La Reina del Cielo

 En el Reino de la Divina Voluntad

De los escritos de la Sierva de Dios Luisa PiccarretaLa Pequeña Hija de la Divina Voluntad

Conoceremos a nuestra Madre y Reina del Cielo


Conoceremos de Ella misma, su FIAT y cómo nuestra alma puede alcanzar el vivir en la Divina Voluntad


Ella vive de Voluntad Divina, es la llena de Gracia, es la humildad, inocencia, Amor y atributos Divinos... Es la primogénita, es la elegida para que el Verbo hecho hombre viniera al mundo.

En las lecciones se nos describe cómo en su niñez, subía a la Corte Celestial y se abandonaba como niña en el regazo de Nuestro Padre, cómo la naturaleza le hacía calle de honor a su paso...  

La niña María pronuncia su Fiat desde la encarnación y lo sigue pronunciando a lo largo de su vida, al momento en que el arcángel la visita para anunciarle el mensaje enviado de Dios Padre...  

María vive en la Potencia de la Divina Voluntad conociendo todo lo que a su Hijo le depararía en su vida, pasión, muerte y resurrección, y a lo que ella en cumplimiento de la Voluntad del Padre, pronuncia su Fiat.

Y qué decir de su amor Maternal para con todos, que nos invita a recibirla en Sus 31 visitas, hechas a cada uno de nosotros a través de la Sierva de Dios Luisa Piccarreta, con los escritos consignados en el libro:  "La Reina del Cielo en el Reino de la Divina Voluntad", diciéndonos:  "acepta este don de Cielo que te traigo, acoge mi visita, mis lecciones.... giraré por siglos enteros hasta que haya formado como Reina mi pueblo, como Madre mis hijos, los cuales conozcan y hagan reinar dondequiera la Divina Voluntad"  

La Virgen quiere que le conozcamos y aprendamos de ella, cómo alcanzar el Don de la Divina Voluntad a imagen suya. 

En Jesús, estamos en el Vientre Purísimo de María, luego en Ella también sean nuestros actos para que entregándole nuestra voluntad humana, alcancemos la Divina.   

Recibamos sus reflejos Divinos como mujer, como Hija de Dios Padre, Esposa del Espíritu Santo, Madre de Jesús; y Madre y Reina nuestra.

Indice

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Santo Rosario por el Reino


Llamado Materno de la Reina del Cielo 


Madre Nuestra   

Para el día de la Madre


El Primer Deber. La Adoración  

Día 11 Consagración


Consagración 

De nuestra voluntad humana a la Voluntad Divina


 Vol. 33-40

En Custodia de mi Mamá | Seguros bajo su manto  Marca a sus queridos hijos


Solemnidad de la Anunciación del Señor

25 de Marzo  Lucas 1, 26-38

Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo

Video P. Pablo Martín Sanguiao

La Fiesta del Fiat de Jesús y de María


La Niña María 


Vol. 23-21 Parte 2

La Virgen Sol en virtud del Querer Divino


María Mediadora, Intercesora


Reparación a la Virgen, la Reina del Cielo


Vol. 34-38

El gran don que le fue entregado. Concurro junto con Él  


Meditaciones Marianas 


página en desarrollo

Libro:  "La Reina del Cielo

en el Reino de la Divina Voluntad"


Visita Celestial en el día 11

www.fiatdivinavoluntad.com



"... hija mía continúa escuchándome, 

el primer deber en todos tus actos sea adorar a tu creador, conocerlo y amarlo, 

esto te pone en el orden de la Creación, 

y ven a reconocer a Aquél que te ha creado; 

éste es el deber más santo de cada criatura, reconocer su origen"

 AUDIO

"Estando en mi Voluntad obran a lo divino"


 Vol. 11-12 (2); Marzo 15, 1912



 "me son más queridas estas hostias consagradas por mi Voluntad"



“Hija mía, mi Voluntad es la Santidad de las santidades, así que el alma que hace mi Voluntad, por cuanto fuera pequeña, ignorante, ignorada, deja atrás a todos los demás santos a pesar de los portentos, de las conversiones estrepitosas, de los milagros que hayan hecho; es más, confrontándolos, las almas que hacen mi Voluntad son reinas, y todas las demás están como a su servicio. 

El alma que hace mi Voluntad parece que no hace nada, pero hace todo, porque estando en mi Voluntad obran a lo divino, ocultamente y en modo sorprendente, 

así que son luz que ilumina, son vientos que purifican, son fuego que quema, son milagros que hacen hacer los milagros, y quienes los hacen son sólo los canales, porque en ellas es donde reside la potencia para hacerlos, así que son el pie del misionero, la lengua de los predicadores, la fuerza de los débiles, la paciencia de los enfermos, el régimen de los superiores, la obediencia de los súbditos, la tolerancia de los calumniados, la firmeza en los peligros, el heroísmo de los héroes, el valor de los mártires, la santidad de los santos, y así de todo lo demás, porque estando en mi Voluntad concurren a todo el bien que puede haber en el Cielo y en la tierra. 

He aquí porqué puedo decir que son mis verdaderas hostias, pero hostias vivas, no muertas, porque los accidentes que forman la hostia no están llenos de vida, ni fluyen a mi Vida, en cambio el alma está llena de vida, y haciendo mi Voluntad fluye y concurre a todo lo que hago Yo, he aquí por qué me son más queridas estas hostias consagradas por mi Voluntad que las mismas hostias sacramentales, y si tengo alguna razón de existir en éstas, es para formar las hostias sacramentales de mi Voluntad. 

Hija mía, es tanto el placer que tomo de mi Voluntad, que al sólo oír hablar de Ella me estremezco de alegría y llamo a todo el Cielo a hacer fiesta; imagínate tú misma qué será de aquellas almas que la hacen. Yo encuentro todos los contentos en ellas, y doy todos los contentos a ellas, su vida es la vida de los bienaventurados, solamente dos cosas les interesan, desean, añoran: Mi Voluntad y el Amor. Poco tienen que hacer, mientras hacen todo, las misma virtudes quedan absorbidas en mi Voluntad y en el Amor, así que no tienen más qué hacer con ellas, porque mi Voluntad contiene, posee, absorbe todo, pero en modo divino, inmenso e interminable; esta es la vida de los bienaventurados.”