Nunca olvidaré ese cielo azul claro y su sonrisa. Los recuerdos son siempre vagos y confusos. Como las burbujas de ramune. Como un carbohidrato que se desvanece. Cuanto más pasa el tiempo, más débiles y menos prominentes se vuelven esos recuerdos. Por eso no recuerdo cuándo ni durante qué situación sucedió aquello. Pero en contraste, el cielo y esa sonrisa están tan frescos en mi memoria como si los hubiera visto hoy mismo. Una hilera entera de girasoles crecía bajo el cielo. Algo blanco revoloteó frente a ese mar amarillo. Una nube... No, no del todo. Estaba revoloteando y moviéndose debido a la brisa. Ah, era su traje de una sola pieza.
(Ramune (ラムネ): Palabra que deriva fonéticamente del inglés "lemonade". Es una bebida gaseosa cuyo sabor original fue lima-limón. Creada en el año 1876 en la localidad de Kobe, por el inglés Alexander Cameron Sim, al principio solo se vendía en Japón. Es famosa por el diseño de su botella que tiene en su interior una canica para evitar que pierda el gas una vez abierta.)
“¡Sou-chan! ¡Esto es genial! ¡Mira! ¡Tantos girasoles!”
En esa época, estábamos en la escuela primaria. Creo que en nuestro tercer año, como mucho.
“Cálmate. Sigue corriendo así y te caerás”.
Aunque es una niña de mi misma edad, la colmé de palabras frías. Sólo quería sonar como un adulto. Un niño que quería parecer maduro.
“¡Pero mira qué hermoso se ve todo esto! ¡¿Cómo puedes estar tan tranquilo?!” Dijo ella, mi amiga de la infancia Kazuhi, a la vez que abría los brazos para mostrar todo lo que la rodeaba.
“¡Mirar! ¡Son tan hermosos!” Gritó mientras daba vueltas y corría más.
“¡Ey! ¡Mira delante de ti! No pasará mucho tiempo hasta que...”
“¡¿Eh?!”
“¡Ah!”
Ni siquiera pude terminar mi frase cuando Kazuhi intentó girar en el lugar una vez más, solo para que sus pies se enredaran y cayera hacia adelante. Corrí hacia ella y le ofrecí mi mano.
“¡¿Estás bien?!”
“Ejeje…”
A pesar de que simplemente se lanzó de bruces, parecía disfrutar, sonriendo felizmente.
“Siempre sonríes, ¿no?” Lo pensé como algo extraño y expresé mis dudas.
No es una exageración. Ella realmente siempre está sonriendo. Cuando jugamos así, o cuando come dulces, entiendo que lo haga. Pero incluso sonríe cuando tiene que limpiar o cuando está ocupada haciendo sus deberes. En cual ocasión en que una persona diría: “Esta no es realmente una situación en la que debas reírte”, ella sonreía. Kazuhi siempre parecía feliz y realizada sin importar la situación.
“Mmm... Pero eso es porque estás conmigo, Sou-chan”.
“¿Eh?”
Sou-chan obviamente se refería a mí. Pero, ¿por qué estaba hablando de mí ahora?
“Es gracias a ti que puedo divertirme todos los días. ¡Puedo sonreír y reír así porque estás a mi lado!”
Nos pasó una brisa. Los girasoles a nuestro alrededor revoloteaban, al igual que el vestido que llevaba y la cinta que tenía alrededor de su muñeca. Mi amiga de la infancia, un cielo azul, un campo de girasoles y un sombrero con un vestido blanco de una pieza... Era un ejemplo pintoresco de un ‘recuerdo de verano’. Y como estaba tan extraordinariamente bien hecho, casi parecía irreal. ¿Sucedió realmente o simplemente lo soñé? Esa duda todavía llena mi mente.
“Por eso… ¡Estemos siempre juntos! ¡Mañana, pasado mañana y para siempre!”
Sin embargo, su sonrisa era demasiado radiante y brillante para haber sido un sueño. Kazuhi se arregló el sombrero y trató de ocultar su cara roja. Si fue porque quería evitar una quemadura de sol, o si fue porque simplemente tropezó y se cayó, no lo sé. Pero entonces apareció una sonrisa debajo del sombrero y dijo:
“Te amo, Sou-chan”.
Era una sonrisa radiante y reluciente. Realmente no es lo mío decir cosas tan emotivas como esa, pero un pensamiento cruzó por mi mente: fue una sonrisa que encapsuló todo el verano.