CREATIVIDAD

"El world Economic Forum situa a la creatividad en el puesto 3º del ranking de las habilidades más necesarias para el 2020 "

"2.1 El pensamiento creativo (PCR)

De Bono [5], distingue entre pensamiento creativo y pensamiento reactivo. El pensamiento reactivo, tradicionalmente utilizado en el pensamiento occidental, consiste en el diálogo y en la argumentación dialéctica; su utilidad se basa en saber reaccionar ante un interlocutor, aunque no genera propuestas. Por el contrario, el pensamiento creativo se centra en cambio en producir propuestas, establecer objetivos, evaluar prioridades y generar alternativas.

De estas definiciones se extrae que se puede aprender a aplicar el pensamiento creativo al igual que se aprende cualquier habilidad. Para conseguirlo hay que racionalizar la confusión que caracteriza al pensamiento, en que la creatividad, la lógica, la información o la esperanza se solapan y nos abruman.

De acuerdo con De Bono, son la intención y los movimientos para llegar a algo, lo que convierte una idea en realidad. La intención de pensar nos convierte a cada uno de nosotros en pensadores, de lo que se trata es de racionalizar el proceso para conseguir alcanzar el objetivo.

De este modo, el proceso creativo se puede disgregar en las siguientes fases:

- Fase de exploración. Se recogen materiales no relacionados entre sí y se hacen conexiones, produciendo nuevas ideas.

- Fase de ruptura. Se analizan estas distintas conexiones y se buscan pautas no usuales.

- Fase de incubación. Se fantasea en la mente y se quebrantan normas, para situar al “objeto” en nuevos contextos, aplicaciones y usos.

- Fase de “eureka”. Se trata del nacimiento real de la idea. Esta fase es imprevisible, aunque existen técnicas para incentivar las ideas, y controlar su aparición.

- Fase de aplicación. Se evalúa la viabilidad de las ideas generadas en las anteriores fases. Esta fase tiene carácter retroalimentador.

Figura 1: Diagrama de fases del Proceso Creativo

EXPLORACIÓN

RUPTURA

INCUBACIÓN

EUREKA

APLICACIÓN

Retroalimentación" (Esclapes Jover, "Ingenieria Industrial creativa")

Diversos autores definen la creatividad como una capacidad que tienen el individuo para resolver problemas, generar nuevas ideas y comunicarlas . Es una capacidad porque la tiene aunque no la use, por lo que debe desarrollarla para aprovechar su potencial. El ser humano sólo llega a su plena autorrealización cuando ha desarrollado al máximo sus potencialidades y, siendo la creatividad su cualidad más propia y específica como individuo, puede suponerse que su pleno desarrollo pasa irremediablemente por la potenciación de dicha cualidad, ya que el ser humano es humano en cuanto a que crea. Para De la Torre (1997), todos los seres humanos son creativos o creadores en potencia, aunque hay quienes no han explotado plenamente dicha creatividad.

(Esclapes Jover, "Ingenieria Industrial creativa")

PERSONA Y COMPORTAMIENTOS CREATIVOS

La creatividad no es una actividad inicial, como erróneamente se piensa, sino que abarca la totalidad del proceso de innovación. Sin embargo, un complemento a lo que indican Ahmed et al. (2012) es que precisamente porque la creatividad surge al enfrentar un problema del contexto, la innovación se da por saltos, no de manera gradual ni esperada. Esto significa que a mayores desafíos y mayor libertad para el pensamiento creativo, mayor posibilidad de innovación existe, por lo que se requiere que las personas creativas cuenten con las características necesarias para ello y que la empresa fomente adecuadamente dichos comportamientos creativos.

