PAISES O PERSONAS

Las ciudades y los países son como las personas, hay ciudades esbeltas, hermosas, agradables, atractivas, lindas y lúcidas, tiernas, cariñosas y amables, con aroma deliciosa; como las reinas de belleza, que inspiran el deseo de vivir en ellas; por que todos se enamoran y quieren vivir con ellas; y países elegantes, con garbo, muy expresivos, caballerosos, muy decentes, con todos sus valores en regla, muy respetuosos de los demás y muy bien vestidos, con humildad y sencillez; como todo un señor, que enorgullecen a sus hijos.

Igualmente hay ciudades que aún son niñas, otras son jovencitas y otras ancianitas, como países jóvenes, maduros y ancianos.

Ciudades y países sociables, amigables, agradables, que inspiran confianza, ternura y fraternidad para los demás, que se sacan el bocado de la boca para ayudar a aquellos que están caídos y previenen a los demás para que no caigan en errores, ni en los peligros, y cuando hay conflictos sirven de mediadores para evitar luchas, guerras, enemistades, odios y rencores, y no discriminan a nadie, ni le tienen asco por sucio, pobre o malandrín que sea, son ciudades y países que carecen de atorrancia y vanidad e indiferencia, son muy buenos amigos y consejeros.

Pero también hay ciudades y países muy similares a un indigente, desgreñados, sucios malolientes, harapientos, desdentados asquerosos, que nunca se asean, con síndromes de locura; que inspiran miedo y asco.

Así mismo hay aquellos delincuentes, agresivos, peleadores, que gustan y viven de la guerra, terroríficos, provocadores, invasores, ladrones, violadores, atracadores, tramposos, mala paga, estafadores, hipócritas, mentirosos, aparentes, pandilleros, gavilleros, ventajosos, hedonistas, oportunistas, drogadictos, borrachos, dominantes, avaros, bochincheros, etc.

Ciudades y países vanidosos que se creen lo mejor de la creación y que nunca van a tener un percance y a necesitar de los demás; totalmente indiferentes y aquellos que aunque anden con la miseria encima aparentan holgura y quieren igualarse a los más altos, cuésteles lo que les cueste.

HUMBERTO GONZALEZ PESCA.

Economista-Politólogo.