La caza es algo primordial. Sagrado.

Cazar para comer, manteniendo el respeto del cazador a la presa.

Lo que hacen estos hombres es una perversión del ciclo. Son cazadores insaciables.

La noche es oscura pero no supone refugio para sus presas.

Los hombres llevan gafas de visión nocturna.

Sobre la parte trasera dos cazadores con armas automáticas están sujetos con arneses.

Es divertido cazar en las grandes llanuras.

El olor a sangre les rodea.

En la parte trasera de la Pickup se acumulan sus trofeos.

Matan de forma indiscriminada.

Matan mientras tengan munición... y tienen mucha... Mil y un cartuchos.

Al lado de la carne muerta una nevera con alcohol y una bandera confederada.

Por si hacía falta embrutecer aún más el momento.

El rugido del vehiculo perturba la noche, el olor de los químicos del tubo de escape se mezcla con el de la sangre.

- ¡Miralo! ¿qué es eso? ¿un perro?

- No. ¡Es un coyote! - El hombre golpea el techo del vehiculo, su compañero se rie como una hiena

- ¡Pisale Mike!

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Corre.

Le cazan.

A su alrededor el paisaje es irreal y efímero.

La niebla todo lo cubre.

No hay luna esta noche que vele por el coyote.

El coyote huye.

- Nunca tendrás descanso. Nunca, mientras tengas su nombre.

Mil y una bocas de la bestia hacen soplar mil y un cuernos deformes. Mil y un ojos perforan la niebla en su busca.

- Corre coyote corre - Gritan riendo como hienas las mil bocas de "cazador que no se sacia"

El sonido de la muerte persigue al coyote.

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En la frontera fajos de billetes pasan de manos. Los angeles del infierno tienen ángeles protectores en las patrullas fronterizas... Siempre que paguen.

Las luces del coche de los rangers están apagadas. Hay cosas que se hacen mejor en la oscuridad.

- Han llegado. Dejad pasar a los coyotes. Nos traen nuevos esclavos.

Un grupo de personas sedientas... cansadas... con derrota en sus ojos... Caminan delante de las motos flanqueados por hombres armados. Su destino un camión de ganado.

Traicionados con promesas de un futuro mejor.

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- Venceremos al final. Hasta tu nombre nos apropiamos. Coyote será una palabra sucia de traficantes de carne viva. Soy el sueño de una vida nueva que se convierte en pesadilla.

La criatura seductora murmura para sí misma, abrazándose a sí misma en zarcillos de colores brillantes. Su belleza escondiendo la verdad; una planta carnívora disfrazada de oasis. Sus frutas venenosas extienden un aroma que recuerda promesas del hogar.

Solo tiene que esperar a que al coyote le venza el cansancio y acuda a ella en su escondite entre nieblas. Su fragancia promete refugio, alimento y libertad.

Su nombre "Promesas que acaban en pesadilla"

Solo tiene que esperar y todos acuden a ella para ser devorados.

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- ¡Como corre el condenado! ¡Acelera Mike! ¡Acelera! Yeeeehaaa!!

Mas y mas risas.

La lengua asoma de la boca del coyote. Lleva mucho tiempo huyendo sin parar y está al borde de sus fuerzas. La luna no brilla esta noche. Desesperado busca refugio.

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- ¿Traeis niños tambien?

- Tienen sus usos y nuestros clientes los piden

Un niño alza los ojos y le mira. Lleva un gracioso gorro de animal. Hay algo en sus ojos... Un espíritu de lucha... Pero es solo un niño. No puede hacer nada.

El guardia fronterizo devuelve un instante la mirada y la aparta. Traga saliva... El fajo de dinero tiene un tacto especial en su mano y huele a promesas de felicidad.

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El todoterreno pese a todos sus trucos y esquivas le gana terreno. Los dos cazadores ajustan sus visores.

El coyote tropieza.

Suena un disparo

- ¡Le he DADO!

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- ¡Nos disparan! ¡Los polis nos han traicionado!

- ¡NO! - Grita el guardia fronterizo que se lleva la segunda bala. Sus compañeros devuelven el fuego.

Los angeles del infierno abren fuego contra el todoterreno que se acerca.

Los disparos son respondidos.

Los guardas fronterizos corruptos intentan refugiarse pero son abatidos por armas automáticas

Los cazadores sienten por fin en su carne el dolor que sienten sus presas. Pero no pasa por su corazón ni un ápice de empatía. Solo hay ira y rabia..

- ¡Mike! ¡me han dado joder! mátalos! ¡Embiste a esos Cabrones!

Uno de los Coyotes esclavistas, el que lleva las llaves, tropieza con un animal que se cruza en su camino y el traidor a sus promesas se lleva dos balas que no tenían su nombre. El niño del gorro rápidamente le quita las llaves. y sin pensarlo dos veces abre sus grilletes y monta en la cabina del camión.

Casi no llega al acelerador pero conduce de pie. Sonríe mientras las voces de los otros soñadores a los que les traicionaron promesas le animan desde detrás del camión.

- ¡Andale y Písale fuerte coyotito!

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En reino de lo efímero, el coyote de pronto brilla, Brilla como si tuviera la luna en su corazón.

La luz ciega los mil y un ojos de "cazador que no se sacia" que jamás espero algo tan puro en el tramposo corazon del coyote.

El monstruo tropieza y cae rodando en un bello oasis... que le recibe con los brazos abiertos lleno de "promesas que acaban en pesadilla".

Y como no puede ser de otra forma entre criaturas que han olvidado cómo se perdona, los dos monstruos atacan, devoran, muerden, sangran y mueren.

Un hambre insana e insaciable contra la traición de lo prometido.

Una risa se escucha en la niebla.

Coyote sonriendo oculta su brillo, feliz por tener otra historia que contar a su luna.

R.