olor a avellana inundo la sala y empezó a repartir la bebida en las 4 jarras, el viento estaba nervioso quería que empezara ya.

Empezo a marcar el ritmo con los pies y el viento le acompaño y entonces empezó a cantar.

Con la batalla ganada, no existe placer mayor Que el botín del perdedor fundírselo en la posada. Señora de la posada, mueva ya sus posaderas Que de nuestras faltriqueras sacará buena tajada.

La primera jarra va de un trago para el gaznate, Que después de un buen combate la sed tengo que aplacar la primera jarra va, la primera jarra va.

La segunda jarra es por los amigos caídos, Tanta sangre que han vertido, tanto vino he de beber la segunda jarra es, la segunda jarra es.

Otra jarra es servida porque yo también sangré, Por la boca llenaré lo que vertí en cada herida otra jarra es servida, otra jarra es servida.

Y que mal rayo me parta y que me pudra la peste Y el festín se me indigeste si no puedo con la cuarta y que mal rayo me parta, y que mal rayo me parta.

Sirva vino, tabernera, porque vamos a brindar. Tenemos que celebrar que hoy ganamos la contienda. Nuestro dios es el acero, la mugre el mejor abrigo, Y cualquiera es enemigo, mi grito DISPIERTA FIERRO.

Después de cada estrofa le iba pegando un trago a cada una de las jarras y al acabar de cantar se quedo un rato en silencio, mientras el viento seguía danzando con ilusión y dijo:

- Gracias, por tanto...