Por qué en la Antártida no llueve ni nieva

Por qué en zonas de la Antártida no llueve ni nieva desde hace millones de años

Ocurre en los llamados Valles Secos. Un nuevo estudio pone en duda lo conocido sobre el “continente blanco”.

Científicos y exploradores en la Antártida, en noviembre de 2018.

El planeta Tierra, hogar que cobija la vida tal como la conocemos, nunca deja de sorprender. Sus climas son tan variados que son objeto de estudio permanente y en este sentido la Antártida, por lo hostil, es el continente más enigmático de todos. En este sentido, un dato curioso que no todos saben es que hay zonas de la misma en la que no llueva ni nieva desde hace dos millones de años.

Según corrobora Greenpeace, la Antártida es el continente más seco, con más viento, alto y frío, y en los llamados "Valles secos" no llueve desde hace millones de años, aunque sí lo hace en las zonas costeras.

Allí, las montañas que rodean los valles son tan altas que impiden que el hielo fluya hacia el mar. Los vientos superpoderosos (de hasta 320 kilómetros por hora) que soplan "cuando el aire frío y denso es arrastrado cuesta abajo por la fuerza de la gravedad", calientan mientras soplan y evaporan todo el agua, el hielo y la nieve. Los científicos aseguran que los Valles secos son similares al entorno de Marte.

El 60% de la nieve que cae cada año sobre la Antártida procede de unas pocas tormentas extremas

Comprender el significado de estos episodios es fundamental para los científicos que interpretan el pasado del continente más extremo de la Tierra, así como para predecir cómo se comportará el clima en el futuroServimediaActualizado:27/03/2019 13:05hGUARDAR

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El 10% de las nevadas más intensas representan hasta el 60% de la nieve que cae en algunos lugares de la Antártida, con lo que unas pocas grandes tormentas que se desarrollan sobre el océano Antártico aglutinan más de la mitad de la nieve que se deposita en todo el continente.

Así se recoge en un estudio realizado por 13 investigadores de instituciones de China, Francia, India, Países Bajos y Reino Unido publicado en la revista Geophysical Research Letters. Los científicos analizaron los datos diarios de nevadas caídas en la Antártida entre 1979 y 2016 para llegar a la conclusión de que hasta el 60% de la nieve procede del 10% de las nevadas más extremas.

Los investigadores encontraron un sitio en particular donde hasta un 44% de las nevadas anuales se producen en un solo día.

Comprender el significado de estos episodios es fundamental para los científicos que interpretan el pasado de la Antártida, así como para predecir cómo se comportará el clima en el futuro.

La capa de hielo de la Antártida es extremadamente importante debido a su posible contribución al aumento global del nivel del mar. La masa de la capa de hielo está cambiando constantemente debido al hielo ganado por la caída de nieve en comparación con el hielo perdido en los márgenes por la fusión de icebergs.

«La Antártida ya es el continente más extremo de la Tierra: el más ventoso, el más frío y el más seco. Pero incluso para los estándares antárticos, nos sorprendió ver hasta qué punto un pequeño número de nevadas extremas son responsables de las marcadas diferencias en las nevadas de año en año», apunta John Turner, de la British Antarctic Survey (BAS).

Turner subraya que se trata con frecuencia de episodios de corta duración, que llegan repentinamente y depositan una gran parte de las nevadas del año.

El equipo internacional pudo investigar las nevadas en la Antártida desde 1979 hasta 2016 utilizando la producción de un modelo atmosférico llamado RACMO2. Fue desarrollado por investigadores holandeses y reveló el impacto de las tormentas de nieve más extremas.

«Los núcleos de hielo tienen un valor incalculable para reconstruir el clima pasado. Sin embargo, un sitio del núcleo de hielo que está dominado por las nevadas de tormentas extremas ocasionales puede no ser representativo de las condiciones climáticas a lo largo del año», recalca Liz Thomas, científica de BAS y coautora del estudio.

5 cosas que (probablemente) no sabías de la Antártida

Este año hemos lanzado la campaña para crear la mayor área protegida del planeta en el océano Antártico. Pero, ¿por qué la Antártida? Aparte de ser el hogar de animales increíbles como pingüinos, ballenas y focas, la Antártida juega un importantísimo papel para mantener el planeta en buen estado.

Pero la Antártida es mucho más que eso; está llena de cosas raras y maravillosas que nos han enseñado muchas cosas sobre la historia de la Tierra (y su futuro), los océanos y el cambio climático.

Para que estéis tan emocionados como nosotros y nosotras por la protección de la Antártida, te contamos cinco curiosidades que probablemente no sabías:

1. Hay una catarata roja en la Antártida

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Con el acertado nombre de ‘Cataratas de Sangre’, esta cascada parece sacada de una novela de Stephen King. Desde que la descubrieron en 1911, los científicos han tenido dificultades para explicar este fenómeno.

