La situación de la Armada española tras la Guerra de Independencia era cuanto menos crítica. La Hacienda española estaba gravemente dañada tras las últimas décadas de conflictos y la propia Guerra contra Napoleón. Por esta razón a la llegada de Fernando VII no se esperaba mejora alguna, quedando la Armada a la deriva durante dos décadas.
Ante esta perspectiva es de suponer que la política naval fue nula en la primera mitad del XIX. Los problemas sociopolíticos españoles derivaron en una desatención de otros aspectos como la política exterior, dejando de lado la recuperación de prestigio o posición respecto al resto de potencias. La sucesión de levantamientos y pronunciamientos liberales, junto a las políticas de represión de Fernando VII frenaron los estadios de desarrollo español por no ganar un gobierno que diera estabilidad al país. Esto formó parte de los motivos por los que se desatendió a la Armada, que por falta de dinero y medios echó a perder sus instalaciones y medios, ocasionando ruina y penurias entre oficiales y gente de mar, así como en las maestranzas. Para ejemplificar lo que planteamos, destacaremos que los informes de la década de los 30 del XIX, indican como en el Arsenal de Cartagena se inundaron los diques de carena por falta de mantenimiento.