"La concebí en Mí, la fecundé

y la formé"

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2ª Hora

2do. Exceso de Amor



Jesús en el seno de su Madre Santísima


El amor lo reduce a la estrechez y a la inmovilidad


Así pues, mi mente se trasladaba y era llevada a considerar a mi siempre amable Jesús, en el purísimo seno de María Santísima, Virgen y Madre, y quedaba estuperfacta al considerar a aquel Dios tan grande en el Cielo, y ahora tan anonadado, empequeñecido y limitado, que no podía moverse, y casi ni siquiera respirar.  

Entonces, la voz interior me decía: “¿Ves cuánto te he amado? ¡Ah!, dame un lugar en tu corazón, quita todo lo que no es mío, y así me darás más amplitud para moverme y respirar”. 

Mi corazón se deshacía, le pedía perdón, le prometía que quería ser toda suya, y me desahogaba en llanto, pero, lo digo para mi mayor confusión, volvía a mis habituales defectos. Y Por eso con todo mi dolor en mi corazón le decía: “Mi Jesús, cuan benévolo has sido y todavía lo eres con  esta miserable criatura; ten siempre piedad de mí!”.

Concebidos En Jesús,

En el Vientre Purísimo

De María Santísima

Vol. 17-53 Julio 20, 1925

"La concebí en Mí, la fecundé

y la formé"

Jesús nos Revela

La Inmovilidad de la Gracia

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AUDIO


De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 17-53 Julio 20, 1925

Inmovilidad de la Gracia en las almas por la ingratitud humana



Encontrándome en mi acostumbrado estado, después de haber pasado privaciones amarguísimas de mi dulce Jesús, finalmente se ha hecho ver, y sin decirme ni siquiera una palabra  me ha puesto en una posición dolorosa, en una perfecta inmovilidad; sentía la vida y no tenía movimiento, sentía el respiro y no podía respirar, toda mi pobre persona no tenía ni un pequeño movimiento, y mientras sentía dolerme no era capaz de retorcerme por el dolor que sentía, pues estaba obligada por la presencia de Jesús y por su Santísima Voluntad a quedar inmóvil.  

Después, cuando el bendito Jesús ha querido, me ha extendido sus brazos como para tomarme y estrecharme a su seno, y me ha dicho:

“Hija mía, ¿has visto cómo es doloroso el estado de inmovilidad?  Es el estado más duro, porque aun sintiendo acerbos dolores, el movimiento es alivio, es señal de vida, las contorsiones son voces mudas que piden ayuda, y despiertan compasión de los presentes.  Tú has sentido cómo es doloroso, ¿pero sabes por qué te he puesto en este estado de inmovilidad?  Para hacerte comprender el estado en el que se encuentra mi gracia, y tener de ti una reparación.  

¡Oh, en qué estado de inmovilidad se encuentra mi gracia!  Ella es vida y movimiento continuo y está en continuo acto de darse a las criaturas, las criaturas la rechazan y la vuelven inmóvil; siente la vida, quiere dar la vida y está obligada por la ingratitud humana a estarse inmóvil y sin movimiento;  ¡qué pena!  Mi gracia es luz y como luz naturalmente se expande, y las criaturas no hacen otra cosa que hacer salir de sí tinieblas, y mientras mi luz quiere entrar en ellas, las tinieblas que expanden paralizan mi luz y la vuelven como inmóvil y sin vida para las criaturas.  

Mi gracia es amor y contiene la vida de poder encender a todos en amor, pero la criatura amando otra cosa vuelve como muerto para ella este amor, y mi gracia siente el más desgarrador dolor por el estado de inmovilidad en el cual la ponen las criaturas.  


Fiat Divina Voluntad

Concebidos En Jesús,

En el Vientre Purísimo

De María Santísima

Vol. 22-22 (3-4) Agosto 28, 1927

"La concebí en Mí, la fecundé

y la formé"

Jesús nos Revela

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AUDIO


De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 22-22 (3-4) Agosto 28, 1927

Concepción de Jesús


(3) Entonces continuaba siguiendo los actos del Supremo Querer, y habiendo llegado al momento cuando la Soberana Reina concibió en su seno purísimo, decía entre mí: “La Alteza de mi Madre Celestial suministró su sangre, su amor y la Voluntad Divina que reinaba en Ella para formar la Concepción del Verbo. También yo quiero suministrar mi amor, mis penas y el Querer Divino que reina en mí, mientras concibe en su seno, para que también yo ponga de lo mío en la concepción de Jesús, para adorar el Eterno Fiat en un acto tan grande, y también para hacer que habiendo dado de lo mío, quede concebido en mí”. Pero mientras esto hacía pensaba para mí: “Son mis habituales extrañezas, pero el resto es amor que quiero dar a Jesús, es su misma Voluntad Divina para honor de su Concepción”. Y Jesús, moviéndose en mi interior me ha dicho: 

