#9 Lección Divina:  Día 31 Parte 1

"Mi Partida de la tierra al Cielo"

"Qué significa vivir de Voluntad Divina"

"Cumplí la Divina Voluntad sobre la tierra"

"Quiero hacerte mi testamento"

15 de Agosto

Fiesta En Honor

A Tu Voluntad Divina


"La Fiesta de la Asunción

se debería llamar

La Fiesta de la Divina Voluntad"

"Es mi Voluntad la que más que todo fue y es festejada en el día de la Asunción al Cielo de mi Madre Santísima"

"la verdadera causa de esta fiesta es la Voluntad Eterna obrante y cumplida en mi Mamá Celestial" (Vol. 18-2)

Associazione Luisa Piccarreta

Piccoli Figli della Divina Volontà


14 ago 2023

Riflessione di Sr Assunta Marigliano



Atendamos, que se entiende perfectamente

"La Maternidad de la Reina del Cielo"



Promesa Divina


De los escritos de la S. D. Luisa Piccarreta

Libro de Cielo Vol. 36, cap. 46 (7)


"Yo cederé mi puesto en su corazón materno a quien viva en mi Querer; Ella los hará crecer, guiará sus pasos, los esconderá en su Maternidad y santidad, en todos sus actos se verá impreso su amor materno y su santidad, serán verdaderos hijos suyos" 



Padre Celestial, Majestad Altísima, es mi mayor deseo vivir en Tu Divina Voluntad, pronunciando mi Fiat!

Fórmula de Consagración


"Solemne Consagración de mi voluntad a mi Mamá Celestial"


Pronunciemos y hagamos vida, de las siguientes partes como fórmula de Consagración


Ofrecimiento de la voluntad humana a la Reina celestial

Sigue el texto del anterior video.

Fórmula de Consagración: Ofrecimiento de mi voluntad 



Ofrecimiento de la voluntad humana a la Reina celestial


  Mamá dulcísima, heme aquí ante los pies de vuestro trono postrada, soy tu pequeña hija que quiero darte todo mi amor filial, y como hija tuya quiero entrelazar todas las florecitas, todas las jaculatorias, mis promesas que tantas veces he hecho en este mes de gracias, de no hacer jamás mi voluntad, y formando corona quiero ponerla en tu seno como testimonio de amor, de agradecimiento a mi Mamá. Pero eso no basta, quiero que la tomes entre tus manos como señal de que aceptas mi don, y el toque de tus dedos maternos me la convierta en tantos soles, al menos por cuantas veces he tratado de hacer la Voluntad Divina en mis pequeños actos. ¡Ah! sí Madre Reina, tu hija quiere darte los homenajes de luz y de soles fulgidísimos, sé que Tú tienes muchos de estos soles, pero no son los soles de tu hija, en cambio yo quiero darte los míos, para decirte que te amo y para comprometerte a amarme.

  Mamá Santa, Tú me sonríes y con toda bondad aceptas mi regalo, y yo te agradezco de corazón, pero quiero decirte tantas cosas, quiero encerrar en tu corazón materno mis penas, mis temores, mis debilidades, todo mi ser como lugar de refugio, quiero consagrarte mi voluntad. ¡Ah! Mamá mía, acéptala, haz un triunfo de la gracia y un campo donde la Divina Voluntad extienda su reino. Esta mi voluntad a ti consagrada nos volverá inseparables y nos tendrá en continua relación, las puertas del Cielo no se cerrarán para mí, porque habiéndote consagrado mi voluntad, a cambio me darás la tuya, así que, o la Mamá vendrá a estarse con su hija en la tierra, o la hija irá a vivir con su Mamá en el Cielo, ¡oh! cómo seré feliz.

  Escucha Mamá queridísima, para hacer más solemne la consagración de mi voluntad a ti, llamo a la Trinidad Sacrosanta, a todos los ángeles, a todos los santos, y ante todos protesto, y con juramento, el hacer solemne consagración de mi voluntad a mi Mamá celestial.

