Por los Dolores 

y Soledad 

de María

Santísima


De los Manuscritos de la Divina Voluntad

Correspondencia de amor y de agradecimiento por todo lo que Dios obró en la Mamá Celestial

AUDIO

De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 12-142 (3-4)  Diciembre 18, 1920

Correspondencia de amor y de agradecimiento por todo lo que Dios obró en la Mamá Celestial




“…me he encontrado junto con mi dulce Jesús, pero tan estrechada con Él y Él conmigo, que casi no podía ver su Divina Persona; y no sé cómo le he dicho:  

     “Mi dulce Jesús, mientras estoy estrechada a Ti quiero testimoniarte mi amor, mi agradecimiento y todo lo que la criatura está en deber de hacer por haber Tú creado a nuestra Reina Mamá Inmaculada, la más bella, la más santa, y un portento de gracia, enriqueciéndola con todos los dones y haciéndola nuestra Madre, y esto lo hago a nombre de las criaturas pasadas, presentes y futuras; quiero tomar cada acto de criatura, palabra, pensamiento, latido, paso, y en cada uno de ellos decirte que te amo, te agradezco, te bendigo, te adoro por todo lo que has hecho a mí y tu Celestial Mamá”.

Jesús ha agradecido mi acto, pero tanto que me ha dicho:

  “Hija mía, con ansia esperaba este acto tuyo a nombre de todas las generaciones; mi justicia, mi amor, sentían la necesidad de esta correspondencia, porque grandes son las gracias que descienden sobre todos por haber enriquecido tanto a mi Mamá, sin embargo no tienen nunca una palabra, un gracias que decirme”.

Fiat Divina Voluntad


Oremos, A la Reina del Divino Querer


Madre mía hermosa, que estás en el Cielo, haz que a tu Jesús no ofenda jamás; por tanto no permitas que me separe nunca de la Divina Voluntad.

Reina del Divino Querer, tómame en tu regazo materno y enséñame a vivir sólo de Voluntad Divina.

Reina Soberana, viviendo en la Divina Voluntad te pido para mí y para todos tu santa bendición descienda ésta como celestial rocío sobre los pecadores y los convierta, sobre los afligidos y los consuele, sobre el mundo entero y lo transforme al bien, sobre las almas del Purgatorio y extinga en ellas el fuego que las quema. 

Tu bendición materna sea prenda de eterna salvación para todas las almas. 

Amén