La Ilustración Española y Americana - 16 de abril de 1873

REVISTA GENERAL.

SUMARIO.

Incomunicados con Europa, — Cinco ó seis días hemos vivido incomunicados con el resto de Europa, con motivo

de las averías causadas en la vía férrea por las partidas carlistas. Verdad es que el telégrafo nos enteraba,— aunque imperfectamente, — de las principales novedades ocurridas durante este tiempo en el extranjero; pero de la manera brutal y concisa que suele hacerlo aquél.

Algo ha mejorado durante la ultima semana la situación de las cosas en España.

El General Velarde, nombrado Capitán general de Cataluña en reemplazo del general Contreras, ha conseguido

restablecer un tanto la disciplina militar allí; su valor, su energía, su decisión han vuelto á la obediencia á los soldados extraviados ó seducidos por malévolas sugestiones; y en consecuencia, el espíritu público se ha reanimado así en aquella industriosa provincia, como en las restantes de la República.

Si el ejemplo del general Velarde es seguido; si en otras partes se procede con igual resolución, todavía pueden esperar los amantes del orden ver éste restablecido, y conjurados los males que nos amenazan.

Falta ahora que el Sr. Nouvilas logre el fruto de sus meditados planes estratégicos, dando un golpe á la insurrección carlista, extendida hoy en Navarra como en el antiguo principado de Cataluña.

Pero los días pasan, y no se tocan los resultados de los esfuerzos, de los sacrificios hechos para sofocar la guerra civil; mientras ella exista no podremos regularizar la hacienda, ni adoptar las graves medidas que imperiosamente exige y reclama la situación del país.

La Semana Santa, á pesar de tantos augurios tristes y de tantas pavorosas predicciones, ha trascurrido en medio de la mayor tranquilidad.

El pueblo de Madrid, dando una nueva muestra de su cordura y sensatez, ha llenado los templos y asistido á los divinos oficios, con la mayor compostura y religiosidad.

Un tiempo magnifico ha favorecido estas solemnidades, permitiendo que jueves y viernes se verificara en la Carrera de San Jerónimo el paseo que antes tenía lugar en la calle de Carretas.

Nuestras hermosas y nuestras elegantes han lucido sus galas y sus preseas, abundando mucho el airoso traje nacional con su correspondiente mantilla de fondo.'— Las hijas de la Duquesa de Sotomayor y las de los Marqueses de la Puente se distinguieron por la gracia y el desembarazo con que vestían la antigua basquiña

española.

El Sr. Figueras, jefe del Poder ejecutivo, acompañado de su virtuosa consorte, ha visitado diferentes iglesias, excitando el interés su devoción y recogimiento.

Según la antigua costumbre, los teatros suspendieron sus funciones desde el Domingo de Ramos hasta el de Pascua, en el que volverán á abrirse todos, menos el de la Opera, con funciones variadas.

Al del Circo vendrá próximamente una compañía italiana, al frente de la cual figura la célebre actriz Jacinta Pezzana Gualtieri. LA ILUSTRACIÓN dará cuenta de los triunfos que alcance en la escena patria, y publicará oportunamente su retrato, para que se vea que la hermosura es casi siempre inseparable del talento.

Otra artista, bella también, y si no célebre todavía, en camino de serlo pronto, ha desaparecido rápidamente de nuestro lado. — Aludimos á Dionisia Fité-Goula, que ha pertenecido durante la temporada última al coliseo de Oriente, y que ha muerto en pocas horas, llena de juventud y de porvenir. Todavía el sábado último cantaba en el Conservatorio en el concierto dado á beneficio del violinista Pérez, y nada hacia temer su prematuro fin. Una enfermedad cruel y terrible la ha arrebatado del mundo de los vivos, como el huracán impetuoso arranca y destruye en un momento las flores que adornaban el verjel. Ha muerto en su patria, pero lejos de sus tiernos hijos y de su amante esposo, quienes solo podrán llorar sobre su tumba la madre y la esposa que tan inesperadamente han perdido.

EL MARQUES DE VALLE ALEGRE. 12 de Marzo de 1873.

NUESTROS GRABADOS.

D. EDUARDO CHAO, MINISTRO DE FOMENTO.

Sin pretender escribir una extensa biografía del hombre público cuyo nombre sirve de epígrafe á este suelto, porque no lo permite el pequeño espacio que se nos ha señalado, ofreceremos algunos apuntes exactos que acompañen al retrato de la página primera de este número.

Eduardo Chao, uno de los más antiguos republicanos españoles, nació en el pueblo de Rivadavia (Orense), aunque, por haberse trasladado sus padres á Vigo, á causa de las persecuciones que sufrieron por parte del general Eguía, llamado el segundo Carlos de España, muchos le consideran como hijo de dicha ciudad.