   Y ahora Soberana Reina, para concluir te pido tu santa bendición para mí y para todos, tu bendición sea celestial rocío que descienda sobre los pecadores y los convierta, sobre los afligidos y los consuele, descienda sobre el mundo entero y lo cambie al bien, descienda sobre las almas del purgatorio y apague el fuego que las quema, tu bendición materna sea prenda de salvación a todas las almas.  

Amén.


Nihil obstat Mons. Giuseppe Asciano,Canciller arzobispal, arquidiócesis de Trani24 de septiembre de 1997

#9 Lección Divina:  Día 31 Parte 1

"Mi Partida de la tierra al Cielo"

"Qué significa vivir de Voluntad Divina"

"Cumplí la Divina Voluntad sobre la tierra"

"Quiero hacerte mi testamento"

"Quiero hablarte de mi partida de la tierra al Cielo, día en el cual terminé de cumplir la Divina Voluntad sobre la tierra"


"Quiero hacerte mi testamento"



https://youtu.be/XgIPxMY5UWw


“La Reina del Cielo en el Reino de la Divina Voluntad”

Día 31 - Parte 1



Hija queridísima, hoy tu Mamá está de fiesta porque quiero hablarte de mi partida de la tierra al Cielo, día en el cual terminé de cumplir la Divina Voluntad sobre la tierra, porque no hubo en Mí ni un respiro, ni un latido, ni un paso en el cual el Fiat Divino no tuviera su acto completo, y esto me embellecía, me enriquecía, me santificaba tanto, que los mismos ángeles quedaban raptados. 

Ahora, tú debes saber que antes de partir para la patria celestial, Yo con mi amado Juan regresamos de nuevo a Jerusalén, era la última vez que en carne mortal estaba sobre la tierra, toda la Creación, como si lo hubiera intuido, se postraba a mi alrededor, desde los peces del mar que Yo navegaba, hasta el más pequeño pajarito querían ser bendecidos por su Reina, y Yo bendecía a todos y les daba el último adiós. Ahora, habiendo llegado a Jerusalén y retirándome dentro de un departamento donde me llevó Juan, me encerré para no salir más. 

Ahora hija bendita, tú debes saber que comencé a sentir en Mí un martirio tal de amor, unido con ansias ardientes de alcanzar a mi Hijo en el Cielo, que me sentía consumir, hasta sentirme enferma de amor, y tenía fuertes delirios y desfallecimientos todos de amor. Yo no conocí jamás enfermedad ni cualquier indisposición ligera, a mi naturaleza concebida sin pecado y vivida toda de Voluntad Divina le faltaba el germen de los males naturales, si las penas me cortejaron tanto, fueron todas en orden sobrenatural, y estas penas fueron para tu Mamá celestial triunfos y honores, y me daban el campo para hacer que mi maternidad no fuera estéril, sino conquistadora de muchos hijos. 

Mira entonces hija querida qué significa vivir de Voluntad Divina, perder el germen de los males naturales que producen no honores y triunfos, sino debilidades, miserias y derrotas. Por eso hija queridísima, escucha la última palabra de tu Mamá que está por partir al Cielo, no partiría contenta si no dejara a mi hija al seguro, antes de partir quiero hacerte mi testamento, dejándote por dote aquella misma Voluntad Divina que posee tu Mamá y que tanto me ha agraciado, hasta volverme Madre del Verbo, Señora y Reina del corazón de Jesús y Madre y Reina de todos. 

Escucha hija querida, es el último día del mes a Mí consagrado, Yo te he hablado con tanto amor de lo que obró la Divina Voluntad en Mí, del gran bien que Ella sabe hacer y qué significa hacerse dominar por Ella, te hablado también de los graves males del humano querer, pero ¿crees tú que haya sido una simple narración? No, no, tu Mamá cuando habla quiere dar, Yo, en el ímpetu de mi amor en cada palabra que te decía ataba tu alma al Fiat Divino y te preparaba la dote en la cual tú pudieses vivir rica, feliz, dotada de fuerza divina. 

