Los guardaagujas
Dentro del grupo de los trabajadores de estación, los guardagujas constituyeron uno de los oficios más representativos e importantes desde el punto de vista de la explotación. Su función estribaba en accionar las agujas, señales y otros dispositivos que permitían establecer los itinerarios de los trenes, especialmente en las entradas y salidas de las estaciones, o en tareas de clasificación. Era, en suma, una tarea muy delicada, ya que actuaba como el último eslabón de la seguridad de circulación. Hasta que se automatizaron los enclavamientos, ya en la segunda mitad del siglo XX, era frecuente observarles bien con los faroles y otros elementos auxiliares, bien a pie de aguja esperando los trenes.
Guardaagujas esperando el paso de un tren expreso (Revista "Blanco y negro" del 19 de marzo de 1898).
La literatura se ha ocupado de ellos, como podemos ver en la siguiente referencia perteneciente a Ignacio Aldecoa que, con toda seguridad, describe a uno de ellos:
"Por entre las vías centrales, vacías, caminaba un empleado abrigado por un zamarrón, llevando en la mano un farol de señales. Saltaba de traviesa a traviesa. Entre las traviesas se formaban charcos de agua negra con grasa sobrenadando que a la luz se irisaba."
El uniforme de M.Z.A. constaba de una gorra confeccionada en paño azul turquí con una faja de grana, que soportaba el distintivo de la categoría -un galón de lana amarillo-, las iniciales de la compañía y la locomotora dorada. Los botones del barbuquejo eran dorados, y la visera de charol. El resto de las prendas presentaba sensibles diferencias respecto a las otras categorías:
Una levita abrochada de paño castaño oscuro con cuello derecho encarnado, con diferentes adornos encarnados en las mangas, presillas en hombros y caderas, dos hileras de botones de uniforme dorados (gran tamaño), y botones pequeños dorados de uniforme en las mangas.
Guardaagujas esperando el paso de un tren en España en el 1966.
Un pantalón azul turquí, con franja encarnada en las costuras laterales.
Un cinturón de cuero negro, con su cartuchera y bandera de señales metida en su funda de cuero negro.
Un gabán de paño castaño oscuro, con dos hileras de botones de uniforme dorados (gran tamaño), cuello derecho encarnado con idénticos adornos que la levita y presillas en las caderas para sostener el cinturón.En Norte el uniforme de esta categoría resultaba algo más expresivo y rico en prendas y complementos:
Una gorra de paño azul con dos galones encarnados de estambre como distintivo.
Una chaqueta de paño pardo con capucha móvil, que llevaba superpuestos en las bocamangas los dos galones encarnados de estambre.
Un chaleco de paño como el de los jefes de estación.
Un pantalón de edredón negro mate.
Un gabán de paño castaño (forma capote ruso) con capucha, forrado de bayeta roja fuerte, con dos carreras de botones dorados de 21 mm. de diámetro, y con los dos galones encarnados de estambre en las bocamangas.
Una blusa de paño pardo abierta con ocho botones amarillos de 1 5 mm., cuello a la marinera con dos galones encarnados de estambre, mangas cerradas con puños y un botón amarillo de 15 mm.Como complementos, una bufanda negra de 2 m. de largo y 0,50 de ancho; una corbata de lana negra y un cinturón de cuero negro sin charolar de 45 mm. de ancho, con chapa amarilla de 7 cm. de largo y 5 de ancho con las iniciales FCN caladas.
En esta compañía se crearon dos categorías auxiliares de los guardagujas denominadas guarda de día y noche y mozo fijo, cuyas funciones se extendían además a la vigilancia de la vía en donde terminarán prestando definitivamente su servicio. Sus uniformes se diferenciaban respecto a los de los guardagujas en que el distintivo incluía un solo galón encarnado de estambre, y en que llevaban un escudo de latón amarillo, de 3 cm. de alto y 5 de ancho, con un número de orden calado en el centro y cosido en medio de la franja de la gorra.
Esta función productiva evolucionó técnicamente de manera progresiva hacia una mayor sencillez, pasando de un nivel manual en donde las agujas estaban situadas de forma aislada, hacia un nivel mecanizado en donde se concentraban en un único espacio. En las estaciones de mayor nivel era normal que las agujas se reuniesen en las denominadas casetas de enclavamientos, quedando, además, relacionadas con las propias señales. Su servidumbre exigió el desdoblamiento de los guardagujas en otra categoría auxiliar que asumiese las partes del trabajo menos importantes, los denominados mozos de agujas, sobre los que recayó el mantenimiento y la limpieza de estas instalaciones.
Cuando se inició la gestión de la Red Nacional (RENFE) este desdoblamiento ya había tenido lugar. El uniforme de los guardagujas estaba compuesto únicamente por una gorra floja de algodón tintado en azul marino, una visera plana y un barboquejo, ambos de charol. Llevaba bordado en torzal granate el emblema de Renfe en la parte frontal de la nesga, y en el cinturón el distintivo de la categoría: dos ramas de hoja de palma formando un semicírculo, que semiencierra una señal cuadrada, y que se entrelaza en su parte inferior con otras dos ramas de dos hojas de roble a cada lado.
Los mozos de agujas vestían el mismo uniforme, con la única particularidad que sólo llevaban bordada una hoja de palma.
"Historia y evolución del uniforme ferroviario", Miguel Muñoz Rubio, Fundación de los Ferrocarriles Españoles, Barcelona 1993.