BARRERAS A LA CREATIVIDAD

La falta de desarrollo del potencial creativo se debe a una combinación entre socialización y educación, ya que generalmente los sistemas educativos procuran que los alumnos proporcionen respuestas correctas más que soluciones creativas (Clegg y Birch, 2001). También hay restricciones sociales a la creatividad, pues en ocasiones ésta se deja a un lado en función de la seguridad, de tal forma que hay quienes prefieren reducir la creatividad o aparentar una conducta no creativa con tal de asegurar sus posibilidades de socialización y supervivencia en la organización. También se dan casos en que los jefes reprenden o critican sin razón a los trabajadores creativos solo para demostrarles quién tiene el poder en la empresa, a lo que en ocasiones los trabajadores responden limitándose solamente a cumplir órdenes, situación llamada “sobreacatamiento” (Robbins y Judge, 2009). Con esta forma de actuar pierden tanto la empresa como el trabajador.

Para De Bono (1996), el miedo a equivocarse o a no tener razón impide a los individuos arriesgarse al ser creativos, lo que da lugar al mito de que basta con eliminar las inhibiciones para que una persona sea creativa. Por su parte, Clegg y Birch (2001), así como Pfeffer y Sutton (2000), añaden que los principales enemigos de la creatividad son la visión estrecha y la falta de inspiración, como el ejemplo del individuo que sabe tanto sobre el pasado que no hace más que seguir por el mismo sendero ya conocido, aunque tenga la capacidad necesaria para emprender uno nuevo. Debe estimularse el pensamiento lateral propuesto por De Bono (1994), reforzando el pensamiento intuitivo y la orientación a la resolución de problemas.

( De: Importancia y aplicaciones de los conceptos de la creatividad en empresas constructoras Francisco Gerardo Barroso Tanoira1 )

Recent research analyzing 300,000 scores of children and adults on the Torrance Test of Creative Thinking has discovered that creativity scores have been declining since 1990. [6]

[6] Kim, Kyung Hee. "The creativity crisis: The decrease in creative thinking scores on the Torrance Tests of Creative Thinking." Creativity Research Journal 23.4 (2011): 285-295.

Métodos creativos

Utilizar el pensamiento visual para estimular su creatividad (y la de los demás).

Utilizar el pensamiento divergente y convergente en función del reto/situación.

Referencias

Ahmed, P. K.; Shepherd, C. D.; Ramos, L. y Ramos, C. (2012). Administración de la innovación. Editorial Pearson,

México. Barroso, F. (2006). La creatividad en las empresas. Sugerencias para su aprovechamiento. X Congreso Anual de la Academia de Ciencias Administrativas, A. C. (ACACIA). Universidad Autónoma de San Luis Potosí, México.

Barroso, F. (2010). Factores a considerar para desarrollar la creatividad en las empresas. Un estudio en 70 empresas de la ciudad de Mérida, Yucatán. “XV Congreso Internacional de Contaduría, Administración e Informática”. Universidad Nacional Autónoma de México.

Clegg, B. y Birch, P. (2001). Creatividad al instante. Editorial Granica, México. De Bono, E. (1994). El pensamiento lateral. Manual de la creatividad. Editorial Paidós Mexicana, México. De Bono, E. (1996). El pensamiento creativo. Editorial Paidós Mexicana, México. De la Torre, S. (1997). Creatividad y formación: identificación, diseño y evaluación. Editorial Trillas, México. Dessler, G. y Varela, R. (2011). Administración de recursos humanos. Enfoque latinoamericano (5ª. ed.). (L.E.

Pineda y V. Campos, Trads.), Pearson Educación de México, México. Drucker, P. F. (1993). Gerencia para el futuro. El decenio de los 90 y más allá. Grupo Editorial Norma, Colombia. Florida, R. y Goodnight, J. (2005). Gestionar para la creatividad. Harvard Business Review Magazine, pp. 93 a 99. Fobler, H. S. y LeBlanc, S. (1995). Strategies for creative problem solving, Editorial Prentice-Hall PTR, E.U.A. Gámez, G. (1998). Todos somos creativos, Ediciones Urano, Barcelona, España. Pfeffer, J. y Sutton, R. I. (2000). The knowing-doing gap. How smart companies turn knowledge into action. Harvard

Business School Publishing, Boston, MA. E.U.A. Robbins, S. y Judge, T. (2009). Comportamiento Organizacional (13ª. ed.). (J. L. Brito, Trad.), Editorial Pearson-Prentice Hall, México.