Ahora que estoy por partir acepta mi testamento, tu alma sea el papel donde Yo escriba con la pluma de oro del Querer Divino, y con la tinta de mi ardiente amor que me consume, la testificación de la dote que te hago. Hija bendita, asegúrame que no harás jamás tu voluntad, pon tu mano sobre mi corazón materno y júrame que encerrarás tu voluntad en mi corazón, así, no sintiéndola, no tendrás ocasión de hacerla, y Yo me la llevaré al Cielo como un triunfo y victoria de mi hija. ¡Ah! hija querida, escucha la última palabra de tu Mamá que muere de puro amor, recibe mi última bendición como sello de la Vida de la Divina Voluntad que dejo en ti, que formará tu cielo, tu sol, tu mar de amor y de gracia. 

En estos últimos momentos, tu Mamá celestial quiere ahogarte de amor, desahogarse en ti, para que obtenga el intento de escuchar tu última palabra, que preferirías morir, que harías cualquier sacrificio antes que dar un acto de vida a tu voluntad, dímela hija mía, dímela. 

Fiat Divina Voluntad

Consagración Eterna en La Divina Voluntad 

Demos Gracias a Dios 

     Oh Voluntad Divina y Adorable, heme aquí ante la inmensidad de tu Luz, para que tu Eterna Bondad me abra las puertas y me haga entrar en Ella, para formar mi vida toda en Ti, Voluntad Divina.

     Así pues, postrado ante tu Luz, yo, el más pequeño entre todas las criaturas, entro, oh Adorable Voluntad, en el pequeño grupo de los hijos de tu “FIAT” Supremo.

      Postrado en mi nada, invoco y suplico a tu Luz que me revista y eclipse todo lo que no Te pertenece, de modo que ya no mire, ni comprenda, ni viva, sino en Ti, Voluntad Divina.

      Esta será, pues, mi vida, el centro de mi inteligencia, la raptora de mi corazón y de todo mi ser. En mi corazón no quiero que tenga más vida el querer humano; lo arrojaré afuera de mí y así formaré el nuevo Edén de paz, de felicidad y de amor.

     Con Ella seré siempre feliz, y tendré una fuerza única y una Santidad que todo santifica y conduce a Dios.

      Aquí postrado, invoco la ayuda de la Sacrosanta Trinidad para que me admita a vivir en el claustro de la Divina Voluntad, y así regrese en mí aquel Orden primero de la Creación, tal y como fue creada la criatura.

    Madre del Cielo, Soberana y Reina del “FIAT” Divino, tómame de la mano e introdúceme en la Luz del Divino Querer. Tú serás mi guía, mi dulcísima Madre, y me enseñarás a vivir y a mantenerme en el orden y en el recinto de la Divina Voluntad. Soberana Celestial, a tu Corazón confío todo mi ser. Tú me enseñarás la Doctrina de la Divina Voluntad y yo pondré toda mi atención en escucharte. Extenderás tu manto sobre mí, para que la serpiente infernal no se atreva a penetrar en este sagrado Edén para seducirme y hacerme caer en el laberinto del querer humano.

   Corazón de mi Sumo Bien Jesús, Tú me darás tus llamas para que me incendien, me consuman y me alimenten, para formar en mí la Vida del Supremo Querer.

       San José, tú serás mi protector, el custodio de mi corazón, y tendrás las llaves de mi querer en tus manos. Celosamente custodiarás mi corazón y nunca más me lo darás, para estar así seguro de no salirme jamás de la Voluntad de Dios.

     Ángel custodio mío, guárdame, defiéndeme, ayúdame en todo, para que mi vida sea llamada que atraiga a todos al Reino de la Divina Voluntad.

       Corte del Cielo toda, dame tu ayuda, y yo viviré para siempre en la Voluntad Divina.


Amén