Carta a Ushuaia (Diana)

Se que no seré de tus personas favoritas, que una parte de ti quizás, preferiría que no me acercase a ti, pero no puedo hacer eso, porque aunque tu no, yo te considero una amiga, una hermana. Porque vistes mis miedos, aquello a lo que mas temo, que le hagan daño a la gente que me importa. ¿Sabes? Tenemos una cosa en común, y es que yo también tengo miedo de quedarme sola, por muy rodeada de gente que pueda estar... Se que es esa sensación de vació, cuando nadie te comprende o tienes que alejarte de lo que deseas por el bien de otros, lo se muy bien Ushuaia, aunque no sea exactamente la misma situación.

No tengas miedo, se que, aunque no puedas estar con el, tienes a tanta gente que te ama, que te adora... En parte te envidio, yo nunca he tenido algo así, hay tanta gente que le destrozaría si te fueses, y yo durante mucho tiempo pensé que no habría nadie que llorase mi perdida, ahora se que no es así.

Ushuaia, aquella que abraza a los arboles, aquella que no juzga, la que ama sin importar que, la que busca otro corazón con el que compartir sus anhelos... Dime, ¿Me guardas rencor? Puedo jurarte que jamás lo hice con intención de meterme en medio, bien sabrás que el corazón te lleva adonde uno jamás imaginaria. Jamás quise ser quien te hiciese daño, a una de las personas mas puras del clan, por mucho que los espíritus digan nada, así es como lo veo yo, alguien que merece todo lo bueno que pueda pasarle.

Si te soy sincera, a veces envidio lo que el siente por ti, tengo la sensación de que no siente lo mismo por mi, que es totalmente distinto pero, también es verdad que uno nunca ama de la misma forma. Que extraña relación nos une, ¿verdad?

Quiero ser también un apoyo para ti Ushuaia, aunque me duela, aunque sepa que lo miras como yo lo miro, aunque amemos a la misma persona, pero por eso creo que te comprendo muy bien, porque cuando la soledad ataca el la disipa, así que te entiendo, por eso quiero ser también la que aleje tu tristeza, cuando sientas rabia o tengas ganas de llorar puedes acudir a mi hermana, no soy alguien del aquelarre aún, pero a todas vosotras os siento mas cerca que otras

personas del clan, os quiero, mucho, mas de lo que reconocería en persona, pero soy alguien que ha guardado sentimientos durante mucho tiempo y ahora viene todo en torrente, como un vendaval, como una cascada, como las llamas de un incendio, como la tierra moviéndose abriendo paso...

¿Es egoísta que diga que te necesito? Por que a veces siento que no hay nadie que pueda calmarme, incluso a el le ha costado alguna vez ¿es egoísta que diga que te necesito? Alguien con quien hablar del miedo de ser madre otra vez, compartir ese miedo, alguien que comprende la soledad y que, me transmite tanta paz...

¿Me odias? Estoy siendo egoísta mientras tu has renunciado a todo... Lo que si puedo decirte es que, si pudiese, si no fuese algo prohibido, seria yo la que se echaría a un lado, por mucho que me doliese, pero la vida, la madre nos da lecciones, nos enseña que el camino es duro, que nunca será todo como deseamos, pero por eso mismo Ushuaia debemos atesorar los momentos bonitos, los momentos que tenemos con nuestra gente, y yo los atesoro como si fuesen lo mas importante, muy dentro mío, porque es lo que me da fuerzas.

Se fuerte hermana, se fuerte y valiente, se que puedes hacerlo, y si en algún momento te sientes desfallecer, por favor toma mi mano, no estas sola, podemos caminar juntas, tienes un hogar.

Aquella que quiere ser las raíces del clan.

Incluso las tuyas.

Alba.

“Una flor Aster reposaría en la carta, junto a una leve fragancia a lavanda”