JESUCRISTO

Jesucristo, Dios, Yahvé, Jehová o como lo quieran llamar es el fenómeno de todos los tiempos para la humanidad.

Las preguntas de rigor son, ¿por qué los estados (políticos) se preocupan tanto por la “salvación” de las almas de todos los seres humanos, para que cuando mueran vayan derechito al cielo y así entregárselas a Dios, mientras no les importa para nada ni les angustia la salvación de la inmensa mayoría de seres humanos que mueren diariamente en medio del hambre, las enfermedades, la miseria, las adversidades y por el contrario asesinan cruelmente a innumerables personas, inocentes e indefensas con las salvajes guerras que crean para disputar el poder y las riquezas?.

Y ¿Por qué invierten tantísimo dinero en sus templos (iglesias) y en los inmensos ejércitos de clérigos, para que les laven el cerebro a los fieles y los mantengan sumisos, arrodillados y conformes con todo?

Analizando la doctrina cristiana, Jesucristo fue esencialmente un imperialista narco paramilitar con un modelo de capitalismo salvaje, pese a que vivió en la época del esclavismo, quien quiso ser el dueño del mundo entero pero que afortunadamente fracasó.

Se puede afirmar que su doctrina esta resumida en el príncipe de Maquiavelo, con su principal premisa “divides y reinaras”, pues siempre toma al individuo en forma aislada, como único responsable de su éxito, fracaso, de su condena o de su propia salvación; mientras supuestamente el entorno la sociedad y aun el mismo estado no inciden para nada en los logros o fracaso del individuo y solamente existen para someterse y para responder ante ellos, mas no para tener derechos y para ayudarse mutuamente, “sálvese quien pueda”.

Dios simboliza el poder autoritario, Padre Hijo y Espíritu Santo tres personas distintas y un solo Dios verdadero, el todo poderoso que además demuestra su aberrante egoísmo, sectarismo y envidia pues todo aquel que fuera desleal seria castigado brutalmente igual a los pueblos y “falsos dioses”, como el becerro de oro Apis y Egipto que por no someterse a sus pretensiones fue devastado con las diez plagas.

Sus principios más importantes están determinados por la sumisión, la lealtad y el conformismo absolutos de los individuos sin derecho al rechazo, desobediencia, protesta, ni siquiera a equivocarse o quejarse, Sopena de soberbios castigos, como el caso de Adán y Eva que fueron expulsados del paraíso y castigada el resto de la humanidad sin tener la culpa de nada por una simple desobediencia de sus padres, acto que demuestra una total injusticia y barbarie.

Como todo político atinó sobre las principales dolencias de la humanidad; el aspecto económico, el amor y la integridad física (la vida) engañando a través de la promesa y la mentira a los súbditos que quien se sometiera leal y firmemente y se sacrificara por Él y sus principios le solucionaría todo y se llenaría de abundancia, pero no en este mundo sino en un mundo inexistente e imaginario que denomino cielo.

Mientras Robin Hood quitaba la riqueza a los ricos para repartirla entre los pobres, Jesucristo les quita a los pobres para enriquecer mucho más a los ricos, bajo el engañoso y falaz argumento de que para los pobres les tiene reservado algo “mucho mejor”, el cielo, “es mas fácil que un camello entre por el ojo de una aguja que un rico entre al reino de los cielos”.

Su inmenso, enredado, contradictorio, desfasado, incoherente, inconsistente y complejo discurso (biblia) es tan promesero, aterrorizante e imaginario que aún después de tantos siglos es capas de ensimismar, embrutecer, alucinar, y hasta enloquecer a los adictos a su “palabra” en medio de las adversidades cada quien se forma su imaginario paraíso (cielo) y no le queda un instante de su vida para asomarse a la realidad de los hechos y reflexionar para caer en la razón observar los hechos reales y niegan refutan y hasta se enfadan contra quienes creen en la ciencia comprobada por la praxis y juran que todo esta perfecto, por que fue hecho por Dios, o sea los criminales, corruptos, el hecho de que las inmensas mayorías estén sumergidas en las enfermedades, el hambre, la miseria, la injusticia, la explotación, las sangrientas guerras, etc, mientras las minorías disfrutan de un verdadero paraíso sobre la tierra; están muy bien hechas por que son obra del Señor, a lo mejor tienen la razón para ellos, porque así fue la doctrina de Jesucristo.