En ella se educó, y allí apareció su primer escrito, inspirado por la revolución de 1840, y titulado Causas de la revolución de Setiembre; pero bien pronto se trasladó á Madrid, cuya verdadera efervescencia política y literaria ofrecía ancho campo á la actividad y talento del joven escritor republicano, y publicó otros trabajos notables, que fueron acogidos con aplauso.

Muertos los periódicos republicanos, en varios dé los más avanzados, principalmente en El Espectador, escribió muchos artículos en defensa de soluciones muy radicales, y casi se puede asegurar que uno de ellos motivó el célebre decreto de González Brabo contra la prensa liberal.

Dedicábase Chao al mismo tiempo al estudio de las ciencias naturales, y nadie ignora la señalada parte que tomó en la publicación de la Biblioteca ilustrada de los Sres. Gaspar y Roig, como director de la misma, que tanto popularizó la lectura en nuestra patria.

Entonces fue cuando escribió, con la colaboración de otros dos escritores, el Diccionario democrático, y

él solo la continuación de la Historia de España del P. Mariana hasta nuestros días, a cuya obra siguió la

Geografía histórica de España y su gran cuadro sinóptico de la citada Historia de España.

Elegido diputado por Orense en 1854, después de la revolución de Julio, fue uno de los diez y nueve Constituyentes que votaron contra la monarquía y el trono de Doña Isabel II; mas después de la contra-revolución de 1856, separado algún tanto de la política, dedicóse al estudio de las cuestiones económicas y sociales, publicando El Crédito, periódico en que se trataba de estas materias como en un palenque libre, al que podían acudir todas las opiniones.

Nombráronlo algunas compañías de crédito individuo de su consejo de administración, y aun se encontraba dirigiendo La Unión cuando ha sido elegido para el alto cargo de Ministro de Fomento.

Sin embargo, conspiró en 1866 contra la situación política de aquella época, y tuvo la suerte de librarse de las iras del Gobierno, por haber salido de Madrid en el mismo día en que la policía se presentó en su casa habitación

para prenderle.

Eduardo Chao, joven, de talento y dotado de verdadera y sólida instrucción, puede prestar muchos servicios a España y a la República, desde el alto puesto á que le han elevado sus propios merecimientos y el afecto fraternal que le profesan, sus correligionarios políticos.

LOS BATALLONES DE FRANCOS EN ESPAÑA.

Desde que se inició !a guerra civil en 1827, cuando una parte de Cataluña se sublevó contra Fernando VII, aun en vida de este monarca, proclamando rey de España á su hermano D. Carlos María Isidro, siempre que en nuestra patria han estallado sublevaciones carlistas, se ha tratado de organizar los batallones de francos para combatir dichas sublevaciones, prestando ayuda al ejército español.

Sabido es que antiguamente se designaban también los francos con el gráfico nombre de peseteros, tomado

del prest de campaña que estaba señalado á cada uno de los individuos que en ellos se alistaban, y preciso es reconocer que durante la sangrienta y cruel guerra de 1834 á 1840, y aun en la segunda campaña carlista de 1847 á 1848, ni fueron ellos los que menos auxilios prestaron á la causa de la libertad, ni tampoco los que más economizaron su sangre en los campos de batalla.

Testigos sean las innumerables acciones de guerra en que tomaron parte activa, principalmente en Cataluña,

en el Maestrazgo y en la Mancha, y el odio cordial, como suele decirse, que les profesaban las bandas carlistas, las cuales pocas veces perdonaban á los desdichados peseteros que resultaban prisioneros de guerra. Verdad es que éstos, por lo general, correspondían á los carlistas con un odio semejante, pues raras veces concedían cuartel al infeliz rendido, en aquella época de sangrientas y ominosas represalias.

Hoy, cuando otra imponente sublevación carlista se enseñorea, hace ya nueve meses, de las provincias catalanas, y aparece también formidable en las provincias vasco-navarras, son varios !os pueblos que han formado batallones de francos para combatir á los carlistas, ya iniciando un enganche especial, ya movilizando los voluntarios de la república.

Barcelona ha sido uno de estos pueblos, según se sabe, y no hace muchos días que salieron dos batallones de francos de la capital del antiguo Principado, con el objeto de encaminarse á la alta montaña, en busca de las facciones carlistas.

Nuestro grabado de la pág. 229 es una copia d'après nature del aspecto que ofrecían las afueras de la ciudad

condal, en la tarde en que marchó uno de los batallones aludidos, acompañado por un gentío inmenso que le aplaudia con entusiasmo.