ESPORADA, QUÍMICA Y MICROSCOPÍA:
- Reacciones químicas: Con la potasa la carne vira al marrón pardo. Con el ácido sulfúrico -mucha precaución- a rosa. Con el lacto-fenol a pardo violeta. Negativa la reacción con el guacayo
- Esporada: Blanca.
- Esporas: Elipsoidales, lisas, hinalinas y no amiloidas. De 16 a 22 X 9-14 micras, blancas.
- Basidios: Tetraspóricos.
ECOLOGÍA:
- Aparece en veranos lluviosos y aguantan hasta principios del invierno. Es un taxon que vive en madera, muerta o viva. Esto es que puede ser saprófito o parásito, cambiando su forma de vida aleatoria y provechosamente.
COMESTIBILIDAD:
- Es aprecida y hasta comercializada en zonas de Estados Unidos y del este de Europa. Nosotros la consideramos una seta mediocre, fundamentalmente por su amargor. Si a los ejemplares jóvenes se les quita la cutícula y se cocinan -volviendose negruzcas- desechando el agua de la primera cocción, queda un plato de aceptable calidad. Nunca deben de comerse crudas.
PRECAUCIONES:
- Se puede confundir con el abundante Hypholoma fasciculare, que es tóxico. Este taxon tiene coloraciones más amarillas de la carne, sombrero y pie, además no tiene anillo bien formado y si restos de cortina. Además es muy amargo, nos daríamos cuenta al probarlo ya que no se va el mal gusto aún después de la cocción.
Mucho más se parece al Clitocybe tabascens, distinguiendose únicamente en que este último no tiene anillo. Es un buen comestible.
COMENTARIOS:
- Esta especie ha sido estudiada profusamente por las consecuencias destuctivas que tiene en los bosques. Así se han determinado hasta diez variedades distintas. Todas ella con las mismas cracterísticas fatales para los árboles invadidos. La forma de transmisión no es la habitual, esto es por esporas - que también lo es-, si no que se infectan por las raices o la corteza. Así un mismo foco puede invadir todo un bosque. Producen una especie de rez -rizomorfo- que se extiende por todo el árbol, incluyendo las raices, y se propaga por contacto a otros individuos. Su destrucción es costosa, ya que al cortar el árbol, el tocón queda infectado, y habría que sacar las raíces del suelo y quemarlas. El tiempo que aguanta un árbol infectado es muy variable, dependiendo de si la étapa del hongo es saprófita o parásita, llegando a ser de cientos de años o de meses.