La lucha de la Cros
Entre 1915 y 1916 la organización sindical ganaba fuerza en Badalona. La Primera Guerra Mundial provocó un augmento de los precios de los productos de primera necesidad y el empobrecimiento de los obreros se tradujo en un augmento de la conflictividad social y la solidaridad entre las clases populares. En la Fábrica Cros, dedicada a los productos químicos, los trabajadores convocaron una huelga en agosto de 1918 para reclamar más derechos laborales.
El paro duró dos meses y fue secundado de forma mayoritaria por el millar de empleados de esta industria. Más allá de los muertos y heridos, también acabó con centenares de despidos. La reivindicación de la Cros y la indignación obrera por su represión fue un precedente clave para la huelga de la Canadenca, que tuvo lugar en Barcelona seis meses después y es famosa por haber logrado acotar las jornadas laborales a ocho horas diarias.
La noche del 26 de agosto, mientras se celebraba un pleno municipal, los huelguistas se manifestaron en plaza de la Vila ante la vigilancia de la Guardia Civil, que dispersó la concentración por la fuerza. Argumentaban que había habido violencia por parte de los obreros, una versión que en Badalona nadie creyó. El alcalde de Badalona, Jaume Martí i Cabot, dimitió como protesta por la fuerte represión ejercida por la policía.
La prensa local, tanto la conservadora como la revolucionaria, apoyó la versión de los trabajadores. “Desde La Colmena Obrera hasta las publicaciones afines a la Lliga Regionalista coincidieron de forma unánime en que la Guardia Civil había actuado sin razón alguna. En cambio, la mayoría de prensa generalista daba apoyo a la versión del Gobernador Civil”, asegura Albadalejo.