PARAISO PARA MALANDROS

Poseer valores en Colombia, como, la honestidad, el respeto, la tolerancia, la justicia, etc., es totalmente irracional y contraproducente; puesto que supuestamente el estado y parte de la sociedad, lo depredan y además se pierde de los excelentes premios que los gobiernos brindan a los malandros.

Cuando una persona con el sudor de su frente logra construir o adquirir una bonita casa, de inmediato el estado lo castiga con elevadísimos impuestos e investigaciones para ver de dónde saco el dinero y si no los paga o demuestra de donde proviene tanta riqueza de inmediato le cae el peso de la ley y la confiscación del bien y quienes lo conocen se desbordan con la envidia y las habladurías y buscan la forma de quitarle algo.

Igualmente sucede con quienes luchan por superarse y logran coronar una carrera profesional, su estrato sube y son personas que no ameritan ningún tipo de ayuda ni subsidio, de parte del estado, no merecen consideración alguna. A pesar que estas son necesidades indispensables de solucionar, para que un ser humano viva dignamente.

Para montar una pequeña empresa, comercial, industrial, etc., se requiere tener más capital para el pago de trámites y dadivas para los funcionarios, que para la inversión como tal y los procedimientos, los trámites, el tiempo y las exigencias son interminables.

Si usted es una persona muy preparada, con grandes capacidades, responsable, honesto y con todos los demás valores en regla, olvídese que va a conseguir trabajo con suma facilidad, si es que lo consigue y en el campo de la política aún es más frustrante para este tipo de personas.

Por su parte los narcotraficantes, grupos armados, pandillas, bacrim y los políticos; además de hacer que sus propios renglones económicos sean los más rentables del universo, son quienes poseen las mejores tierras, negocios, empresas, cargos públicos, prerrogativas, privilegios, atención médica y educación, subsidios y son respetados y apreciados por todos y en el caso de los políticos son endiosados, etc.

No obstante parece que todo se justifica y se encubre aprisionando e inculpando de todos los delitos habidos y por haber y llevando al extremo escarnio público a los más débiles e inocentes o simplemente desarrollando grandes simulacros de ajusticiamiento para los grandes y poderosos.

Si son desmovilizados o desplazados son premiados con capacitaciones, carreras universitarias, completamente gratis y les colocan empresas y los promocionan a través de los medios y hasta son admirados y puestos como ejemplo por haber abandonado la vida criminal, sin importar la dimensión, la cantidad y la crueldad de los delitos que hayan cometido.

A quienes permanecen, en estas salvajes y horrendas actividades, el estado y aún la sociedad les hacen llamados, casi que rogándoles, para que se reincorporen a la vida normal de la sociedad, ofreciéndoles todos esos premios, que en efecto si los acatan se los cumplen.

No se alcanza a entender si esta actitud del estado es una prueba patética de su debilidad frente a los fuertes y su fortaleza ante los débiles y conformes o es que estos procesos representan un jugosísimo negocio como lo es supuestamente el de la paz, que además es una excelente montura para las contiendas electorales, pues en este país prácticamente la presidencia siempre la han ganado todos aquellos que exponen como programa bandera, la paz; llegando incluso al deplorable extremo en algunas oportunidades de organizar en forma soterrada, grupos armados, para crear mini guerras, para justificar sus campañas, por la paz y ganar el favor del voto popular para salir elegidos, para que ellos mismos amainen el fuego que han creado, ordenando a sus cabecillas que se aquieten, mientras están en el poder y repartiendo el fisco y todos los demás beneficios entre ellos.

Por eso nuestro país prácticamente durante toda su historia, ha constituido una verdadera patria boba y supuesta y tácitamente se percibe que son ellos, los malandros, quienes "quitan y ponen reyes" y desde luego gobiernan, acaso nuestro estado en lugar de dar ejemplo, poner en práctica e inculcar los valores nos está incitando a que formemos parte de ése sucio mundo; pues a decir verdad todos estos actores conforman una poderosísima, infinita e invencible pirámide, cadena o red, de nunca acabarse, en que se solidarizan entre ellos y se defienden unos a otros y hasta adaptan las leyes a su favor y a quienes cada vez les importa menos la moral, la humanidad, la nación, el país, ni el que piensa o que dirá la sociedad sana e inocente que esta por fuera de la red, es decir por fuera de la mafia o rosca. Pareciera que el estado Colombiano constituyera una fachada y respaldara y expidiera licencias para delinquir.

como no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista y el antídoto para la mordedura de ofidio se elabora del mismo veneno, la única esperanza es que por jerarquías de poder, compromisos o malos repartos, se extingan entre ellos mismos, el problema es que atrapan, comprometen y sacrifican más a los inocentes en su lucha; conforme siempre lo han hecho, que a ellos mismos y mientras tanto los buenos, que para ellos deben ser los malos, seguirán trabajando como negros para aportar para la torta, pero muy retirados de ella para que no la vayan a pellizcar, es decir continuaran siendo humillados y ofendidos.

HUMBERTO GONZALEZ PESCA

Economista-politólogo.