Al Inmaculado 

Corazón de María

Vol. 17-40


"en el corazón de mi Mamá había una fibra de amor materno hacia cada criatura. Por eso, con verdad y con justicia la declaré, cuando Yo estaba sobre la cruz, Madre de todos. Ella corría junto Conmigo en el amor, en las penas, en todo, no me dejaba jamás solo; y si el Eterno no le hubiera dado tanta gracia de poder recibir de Ella sola el amor de todos, jamás se habría movido del Cielo para venir a la tierra a redimir al género humano. ...Cuando un oficio es único, viene como de consecuencia que nada se le debe escapar, debe tener bajo su mirada todo, para poder dar ese bien que posee, debe ser como un verdadero sol que puede dar luz a todos… ”


El Reino del FIAT Divino

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De los escritos de la S. D. Luisa Piccarreta

 "en el corazón de mi Mamá había una fibra de amor materno hacia cada criatura. Por eso, con verdad y con justicia la declaré, cuando Yo estaba sobre la cruz, Madre de todos"



De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 17-40 (3) Mayo 1, 1925

(3) “ …Además de Mí está mi Celestial Mamá, que tuvo la misión única de Madre del Hijo de Dios y el oficio de Corredentora del género humano. Como misión de Maternidad Divina fue enriquecida de tanta Gracia, que unido todo junto lo de todas las demás criaturas, celestes y terrestres, jamás podrán igualarla; pero esto no bastó para atraer al Verbo a su seno materno, abrazó a todas las criaturas, amó, reparó, adoró a la Majestad Suprema por todas, de manera de poder hacer Ella sola todo lo que las generaciones humanas debían hacer hacia Dios; entonces en su corazón virginal tenía una vena inagotable hacia Dios y hacia todas las criaturas. Cuando la Divinidad encontró en esta Virgen la compensación del amor de todos, se sintió raptar y en Ella hizo su Concepción, y al concebirme Ella tomó el oficio de Corredentora y tomó parte y abrazó junto Conmigo todas las penas, las satisfacciones, las reparaciones, el amor materno hacia todos; así que en el corazón de mi Mamá había una fibra de amor materno hacia cada criatura. Por eso, con verdad y con justicia la declaré, cuando Yo estaba sobre la cruz, Madre de todos. Ella corría junto Conmigo en el amor, en las penas, en todo, no me dejaba jamás solo; y si el Eterno no le hubiera dado tanta gracia de poder recibir de Ella sola el amor de todos, jamás se habría movido del Cielo para venir a la tierra a redimir al género humano. He aquí la necesidad, la conveniencia de que debido a la misión de Madre del Verbo tenía que abrazar todo y sobrepasar todo. Cuando un oficio es único, viene como de consecuencia que nada se le debe escapar, debe tener bajo su mirada todo, para poder dar ese bien que posee, debe ser como un verdadero sol que puede dar luz a todos… ”