CRECIMIENTO A FUEGO Y SANGRE.

Para nadie es un secreto que Alvaro Uribe, por su infinita ansia de poder, supuestamente indujo, apoyo, promocionó y utilizó el paramilitarismo en Colombia.

Este grupo ilegal superó a todos los demás, incluida la guerrilla, debido a que gozaba del oficialismo y la legalidad en forma soterrada; sembrando el terrorismo en la totalidad del país e incluso en otros países en contra de los Colombianos, practicando soberbiamente la extorción, el chantaje, destierro, el crimen organizado etc.

Su gran poderío, organización y avasallantes actos delictivos, le facilitaron un total control de la política, economía, sociedad, cultura, educación, etc.

Indudablemente el mayor interés y control lo ejercieron sobre el sector económico, inicialmente a través de todos los actos delictivos adquirieron inmensas riquezas tanto a nivel de grupo, Como, individualmente; mediante la vacuna, el secuestro, destierro y expropiación, el crimen, etc.

Según comenta la gente, éstas fortunas fueron tan ilimitadas, que inmensas cantidades de dinero aun reposan enterradas y perdidas, como caletas, dentro de numerosísimas y grandes canecas plásticas, sin dolientes y nadie que sepa con exactitud el sitio donde reposan, pues muchos de sus “propietarios” ya murieron o quizá están presos, otras las han encontrado en total descomposición, y muchas han sido desenterradas poco a poco por los afortunados y sufridos delincuentes que las enterraron, hoy señores ejemplares y servidores de la sociedad.

Con todo este dinero, fruto de la atroz delincuencia, aproximadamente en los últimos cinco años, el país a sufrido un abrupto crecimiento; jamás vivido tal vez en ninguna otra nación del mundo, caracterizado por la alta modernidad e inversión.

Cantidad de edificios de alta gama, construidos por todo el país, hermosas y modernas fincas, instituciones bancarias clandestinas (gota a gota), centros comerciales y comercio en general que no tienen que envidiarle a las grandes potencias como Estados Unidos y Japón.

La mayoría de estas inversiones deja entrever su baja rentabilidad, frente al elevadísimo capital; sin que se note preocupación alguna en sus propietarios.

Pero no solamente obtuvieron estos resultados; en el momento mismo en que “gobernaron” los paramilitares obviamente ubicaron a sus mandatarios por voto popular, convirtiendo las elecciones populares en un simple simulacro, avizorándose una especie de paracocracia y con mayor razón a las mayorías de los cargos por nombramiento y contratistas; fueron personas de sus afectos; igualmente ocurrió con los renglones económicos más rentables, como el transporte y los servicios.

Una de las políticas más atrevidas e injusta del gobierno fue la de las famosas temporales, en que los paramilitares creaban multitud de empresas intermediarias; con las cuales las grandes empresas deben contratar, terminándose el trabajo y la relación directa empleado o vendedor con éstas.

Esas temporales tenían dos funciones muy definidas, el control político sobre los trabajadores y las empresas grandes y el económico; que consiste en el enriquecimiento a costa de la explotación, corrupción, por ejemplo las EPS, de las cuales ya todo el mundo conoce perfectamente sus objetivos, igual las empresas de vigilancia, mientras el vigilante que ellas “aportan” gana por decir algo un millón de pesos mensual, la empresita se está ganando dos millones, es decir uno más, por no hacer nada, mientras el pobre vigilante está cumpliendo grandes responsabilidades, corriendo riesgo su propia vida y el gran sacrificio de trasnochar, aguantar, permanecer de pie doce y hasta más horas, etc.

La arremetida fue tan violenta y avarienta, que hasta la leche y otros productos fundamentales y nobles para la vida humana, no se escaparon, de ese grupo, so pretexto de mejorar la higiene y calidad, el gobierno nacional prohibió rotundamente la venta el producto en cantinas, teniendo que pasar la ganancia a quienes la empacan en bolsas plásticas, perdiendo su empleo e ingresos quienes vivían de su venta y que la llevaban a la puerta de la casa, mucho más fresca y barata.

Estas ilimitadas inversiones de lujo y despilfarro, en el proceso de lavado, las ejecutaron en estos sectores y de esa manera, tal vez por ser los más comunes y de mayor facilidad, pero ante todo porque quienes las hicieron son personas carentes de capacidades, sin estudio, sin visión, solamente delincuencial; de otra manera habrían avanzado hacia los grandes procesos industriales, hecho que de una o de otra manera algo abría reivindicado tantas muertes de inocentes e injusticias.

Por eso aún no terminan de causar perjuicios al país y a toda la nación, hasta ahora el comercio era ocupación y el sustento de los pobres y de la clase media; ahora la competencia de estos inmensos capitales los está avasallando, es un tren sin oponentes, y los está llevando a la quiebra y a la miseria, un país de miserables, después de todo al parecer son muy pocos los paramilitares privilegiados pues sus grandes mayorías también están sufriendo el fruto de su propio invento y de su servilismo y muchos están huyendo o en prisión.

Lo peor de todo es que continúan practicando la economía negra, con mayor fuerza, a través de las bacrim, mediante sus grandes redes de ollas, con la venta de estupefacientes, además reclutando menores y aterrorizando al país, para que de nuevo voten por ellos.

HUMBERTO GONZALEZ PESCA

Economista-Politólogo