Ahora, gracias a una investigación de la Universidad de Alaska Fairbanks, sabemos el verdadero origen de las ‘Cataratas de Sangre’. Básicamente, el agua proviene de un lago debajo del glaciar Taylor de la Antártida, que con el tiempo ha absorbido hierro de las rocas. Cuando el hierro del agua salada entra en contacto con el oxígeno, se oxida y adquiere una coloración rojiza, tiñendo el agua de un color rojo intenso. En pocas palabras: es más o menos el mismo proceso que le da al hierro un color rojo oscuro cuando se oxida.

2. ¿Nieve de sandía?

Quienes la han probado afirman que tiene un sabor parecido al de la sandía, de ahí su nombre. Y a lo mejor te parece deliciosa, pero la nieve de sandía no es comestible. En parte porque es un laxante, y su sabor no es tan fresco como parece.

La nieve de sandía aparece en el Ártico, la Antártida, América del Norte y prácticamente en cualquier lugar con nieve. A medida que en verano el sol calienta y derrite los restos de nieve del invierno, las algas verdes (llamadas Chlamydomonas nivalis) que contienen pigmentos secundarios rojos y que viven en el hielo empiezan a reaccionar ante tanto sol y producen una especie de protector solar natural que convierte la nieve en ese color rosáceo característico. ¡Y voilà, nieve de sandía!

Sí, es más bonita, pero según los científicos podría estar haciendo que el hielo se derrita más rápido. El color oscurece la nieve, lo que significa que se calienta más rápido. Es como llevar una camiseta oscura en un día con mucho sol: vas a pasar más calor.

Lo que ocurriría entonces es que esas algas pueden diseminarse en más hielo y crear un ciclo continuo de nieve, algas y fusión. Pero, hasta ahora, es solo una teoría y hay que recopilar más datos antes de poder estar seguros.

3. En algunas partes de la Antártida no llueve ni nieva desde hace más de 2 millones de años

La Antártida es el continente más seco, con más viento, alto y frío de la Tierra. Pero lo más impresionante es que en algunos lugares casi no ha llovido desde hace más de 2 millones de años: son los llamados Valles secos.

Las montañas que rodean los Valles secos son lo suficientemente altas como para impedir que el hielo que fluye hacia el mar desde la capa de hielo del este de la Antártida llegue al mar de Ross.

Estas condiciones únicas son causadas, en parte, por vientos catabáticos: son vientos súper poderosos que ocurren cuando el aire frío y denso es arrastrado cuesta abajo por la fuerza de la gravedad. Los vientos pueden alcanzar velocidades de 320 km/h, calentando mientras sopla y evaporando todo el agua, el hielo y la nieve.

Los científicos dicen que los Valles secos de la Antártida son similares al entorno de Marte. Imagínate, ¡pingüinos espaciales!

4. Las ballenas azules comen kril, mucho kril

¿No se te derrite el corazón?

En el verano austral de 2013/2014, en la base McMurdo de la Antártida, un científico americano que estaba allí por una investigación decidió abrirse Tinder “para divertirse”. Al principio, no aparecía nadie. Pero cuando amplió el radio de búsqueda de la aplicación, encontró a alguien: otra investigadora, trabajando en un campamento tierra adentro a 45 minutos en helicóptero de la estación base. Él deslizó el dedo a la derecha y unos minutos más tarde, hicieron match.

Por desgracia, la historia no terminó en un romance antártico. Uno de los investigadores tenía que volver a casa el día después de conocerse y ahí fue donde terminó todo.

Esperamos que después de esto te hayas enamorado de este lugar tan increíble y nos ayudes a crear un Santuario en el océano Antártico.

La nieve y el hielo disminuyen en ambos polos por el cambio climático

La nieve y el hielo disminuyen en ambos polos debido al calentamiento global del planeta, según ponen de maniesto las diferentes investigaciones llevadas a cabo en ambas regiones en el marco de la campaña del Año Polar Internacional (API) 2007-2009.

Así, el avance de conclusiones de este proyecto conjunto de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Consejo Internacional para la Ciencia (ICSU) da nuevas pruebas de los efectos del cambio climático en el mundo.

El documento 'Estado de la Investigación Polar', hecho público hoy, resalta por tanto que el deshielo afecta a la vida humana, animal y vegetal tanto en las zonas del Ártico como en las del Antártico, así como a la circulación oceánica y atmosférica mundial.

El API, que concluirá el domingo, ha abarcado en dos años dentro de los cuales se realizaron más de 160 proyectos cientícos con investigadores de más de 60 países. Además, ha contado con un apoyo nanciero internacional de aproximadamente 936,4 millones de euros. "

Las nuevas pruebas resultantes de la investigación polar consolidarán la base cientíca sobre la que se fundamentarán las actividades del futuro", adelanta en el comunicado el Secretario General de la OMM, Michel Jarraud.

CAMBIOS EN EL MAR Y LA ATMÓSFERA

En concreto, las investigaciones del API demuestran que las capas de hielo de Groenlandia y de la Antártida están perdiendo masa, lo que contribuye a la elevación del nivel del mar. "El calentamiento en la Antártida está mucho más generalizado de lo que se pensaba antes de la campaña", resalta el documento.