(4) “Hija mía, soy Yo que muevo tu ánimo a hacer lo que quiero, y muchas veces no te digo ni siquiera la razón. Tú debes saber que mi Divina Voluntad tuvo su acto primero en la Concepción de Mí, Verbo Eterno, y tu amor y tus actos son actos de justicia y son necesarios para la concepción de la Voluntad Divina en la Humanidad de tu Jesús, porque el primer reino que extendía fue en mi Humanidad. Ahora, para darte el derecho de que pudiese reinar en ti, exigía con justicia tu amor mientras era concebida en mi Humanidad. Y como para mi Supremo Fiat no existe pasado ni futuro, sino que todo es presente, mientras quedaba concebido en la Soberana Reina, quedaba concebido en tu amor, en tus penas, en aquel su mismo Querer que debía reinar en ti, así que tú ahora no haces otra cosa que darle sus derechos, suministrarle lo que se necesita para hacerla concebir en ti, para recibir tú los derechos de hacerle extender su reino, y de tomar con la mano el cetro de mando con absoluto dominio. Entonces lo que a ti te parece nada y rareza, entra en el acto primero de la Divina Voluntad, y tu Jesús, guiándote y tomándote de la mano te lleva en el acto cuando quedó concebido en el seno materno para hacerte poner tu amor, tus penas, a fin de que no faltara tu acto en un acto tan grande que daba el principio al reino de mi Voluntad Divina en la familia humana. Y es esta la causa por la que en todos los actos que Yo hice estando en la tierra, llamo a tu amor para vincularse a aquellos actos, no quiero que te escape ninguno. Son derechos de justicia que exige mi Querer y son anillos de conjunción para darte el derecho de que Él pudiera reinar en ti. Por eso sigue a tu Jesús sin pensarlo”.


Fiat Divina Voluntad

Concebidos En Jesús,

En el Vientre Purísimo

De María Santísima

Vol. 22-22 (3-4) Agosto 28, 1927

"La concebí en Mí, la fecundé

y la formé"

Jesús nos Revela

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AUDIO


De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 23-7 (1-2) Octubre 10, 1927

La Voluntad Divina es múltiple en sus actos mientras es uno solo.


 La Divina Voluntad queda concebida en quien vive en Ella. 


(1) Mi pobre mente continúa siguiendo los actos de Jesús hechos por amor nuestro, y yendo nuevamente a su concepción, ofrecía todos mis actos hechos en su Querer Divino, con todo mi ser en honor de su concepción. Mientras estaba en esto, de mí salía una luz que iba a depositarse en el seno de la Inmaculada Reina en el acto en que Ella concebía, y mi siempre amable Jesús me ha dicho: 

(2) “Hija mía, mi Voluntad Divina es múltiple en sus actos, pero no pierde ninguno, la unidad que posee y su acto incesante mantienen la unidad en sus actos como si fueran uno solo, mientras que son innumerables, y conserva en sus actos el acto de hacerlo incesantemente, siempre, siempre, sin cesar jamás de hacerlo para conservarlo siempre nuevo, fresco, bello y pronto a darlo a quien lo quiera, pero mientras lo da no lo separa de mi Voluntad, porque Ella es Luz, y la virtud de la luz es: Se da, se difunde, se ensancha, se toma de ella cuanto se quiera, pero no se separa, es inseparable por virtud y por naturaleza que posee la luz. Mira, también el sol posee esta virtud, supón que tú tuvieras la estancia cerrada, la luz no estaría en ella, pero si tú abres las puertas la luz llena tu estancia. ¿Se ha tal vez separado la luz del sol? No, no, pero se ha alargado y ensanchado sin separar una sola gota de su fuente, pero a pesar de que la luz no se ha separado, tú has poseído el bien de la luz como si fuese tuya. Más que sol es mi Voluntad Divina, Ella se da a todos pero no pierde ni siquiera una pequeña parte de sus actos.  

Ahora, mi concepción, mi Fiat la tiene siempre en acto, y tú has visto cómo la luz de sus actos hechos en ti se extendía hasta en el seno de la Soberana Celestial, como para hacer concebir sobre de ella a tu sumo bien Jesús, es la unidad de sus actos que concentrándolos todos en un punto, forma sus portentos y mi misma Vida. He aquí por esto que Yo quedo concebido en los actos de mi Querer Divino, en aquellos de la Mamá Divina y de tus actos hechos en Él

Es más, te digo que soy concebido continuamente en todos los actos de aquellos que poseerán el reino de mi Voluntad, porque quien la posee recibe toda la plenitud de los bienes de mi Vida, porque ellos, solamente con los actos hechos en Ella, concurren a mi concepción y al desarrollo de toda mi Vida, por lo tanto es justo que reciban todos los bienes que Ella contiene. 

En cambio, quienes no poseen mi Voluntad, apenas las migajas toman de los bienes que traje a la tierra con tanto amor, y por eso se ven criaturas débiles en el bien, ligeras, inconstantes, todo ojo y todo corazón para las cosas pasajeras, porque faltando en ellas la fuente de la luz de mi eterno Querer, no se alimentan de mi Vida, qué maravilla entonces que lleven sobre su rostro la palidez, que se sientan morir para el verdadero bien, y si hacen alguna cosa, todo es dificultad y sin luz, y crecen deformes, de dar piedad”.


Fiat Divina Voluntad

Libro de Cielo Vol. 35-29 (1-2)

"Si tú no me escuchas Yo no puedo dártelo, y me haces quedar con el don suspendido en mis manos, y en actitud de llamarte siempre, no cesaré de llamarte hasta en tanto no te vea poseedora de mi don".


Fiat Divina Voluntad