Antiguo semáforo ferroviario cerca de Matallana
Cerca de la estación de Matallana, en la linea de FEVE de león a Bilbao, se encuentra el poste metálico de este antiguo semáforo de brazo. Le faltan todos los mecanismos, el brazo y el conjunto de vidrios rojos y verdes. Todo ello se accionaba a distancia con unas palancas que movían unos alambres de hierro a través de soportes y poleas. Al semáforo se le conocía como "el disco" y servía para indicar también la zona de la vía en la que se encontraba. Se hablaba de que el tren se encontraba parado en el disco a la espera de que le permitiesen entrar en la estación.
En estos cojinetes se insertaba el eje del brazo del semáforo. La polea guiaba el cable que permitía subir y bajar el farol.
Este es el poste del semáforo tal como se conserva hoy en día.
Con esta manivela y su trinquete se subía en su día el farol para la luz roja o verde del semáforo.
El farol corría sobre esta guía de pletina de hierro. En la época de que yo me acuerdo, el farol había sido sustituido por una bombilla.
Sobre este cojinete se montaba el eje del mecanismo de cambio de los vidrios de color del semáforo.
Este semáforo completo se encuentra en el museo del ferrocarril de Mataporquera, o mejor dicho, el Centro de Interpretación del Ferrocarril de La Robla que es su denominación oficial.
En el libro "El ferrocarril de La Robla", Javier Fernández López - Carmelo Zaita podemos leer lo siguiente:
El tráfico por la línea de La Robla empleó siempre el clásico sistema de teléfono escalonado estación a estación, si bien se establecieron algunos circuitos directos entre estaciones de importancia. Así, en 1910, y merced al convenio con la Compañía de Santander a Bilbao, se colocó una línea de teléfono directo con Bilbao, sobre postes de aquella compañía, desde Irauregui. En 1947, entre Guardo y Cistierna, y en 1955, entre León-Cistierna y La Robla.
Los teléfonos y su instalación fueron concedidos en un principio a "Ahlemeyer", pero en 1922 se sustituyeron hasta veinte de ellos por otros más modernos, labor que continuó posteriormente.
En 1970, se puso en servicio un curioso "sistema básico de radioteléfonos" para enlace directo entre Bilbao, Valmaseda, Espinosa, Guardo, Cistierna y León. Que sepamos, no fue una iniciativa muy afortunada.
Para regular la marcha de los trenes entre estaciones. se seguía el "Reglamento de Circu1ación de trenes por vía única", y el de "Señales", en cuyos detalles no entraremos por ajustarse a las pautas comunes en el resto de las líneas. la petición y concesión de vías sigue el esquema ordinario de telefonemas.
La protección de las estaciones se realizaba, y realiza en muchos casos. por medio de señales semafóricas de brazo, construidas con una estructura de celosía, sobre la que se instalan un brazo en forma de flecha. De noche daban las luces verde y roja con su significado habitual, y aunque el Reglamento de señales de la empresa habla de luz blanca para "vía libre" y roja para "detención", lo cierto es que esta clave hace mucho tiempo que no se utiliza, y seguramente es mera copia textual del Reglamento al uso. De día, el brazo levantado 45 grados es "vía libr" y horizontal "alto inmediato".
Los semáforos habían sido construidos por "Averly y Cía" en Bilbao y, de acuerdo con los datos a nuestro alcance, se colocaron desde la misma construcción de la línea. Su posición se regulaba mediante acción funicular por medio de una palanca instalada casi siempre fuera de la estación, que
recorre un sector, sin que existieran, salvo en el empalme de Matallana. que usó una cerradura tipo "Boure" instalada por "Trayvou". otros tipos de enclavamiento.
En 1932, en todas las estaciones que contaban con fluido eléctrico, se instaló luz de esta clase en los semáforos con una pequeña bombilla, mejora que se extendería a las estaciones progresivamente electrificadas.
Por lo que toca a su posición, los semáforos de entrada están situados a cierta distancia de las agujas extremas. para proteger las maniobras que rebasen los desvíos de salida.
Algunas estaciones como Guardo, Matallana y La Vecilla. cuentan desde hace tiempo con señales luminosas de dos aspectos.
Semáforo de entrada a La Robla, tal como aparece en el libro de Javier Fernández.
Este es el punto en donde confluyen las vías hacia León y La Robla, con los nuevos semáforos.