PAZ O GUERRA

Indudablemente en nuestro país existen colosales intereses económicos para el sector político; de ahí la alta descomposición política, llegando al extremo de convertirlo en uno de los países más corruptos y violentos del mundo, con asesinatos de lideres y candidatos, como, Gaitán, Galán, Gómez y muchísimos más y capaz de convertir a Colombia en una patria boba por más de sesenta años, es decir, en un estado de guerra permanente con aparente paz.

Supuestamente los políticos han venido utilizando la guerra como una efectiva estrategia para lograr sus objetivos e incluso en un factor decisivo para hacer campañas políticas y ganar elecciones.

Obviamente la contrapartida de peso de la soterrada guerra siempre ha sido la paz, pues consiente o inconscientemente la gran mayoría de ciudadanos deseamos paz y tranquilidad, fundamentales para todas las actividades buenas de nuestras vidas y las de nuestros herederos; por eso los candidatos y gobernantes la pronuncian todos los días y a toda hora, aunque estén efectivamente haciendo la guarra o sean apasionados guerreros por naturaleza.

Lo cierto es que en los dos anteriores periodos presidenciales, nuestro Estado pasó de tener un interminable conflicto interno a desatar también conflictos internacionales con Venezuela, Nicaragua, Ecuador, etc, sin justificaciones de peso y con explicaciones infundadas y vanas y aún ese expresidente sin tener nada que ver en el presente gobierno, prosigue con la fastidiosa verborrea beligerante hacia los países vecinos y sínicamente sostiene que con él hubo santa paz; ¿acaso pensará que con esa bochinchosa retorica va a ser por tercera vez reelegido o lo va a admirar la nación?

Imaginemos que estas peligrosas maniobras tristemente nos hubieran convertido a Suramérica en un escenario como el del medio oriente y a nuestro país en el Israel de America, mientras el mundo nos observaría, como a una película de terror y nos colocaría como ejemplo para nunca hacer la guerra y proliferar la paz y la convivencia.

Este método guerrerista quiere hacernos creer que “si quieres la paz prepárate para la guerra”, pero eso fue en otras circunstancias, pues los tiempos han cambiado y si este principio fuera verdadero, sesenta años serian muy suficientes para encontrar la “anhelada” y rayada paz de todos los mandatarios.

Lo único cierto es que esta guerra indefinida y sin tregua nos ha “brindado” muchísimos muertos inocentes e indefensos y amenaza y temor para todos, atraso y miseria para la nación; pésima imagen, rechazo y miedo a los colombianos ante el resto del mundo y llegaron a convertirnos en el más peligroso y mal vecino de los países que nos circundan.

Gracias a los entes jurídicos que reprobaron la reelección por segunda vez y afortunadamente fue elegido un presidente inteligente, aplomado, conocedor de la diplomacia y capaz de hacer acercamiento con humildad y sabiduría, con nuestros vecinos después de tanta tención por la guerra fría, hoy estamos disfrutando de sana amistad con otros países y ha iniciado la lucha contra las ollas y la corrupción, dos monstruos igualmente peligrosos que nos azotan y nos causan terror y muy seguramente como buen economista luchará por lograr el desarrollo y la equidad de nuestra nación.

HUMBERTO GONZALEZ PESCA

Economista-Politólogo