Juanelo Turriano

MODERNA

Juanelo Turriano y el artificio de Toledo

Juanelo Turriano nació en Cremona (en el Milanesado) en 1501 y llegó a España en 1529, llamado por Carlos I. El emperador le nombró Relojero de la Corte y realizó fabulosos encargos como el “Cristalino”, un reloj astronómico. Después pasó a servir a Felipe II como Matemático Mayor e incluso participó en la creación del Calendario Gregoriano requerido por el Papa Gregorio XIII.

En 1534 se instaló en Toledo, donde creó un autómata de madera, el Hombre de palo y una rudimentaria ametralladora, esbozando también diseños de máquinas voladoras. Pero aún había de darle a Toledo lo mejor de su ingenio.

Juanelo Turriano y el artificio de Toledo

A su paso por Toledo, el Tajo ofrece un desnivel de casi cien metros, así que se le requirió para que ideara la forma de subir el agua a la ciudad. Para ello, Juanelo Turriano ideó el “artificio de Toledo”, una enorme máquina compuesta de brazos de madera que actuaban como cucharas y engranajes, que se accionaban gracias a una rueda hidráulica impulsada por la misma corriente del Tajo. De esta forma el agua iba pasando de una cuchara a otra salvando automáticamente el enorme desnivel de forma tan eficiente que superó en un 50% las especificaciones requeridas por su contrato, elevando diariamente desde el Tajo unos 16.000 litros de agua.

Juanelo Turriano y el artificio de Toledo

La primera parte del artificio acababa en el Alcázar de Toledo, y al ser de propiedad Real solo beneficiaba al ejército, se le pidió que ejecutara una segunda obra que llevara el agua a la propia ciudad, cosa que también hizo. Por desgracia, nadie quiso pagar la primera parte de la obra por un embrollo legal entre Juanelo Turrino, el ejército y la ciudad, y como Juanelo había adelantado el dinero de la obra, se arruinó.