Es el rey de la avaricia y de la mezquindad, se creyó dueño del universo entero y para conseguir algo hay que rogarle y agradecerle todo de rodillas, además no hay que ambicionar nada solamente con lo mínimo que el quiera darle a la persona debe de estar muy agradecido por que lo bueno está en el cielo, que aunque nadie conoce, porque nadie ha ido por allá y ha vuelto para que cuente realmente si existe o no y si es bueno, todos sus esclavos lo pintan como lo más bello y bueno, ¡que mentira!.

Supuestamente quienes son mas sumisos a Dios y mas cumplen con sus leyes es a quienes mejor les va y van al cielo sin ningún impedimento, sin embargo en los países donde mas creen y viven de rodillas adorando, venerando y agradeciendo a Dios hasta por que se están muriendo de hambre es donde están peor las personas, en guerra, reinan el delito la injusticia, la miseria, con gobiernos de delincuentes, corruptos, tiranos, etc, ejemplos el medio oriente donde precisamente nació el Niño Jesús y en general los países del tercer mundo, mientras en aquellos países donde ya se supero esa etapa de la sumisión en donde Jesucristo y sus leyendas ahora es apenas un simple recuento histórico de lo que fuera una muy lejana cultura de otrora, parecen verdaderos paraísos de convivencia humanitarios, justicia, abundancia, respeto mutuo y un buen vivir.

Siempre utilizó el terrorismo, la represión y el odio, contra sus adversarios o los desleales, su principal adversario el diablo, quizá por que es más realista y sincero en cuanto a los bienes y felicidad en la tierra a que tienen derecho las personas, causándole oposición y desmedro al discurso de Dios y por eso lo desprestigio arguyendo que todo lo bueno era suyo y todo lo malo de su adversario, el demonio.

Igual que en la política, lo importante para Dios es que las personas lo sigan férrea, ciega y lealmente, sin ver su comportamiento o su pasado oscuro, el mal que hubiera causado a sus semejantes; por eso dijo no mire vuestros pecados sino la fe de tu iglesia, quien no tenga un pecado que tire la primera piedra, vale mucho mas una oveja arrepentida, de esta manera igualmente justificó la maldad.

Con su carácter sectario y la organización jerárquica de su iglesia de patriarcas, santos, profetas y apóstoles practicó la desigualdad y la discriminación, aunque pregonaba todo lo contrario.

El pueblo de Dios a través del desierto supuestamente consumía opio, que llamó MANÁ con eso les quitaba el hambre, el cansancio, el dolor, la angustia y los fortalecía y los inspiraba bajo el efecto de las alucinaciones hasta de tener visiones en el cielo y en el mismo mar que se abría para que todos los buenos (sus seguidores) pasaran y luego se serraban los mares atrapando a todos sus enemigos que los perseguían, considerando sus seguidores que eran los efectos del poder milagroso de su Dios.

Las guerras e injustas muertes de indefensos inocentes a través del desierto fueron innumerables, posteriormente continuaron con las guerras santas y hoy prosiguen con Israel el pueblo de Dios en el medio oriente y con el mismo fin los EE. UU. han creado infinidad de sectas protestantes, igualmente los políticos en forma dispersa utilizan los mismos métodos y mecanismos.

Y como todo político fracasado aseguró que muy pronto volvería para tomar revancha y acabaría con todo el mundo a sangre y fuego.

Con la religión nace la política, obviamente de naturaleza férreamente conservadora, y durante toda la historia de la humanidad ha intervenido directa e indirectamente, abierta o soterradamente en la política y en la guerra, es un poderoso estado desde la sombra en nombre de Dios.

Así los políticos encuentran en el cristianismo una excelente doctrina y la mejor arma incluso que los cañones, para mantener al pueblo conforme sumiso, obediente aterrorizado, dividido, respetuoso del poder de los elegido y no elegidos que gobiernan o desgobiernan, agradecido de todo lo malo que puedan hacer contra él, fiel, que cree ciegamente, apoya y defiende a sus detractores y los considera indispensables, con la esperanza de que va a recibir de los políticos todo lo prometido en sus discursos de campaña.

Los religiosos en época de campaña acostumbran a decir que “Dios quita reyes y pone reyes” refiriéndose a quien debe de ser elegido presidente o en cualquier otra curul, en Colombia cabe decir, Dios quita corruptos y pone corruptos o Dios quita delincuentes y pone delincuentes.

HUMBERTO GONZALEZ PESCA

Economisata-Politologo.