El siglo XVIII aparece en España como un período de progreso económico: la población creció y se produjo un alza en los indicadores económicos (aumento de la producción agrícola y del comercio).Pero estas promesas se vieron truncadas por los desastres de las guerras napoleónicas, hundiéndose España en la inestabilidad política, la guerra civil crónica y la regresión económica.
Es, pues, necesario, realizar un intento de explicación. Podemos entrever tres causas generales: