GUERRA

La guerra es tan vieja, como la misma humanidad, sin embargo, las primeras pueden ser consideradas como lides de valientes, en que el mismo que las dirigía o las provocaba, estaba adelante, exponiendo su propia humanidad; hoy en día son más salvajes , criminales mansalveras y con carácter empresarial, donde el empresario, espera resultados, favorables, de quienes obliga a que maten o los maten sin ellos saber por qué, para obtener la gran ganancia económica, ensanchar el poder o conquistarlo; convirtiéndola en el sector más rentable de ésta época.

Esta gran empresa de los asesinos políticos, es tan rentable y efectiva, que la convirtieron en una carrera, adquiriendo cada vez mayor perfeccionamiento y estrategias y se le invierten la mayor cantidad de recursos en el mundo, desarrollando una verdadera ciencia secreta, con armas de inimaginables dimensiones en destrucción de todo lo que pueda alcanzar.

Obviamente surge la carrera armamentista, para perfeccionar sus alcances y efectividad y como industria muy rentable para venderlas a los países menos desarrollados, muchos de los cuales adquieren inmensas deudas y compromisos con las denominadas “potencias”, viéndose posteriormente sometidos a los deseos y voluntad de sus acreedores.

Los individuos o grupos de individuos, que provocan las guerras y que relativamente son pocos, pueden ser considerados como unos verdaderos dementes, enceguecidos por el poder y la infinita ambición que éste les despierta, deberían ser rechazados por el mundo entero; pero desgraciadamente son tan astutos y poseen una retórica de guerra tan estratégica, que terminan obteniendo el apoyo de todas las personas y de otros países, justificando sus obsesivas aberraciones, y convirtiéndose en héroes para las naciones “un presidente con los pantalones bien puestos”.

Muchos países (gobiernos) apoyan a esos sujetos por temor, presión, dinero, reparto del botín cuando se gane la guerra o por muchas cosas oscuras que nunca las naciones logran conocer.

Esos políticos encuentran todo tipo de estrategias y justificaciones, para darle tinte político a la guerra y provocarla; la desinformación, despertando la división masiva y el odio entre los pueblos, la paz, la libertad, la igualdad, Dios, las fronteras, la patria, el honor, acabar con los malos, el bien para los más pobres y necesitados, la muerte de un héroe o de un indefenso pobrecito a manos del bando contrario, muchas veces habiéndolo hecho el mismo que piensa vengarlo, la defensa y protección al pueblo, reclamar los derechos y la igualdad, los niños, la mujer, los ancianos, la izquierda, la derecha, el capitalismo, el comunismo, la dictadura, la supuesta agresión y provocación del bando contrario, aunque en la realidad sea a la inversa, ayudar a los débiles frente a los agresores , peligro que ofrecen otros países por el hecho de que están avanzando en esa susodicha carrera, el asilo a un tirano, un florero, etc. etc. etc.

Prácticamente la mayoría de guerras civiles, internacionales o mundiales, las han desatado los E U, convirtiéndose en el país más peligroso para el mundo entero, sin que nadie le preste especial atención a este fenómeno; abatanan a los países pequeños para evitar que crezcan, conformen bloques, o se subleven y no continúen siendo fuente de explotación y apoyo para ellos; asesinan líderes para colocar algún aliado traidor de la patria a la que pertenezca y se preste para apoyar su o sus pretendidas guerras.

En los últimos años les ha dado buenos resultados, para enfrentar países o bloques de países fuertes, la generación de guerras civiles, a través de la infiltración o de traidores, como el caso de la URSS, o enfrentando a países hermanos, como Israel en el medio oriente, las dos Coreas, la abortada pretensión de Colombia versus Venezuela, etc.

Paradójicamente por la carrera de la guerra es que existe tanta pobreza y necesidades en el mundo, porque es precisamente con el pan que se le quita de la boca a los pobres y el fruto de su trabajo con lo que se sustenta su manutención, por eso cuando pasa un sofisticado y modernísimo avión de guerra, valdría la pena decir, allá va volando la plata de los pobre, o sencillamente, mientras el mundo muere de hambre y entra en crisis, los políticos le botan dinero a la guerra sin lástima y se divierten con ésta y hasta juegan a la polla.

La guerra se ha institucionalizado y mitificado, hasta el punto que, en algunos países inmolarse es cumplir con un mandato divino, mientras el padre Malthus la consideró como un mandato de Dios para acabar con tantos pobres y equilibrar a la sociedad y el mundo, la religión ha sido autora e impulsora de un sin número de horrendas guerras y la “santa Biblia” es el resumen de sanguinarias e interminables batallas en los países del medio oriente.

Cuando se adquieren armas bélicas, se inventan nuevas o se inicia una guerra, los padres a través de una misa las bendicen e incluso el santo papa lo hace, dependiendo de su importancia y del lado que esté.

La guerra también la han convertido, los políticos sanguinarios, en una excelente montura para triunfar en las contiendas electorales.

El solo hecho de pensar en el desarrollo y en los efectos de una guerra causa terror y hasta desmayo, y desde un niño hasta un anciano lo imagina, pero prefiere no hacerlo, desde luego que no se trate de un sádico y sanguinolento político nacido para ser criminal y guerrero sin lástima.

Lógicamente la historia que es una “ciencia”, por excelencia politiquera, rinde tributo a los salvajes guerreros y les ofrenda actos de salvación para la humanidad y para el mundo, convirtiéndolos en inmortales; Churchill, Mussolini, Bolívar, Bush, batalla de las termopilas, de los mil días, guerras mundiales, etc., etc., etc., y siempre está de parte de los ganadores, son los buenos…

Las guerras también son las mayores contaminantes y destructoras del medio ambiente; es muy probable que una tercera guerra mundial extermine prácticamente a la humanidad entera, y si algunos subsisten quedaran convertidos en fenómenos o en inútiles.

León Tolstoi decía, “si quieres la paz prepárate para la guerra”, pero observamos todo lo contrario, cada vez más poderosas y seguidas son las guerras y recordemos que Gandhi ganó la guerra, a los asesinos norteamericanos sin disparar un solo tiro, herir ni matar a nadie.

HUMBERTO GONZALEZ PESCA

ECONOMISTA-POLITOLOGO