Por los Dolores 

y Soledad 

de María

Santísima


De los Manuscritos de la Divina Voluntad

“Compadece al mismo tiempo a mi Madre"

De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 4-63   Abril 5, 1901

Compadeciendo a la Mamá se compadece a Jesús

En el calvario, en la crucifixión, ve en Jesús a todas las generaciones


(1) Continuando el estado de privación, esta mañana parece que lo he visto por un poco junto con la Reina Madre, y como el adorable Jesús tenía la corona de espinas, se la he quitado y lo compadecí todo; y mientras esto hacía me ha dicho: 

(2) “Compadece al mismo tiempo a mi Madre, porque siendo mi sufrir la razón de sus dolores, compadeciéndola a Ella vienes a compadecerme a Mí mismo”. 

(3) Después de esto me parecía encontrarme en el monte Calvario en el momento de la crucifixión de Nuestro Señor, y mientras sufría la crucifixión veía, no sé cómo, en Jesús a todas las generaciones pasadas, presentes y futuras, y cómo Jesús teniéndonos a todos en Él, sentía todas las ofensas que cada uno de nosotros le hacía y sufría por todos en general y por cada individuo en particular, de modo que descubría también mis culpas y las penas que por mí sufría especialmente, como también veía el remedio que a cada uno de nosotros, sin castigar a ninguno, nos suministraba para nuestros males y para nuestra salvación eterna. ¿Pero quién puede decir todo lo que veía en Jesús bendito? Desde el primero hasta el último hombre. Ahora, estando fuera de mí misma veía las cosas claras y distintas, pero encontrándome en mí misma las veo todas confusas. Así que para evitar disparates termino. 


Oremos, A la Reina del Divino Querer


Madre mía hermosa, que estás en el Cielo, haz que a tu Jesús no ofenda jamás; por tanto no permitas que me separe nunca de la Divina Voluntad.

Reina del Divino Querer, tómame en tu regazo materno y enséñame a vivir sólo de Voluntad Divina.

Reina Soberana, viviendo en la Divina Voluntad te pido para mí y para todos tu santa bendición descienda ésta como celestial rocío sobre los pecadores y los convierta, sobre los afligidos y los consuele, sobre el mundo entero y lo transforme al bien, sobre las almas del Purgatorio y extinga en ellas el fuego que las quema. 

Tu bendición materna sea prenda de eterna salvación para todas las almas. 

Amén