La Guerra de los 80 Años (Guerra de Flandes)

La Guerra de los 80 Años (Guerra de Flandes) sucedió entre 1568 y 1648, y ambas fechas son memorizadas en las escuelas holandesas. Este año se cumple el 450º aniversario del inicio del conflicto, y el Instituto Cervantes y el Rijksmuseum (Ámsterdam) se han propuesto revisarlo juntos a través de una muestra que lo sitúa en su contexto internacional. Quieren mirar de otro modo lo que empezó como una revuelta liderada por Guillermo de Orange contra el rey español Felipe II, y acabó propiciando el nacimiento de los Países Bajos y Bélgica. Una contienda que carga todavía con el lastre de la leyenda negra encarnada en la figura del duque de Alba.

Durante décadas, la guerra desatada en los territorios que Felipe II había heredado de su padre, Carlos V, nacido en Gante, se ha presentado en los colegios holandeses como una lucha de liberación contra España. Así, Guillermo de Orange era el heroico padre de la patria, protestante que luchó contra el ocupante católico. El duque de Alba, en cambio, fue el gobernador español sanguinario que se ganó el apelativo de Duque de Hierro. “Es la famosa leyenda negra, la propaganda de la época del lado holandés. Sin embargo, Felipe II era el soberano legítimo de las Diecisiete Provincias, denominación que durante el siglo XVI se otorgó a los 17 territorios de la región de los Países Bajos [que comprendía los actuales Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, el Norte de Francia, y una parte del oeste de Alemania]. No era un tirano invasor. Antes de que todo se desbordara, el objetivo era ganar libertades para los protestantes y que las ciudades y autoridades locales tuvieran más poder de decisión. El conflicto siguió una ruta inesperada: la rebelión se transformó en guerra civil, y nadie pensó que acabaría creando los Países Bajos y Bélgica”, señaló la pasada semana Gijs van der Ham, comisario de la exposición, titulada La Guerra de los 80 Años. El nacimiento de los Países Bajos, que abrirá el 12 de octubre. La muestra contará con prestamos del Museo del Prado, Patrimonio Nacional, Archivo de Simancas y la Academia de Bellas Artes de San Fernando.

La Guerra de los 80 años dio forma a lo que hoy son los Países Bajos y su historia está tatuada en el ADN de los holandeses como su mito fundacional. El relato de cómo la nación libre surgió como oposición a la intolerancia religiosa de Felipe II, el que fuera su legítimo soberano desde mediados del siglo XVI, y de cómo los protestantes sufrieron las calamidades de los crueles españoles. Toda una serie mentiras y medias verdades que dieron lugar a la leyenda negra que, más tarde, caló en la historiografía europea. Desde entonces, los españoles son los malos de las películas y el Gran Duque de Alba, un hombre que leía a Tácito en latín y contaba entre sus mejores amigos al poeta Garcilaso de la Vega, una fiera corrupia sin corazón.

En el 450º aniversario del inicio del conflicto, la comunidad cultural de Holanda empieza a comprender la guerra sin componentes nacionalistas ni religiosos. Sin mitos. A partir del 12 de octubre, el Instituto Cervantes y el Rijksmuseum (Ámsterdam) abren las puertas a una exposición crítica titulada «La Guerra de los 80 Años. El nacimiento de los Países Bajos», que contará con préstamos del Museo del Prado, Patrimonio Nacional, Archivo de Simancas y la Academia de Bellas Artes de San Fernando. El objetivo es emplazar el conflicto en su contexto histórico y acabar con las mentiras que orbitan a su alrededor.