Por otro lado, los estudios aportan otras pruebas que conrman que el nivel de calentamiento del océano Austral está por encima de lo normal, lo que "podría afectar a la circulación oceánica".

La atmósfera de la tierra también sufre las consecuencias del calentamiento. Según el informe, hay grandes reservas de carbono almacenado como el metano (un gas de efecto invernadero más potente que el CO2) en el permafrost. El deshielo del permafrost amenaza con desestabilizar el metano y enviarlo a la atmósfera.

En este campo, los trabajos han detectado nuevas conexiones entre las concentraciones de ozono por encima de la Antártida y las condiciones de viento y tormenta en el océano Austral, información que mejorará las predicciones del clima y del agotamiento del ozono, según los expertos.

Además, los investigadores han descubierto que las tormentas del Atlántico Norte son las principales fuentes de calor y humedad de las regiones polares, y sostienen que la comprensión de esos mecanismos mejorará las predicciones de la trayectoria y la intensidad de las tormentas.

ALTERACIONES EN ANIMALES Y PLANTAS

En el Ártico, los investigadores descubrieron que en los veranos la extensión mínima del hielo marino llegó al nivel más bajo de los últimos 30 años. Asimismo, registraron un ritmo "sin precedentes" de la deriva de los hielos en el Ártico. También constataron que este nivel de calentamiento cambió la vegetación, lo que afectó a los animales de pastoreo y caza.

En cuanto a diversidad biológica, los estudios hallaron en el océano Austral una variedad "rica, colorida y compleja" de vida. Según revelan, algunas especies migran hacia los polos en respuesta al calentamiento, mientras otras muestran "interesantes tendencias evolutivas", como la de pulpos que proceden de especies ancestrales.

Otros proyectos del API se centraron en cuestiones sociales y humanitarias con comunidades indígenas de las zonas, para abordar temas de seguridad alimentaria, contaminación y salud; así como para crear redes de vigilancia comunitaria.

"El trabajo iniciado por el API debe continuar", señala Michel Jarraud. Por su parte, la presidenta del ICSU, Catherine Bréchignac, añade que estos estudios deben ayudar a la comunidad cientíca a "comprender y predecir" los cambios polares y sus manifestaciones mundiales "en este momento crítico".

Finalmente, el documento recomienda una serie de prioridades para garantizar que la sociedad esté mejor informada sobre los cambios polares, su probable evolución y sus repercusiones globales. Para ello, la OMM y la ICSU celebrarán en 2010 en Oslo (Noruega) una conferencia cientíca sobre los hallazgos del Año Polar Internacional.

La ballena azul es el animal más grande del planeta, por lo que es normal que también tenga el mayor apetito.

Su principal fuente de alimento es el kril: un crustáceo similar a una gamba, de aproximadamente 5 centímetros de largo. Imagínate: una ballena se lanza hacia un banco de kril acelerando con la cola y con la boca abierta en 90 grados. Con el empuje de la corriente, la boca se expande y la lengua (del tamaño de un elefante) se mueve para hacer más espacio. Con este bocado la ballena traga hasta 110 toneladas de agua, y cualquier kril dentro de este se filtra y lo ingiere.

Si hablamos de una ballena grande, puede tragar hasta 500 kilos de kril, ingiriendo 457.000 calorías en un solo bocado. Si haces los cálculos, es el equivalente a unas 200 pizzas 🤤.

Pero lo que más nos preocupa es que enormes barcos pesqueros están navegando rumbo a la Antártida desde el otro lado del mundo para capturar kril y luego venderlo como suplemento alimenticio o comida para peces de cultivo. La industria pesquera tiene la vista puesta en capturar más y más de esta criatura de la que dependen tantos animales en la Antártida. Pero un Santuario en el océano Antártico pondría este área fuera de los límites de la pesca industrial y la explotación empresarial, permitiendo que ballenas y pingüinos continúen alimentándose de kril en paz.

5. ¿Citas de Tinder en la Antártida?

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La propia Armada Argentina indica que el clima de aquel continente se caracteriza por ser intensamente frío, poco húmedo y tempestuoso "siendo la nieve la única forma de precipitación, excepto en las partes próximas a la costa y sobre el mar, donde en raras ocasiones llueve".

La radio más austral cumplió 40 años

A pesar de este dato, pocos días atrás investigadores anunciaron que lograron registrar una llovizna persistente a temperaturas de 25 grados bajo cero, según una investigación publicada en el Journal of Geophysical Research: Atmospheres. Registraron un fenómeno llamado lluvia congelante durante varios minutos. ()

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Las temperaturas mínimas registradas en el continente fue de 59° bajo cero en la barrera de hielo de Ross en 1912; de 74° bajo cero en el observatorio norteamericano del Polo Sur en 1957; de 56° bajo cero en la base argentina General Belgrano sobre la barrera del Filchner en 1957 y de 88° bajo cero en la estación soviética Vostok, en la Tierra de Wilkes en 1960.

Lo cierto es que la Antártida continúa siendo el lugar más inhóspito e inexplorado de nuestro planeta.