Citroën Picasso

El Citroën Picasso o el Picasso Citroën, ¿cuál te quedarías?

Hay una realidad inevitable en la industria del automóvil: Cuando se trata de bautizar un coche, nomen no est omen, o traduciendolo del latín "el nombre no es un presagio". En algunos casos, como el del Ford Probe, esto es algo positivo. En otros coches con cara feliz, hay algo de tristeza escondida en su alma, como el caso del Daihatsu Charade (Charade quiere decir payasada o farsa). Pero por todos los productos de nombres complicados o insustanciales en los que se han gastado millones a lo largo de los años, hay uno que está por encima del resto en sufrimiento y angustia causada a cada ser humano inteligente: El Citroën Picasso.

No entraré en una aburrida explicación sobre cuán de profundamente inapropiado es esta combinación de nombre y marca. Puedes imaginarte leyendo la introducción cómo me sienta esa elección de nombre. Pero en su lugar, lo que te voy a ofrecer es un examen de la reacción de otros críticos, concretamente la de Andy Saunders, creador en 2007 de un coche único, obra de carte, el Picasso Citroën.

Puede que estés al tanto del Picasso Citroën, ya que fue presentado en el Goodwood Festival of Speed de 2007. Basado en el antiguo 2CV, Saunders y su equipo trabajaron durante seis meses para crear una versión automovilística del retrato de Dora Maar, el cuadro de 1938 del genial pintor español. Encontré la traslación como un proceso de impresionante éxito, hasta el punto de merecer un examen mucho más profundo del que, hasta la fecha, se le ha aplicado en la prensa del motor. Específicamente, creo que merece la pena discutir cuáles de los elementos de diseño pueden ser tomados de esta propuesta y aplicarse más allá del Picasso Citroën.

Me gustaría hacer un prefacio a mis argumentos declarando que durante esta conversación vamos a hablar de contenido y no de formas: Si bien el esquema cromático y las formas del 2CV de Saunders rozan lo ridículo, la colocación de cada uno de los elementos es realmente significativa. Para empezar, el Picasso Citroën, visto en plano desde arriba, no es simétrico a lo largo de su eje longitudinal. Visto desde el frente, el capó está torcido hacia la izquierda, dejando una aleta con el trabajo de soportar ambos faros, y la otra quedando abandonada. Visto desde arriba, el techo plegable típico del 2CV ha sido desplazado hacia un lado por una línea policromática. La trasera también tiene distorsiones que te dejarán loco, como la ventanilla trasera, el capó del maletero, los pilotos posteriores o el paragolpes, que no comparten entre sí un eje común de simetría.

No puedo pasar por alto la importancia de esto: La regla de que los lados de pasajero y conductor han de ser simétricas está tan embebida en la industria automovilística que cuando los consumidores ven algo distinto no entienden que no es una norma obligada. Si quieres hacerte una idea de cómo de integrada está la idea de la simetría en los coches, basta con que imagines cualquier coche y pienses qué ocurriría en tu cabeza si no fuera simétrico. Pero aún con todo, este Picasso Citroën tiene dos lados completamente diferentes, siendo más rico de ver, con más aspectos que contemplar.

Obviamente, hay poderosas, razonables e importantes razones para hacer un coche simétrico a lo largo de su eje longitudinal, empezando por razones de producción en masa, costes o leyes relativas a la seguridad, por ejemplo en lo relativo al posicionamiento de faros y reflectores. Y claro, el Picasso Citroën no cumple ninguno de estos estándares de seguridad. Pero dentro de ese rupturismo ante la Comisión Europea y sus leyes, Saunders también ha roto otra tradición automovilística: La de que un coche tenga quetener cara, con "dos ojos" y "una boca". Si bien el retrato de Dora Maar no es tan extremo como otras obras posteriores de Picasso, sí que muestra los ojos de la señora, ambos, a un lado de su cara. Para trasladar esta idea al 2CV, ambos faros del coche se colocan sobre la misma aleta. Para agregar mayor exageración, la calandra ha sido inclinada 45 grados y desplazada hacia la izquierda. El resultado es que el coche no es inmediatamente reconocible como una cara, pero obviamente "sigue siendo el frontal" del coche. ¿Por qué otros coches no se atreven con la idea de "dejar de tener cara"? ¿por qué esta idea es tan imposible de aplicar?

Otro efecto más desapercibido, pero igualmente importante, está en la ruptura de la idea de contar con un único "piso inferior". Específicamente, cada puerta y su aleta correspondiente trabaja para romper visualmente la idea de un coche que tiene "un único suelo". En el lado del conductor, las puertas se solapan sobre el chasis, dejando ver a través de ellas piezas del piso del chasis, mientras en el lado del pasajero las puertas parecen haberse plegado sobre sí mismas. Esto nos lleva a la cuestión de "dónde termina el coche". Aletas, puertas y piso del vehículo ya no conforman una perfecta relación. Esto nos perturba, pero ¿por qué? Porque no estamos acostumbrados a nada que no parezca "flotar" de manera uniforme y paralela al suelo sobre las ruedas.

Revisando las opiniones sobre el Picasso Citroën, está claro que la forma del automóvil distrajo a los editores del sector sobre el contenido. A fin de cuentas, es sencillo encontrar las referencias con el retrato de Dora Maar y quedarse con el juego cromático de la pintura. Pero la cuestión correcta a plantearse sería por qué nos impresiona el coche nada más verlo. ¿Cuáles son nuestras nociones calcificadas en el diseño del automóvil que nos permiten tomarnos en serio al Citroën?

Es mi consideración personal que la mayor parte de diseño automovilístico actual es innecesariamente aburrido. ¿Por qué no arrancar a plantearse los dogmas de la industria con un coche-obra de arte como este? Libre de las obligaciones de cumplimiento con leyes y características de producción en masa, es una buena manera de experimentar y entretener. Pongámoslo de otra manera: Puede que tu no quieras tener un Picasso Citroën, pero está claro que parte de las ideas que en él se aprecian podrían ser aplicadas a nuestros coches de diario. Gracias señor Saunders por enseñarnos el camino.