PRINCIPALES RENGLONES ECONOMICOS EN COLOMBIA.

En Colombia existen cuatro renglones económicos plenamente definidos, con gigantescas inversiones e imparables e inmensas utilidades con manejo y propiedad del monopolio político.

La corrupción es el renglón más rentable, totalmente legal, quienes promueven las leyes y manejan las finanzas públicas son sus mayores inversionistas y beneficiarios, sus estrategias son las más variadas y sofisticadas, y goza de una inmensa sociedad férreamente eslabonada, la inversión es muy grande y se hace en época electoral o con el pago de los sobornos.

La guerra ha sido otro renglón económico que ha sabido explotar la clase política durante mucho tiempo, su mayor estrategia ha sido la de lograr mantener en forma soterrada a dos grupos armados al margen de la ley, simulando una lucha frontal en contra de ellos, cuya inversión es especialmente el reclutamiento de menores y el armamentismo.

Narcotráfico, ha sido el más controvertido y aliado íntimo de la guerra y de la política, sus secuelas son ampliamente conocidas y sufridas a nivel mundial.

Los tres renglones están íntimamente ligados, son mutuamente complementarios y suplementarios en su estratégico manejo y obviamente van en forma frontal en contra de toda la sociedad y del resto de la economía y aún de los demás países que trabajan sanamente hacia el desarrollo.

Una de sus mayores estrategias para mantener al pueblo alucinado es la de simular una permanente lucha en contra de estos tres renglones económicos para exterminarlos; esta estrategia a su vez les genera jugosísimos dividendos adicionales.

Este manejo de la economía les ha permitido a la vez monopolizar otros sectores económicos; obviamente el sistema financiero (bancos), medios de comunicación, las mejores tierras y aún el recurso humano.

Indudablemente muchas personas están en prisión, en la tumba, en el exilio o el destierro; por deslealtad o por ir en contra de estos importantísimos renglones de la economía nacional.

Las religiones, muchas veces en forma ingenua, han sido vitales como armas espirituales para la aceptación y el normal manejo de estos tres gigantes, e igualmente las han convertido en un negocio muy jugoso.

La explotación petrolera, aunque es un renglón económico normal, ha hecho juego a todos los anteriores para poder desarrollar con normalidad sus actividades y quizá sin intensión les ha brindado mayor celeridad y fortaleza y a su vez estos le han permitido comportarse abusiva y arbitrariamente explotando en forma extrema la mano de obra y destruyendo las aguas y el medio ambiente.

Las horrendas secuelas de maldad todos los Colombianos las conocen y las han vivido; sin embargo de acuerdo a la relación e intereses que cada quien tenga con ellos da su versión, muchos las defienden aunque conscientemente saben que no es así, logrando mantener a un país totalmente polarizado, aspecto que coadyuva en el fortalecimiento para mantener con vida durante tanto tiempo a estos renglones económicos.

El capital de los colombianos se ha concentrado en estas pocas manos de los políticos y la pobreza ha invadido al resto de la nación y de la economía, sufriendo cada vez una mayor crisis, sin embargo los elevadísimos dividendos que ésta economía subterránea produce generan un PIB muy alto, dando la apariencia de ingresos per cápita y niveles de vida elevados.

Obviamente la aparente lucha intestina entre partidos políticos y mafias por el poder es permanente y a muerte, poniendo siempre de por medio la defensa de los intereses y derechos del pueblo, sin embargo en la realidad y por la misma naturaleza de la mafia, viven en total armonía y con reparto equitativo y se auto protegen muy solidariamente lógicamente en forma estrictamente confidencial y si algo se les sale de las manos surgen grandes escándalos por filtración de la información, chuzadas; seguramente esto ocurre como mecanismo de presión y de chantaje cuando quien sustenta mayor poder abusa de los demás o cuando los de más abajo quieren disminuir distancias.

Los resultados de este divertidísimo y bondadoso juego para unos pocos y funesto y desastroso para el 97% y muy confuso para las grandes mayorías, son una clases política demasiado aburguesada, un pueblo sumergido en la miseria el terrorismo, la confusión, incertidumbre, la desesperanza, una gran crisis económica y la oportunidad para que los norteamericanos metan en forma disimulada sus sucias manos en la intervención en los asuntos de nuestro país, como lo saben hacer.

Sin embargo el país brinda apariencia de desarrollado y modernidad, debido a las lujosísimas inversiones que hacen dichos capitalistas en infraestructura y grandes negocios, para legalizar sus inmensos capitales mal habidos, que a su vez han venido quebrando a los comerciantes tradicionales, con la competencia desleal y en los medios perfectamente alienados a los políticos, convertidos en oficialista; todo por la plata.

Indudablemente ésta economía subterránea o negra ha generado una inflación galopante que teóricamente se mantiene como muy moderada y unos índices de desempleo y de subempleo demasiado altos, que igualmente en teoría no alcanzan a los dos dígitos.

HUMBERTO GONZALEZ PESCA

Economista-Politólogo.