Hyperion 24mm vs Panoptic 22mm

26 de Agosto de 2008

Hace unas semanas pude conseguir de segunda mano un ocular Panoptic 22mm de Tele Vue. Ya tenía un Baader Hyperion 24mm, pero su rendimiento con mi refractor de 80mm f/5 no me terminaba de convencer, así que decidí hacer el cambio. Como aun tengo los dos oculares, he pensado hacer esta pequeña comparativa. Decir que no soy ningún experto en oculares, así que no hagáis mucho caso de todo lo que pueda decir aquí...

En primer lugar, comentar algo sobre los oculares. Los dos son de características similares: el Hyperion 24 es algo diferente al resto de su serie; es más ligero (330 g) y pequeño que el resto de Hyperion, y no lleva ningún grupo de lentes en el barrilete de 1,25” (por eso los anillos de extensión de Baader no funcionan con este ocular). No sé cuál será su número de elementos ópticos, pero teniendo en cuenta esto último, imagino que serán 6 (los Hyperion normales llevan 8 elementos, dos de ellos en el barrilete de 1,25”). Por su parte el Panoptic 22 es un ocular bastante pesado (426 g), que como el Hyperion, lleva barrilete dual 1,25-2”. Según el fabricante, lleva 6 elementos en 4 grupos. Este ocular no se fabrica desde hace algunos años (TeleVue lo sacó de catálogo en 2007), ya que ha sido sustituido por el Panoptic 24mm. Tanto el Hyperion como el Panoptic dan un campo aparente teórico de 68º. El Hyperion, con estas características, da el máximo campo real posible en oculares de 1,25”. Para comparar algunas características de los oculares, he usado también mi Hyperion 13mm.

Las primeras pruebas las hice con el refractor BlueStar 120mm f/8,3 y una diagonal Moonfish de 2”. El Hyperion da en este telescopio 42x y un campo de 1,6º, y el Panoptic 45x y 1,5º. La diferencia de aumentos es pequeña, pero se nota a primera vista. El campo aparente me parece ligeramente mayor en el Panoptic, si bien la diferencia es pequeña. El “eye relief” (o “extracción ocular”) en el Panoptic es de 15mm frente a 20mm en el Hyperion; ambos oculares son cómodos de usar pero algo más el de Baader. El fondo del cielo es más oscuro en el Panoptic y las estrellas débiles se ven con mayor facilidad, pero esto es probablemente consecuencia más de la diferencia de aumento que otra cosa, al menos en parte. Así, el globular M 22 el Panoptic lo resolvía mejor y mostraba más estrellas. Para evaluar la definición en el eje óptico (el centro del campo), dirijo el telescopio a la doble 70 Oph (magnitudes 4,2 y 6,2 a 4,6” en 2003); y al cúmulo IC 4665. Los dos oculares separan la doble la mayor parte del tiempo, si bien con mayor facilidad en el Panoptic (de nuevo lo achaco a la diferencia de aumento). Éste ocular también da imágenes más puntuales y fáciles de enfocar. Al acercar la doble al borde del campo, empiezan a aparecer diferencias: en el Panoptic la mantiene totalmente puntual en todo el campo, y la separación de la doble se percibe con claridad en el mismo borde. En el Hyperion aparece un poco de astigmatismo (estrellas alargadas) en, diría, el último 5% del campo, perdiéndose la separación. Observando la doble Albireo y el cúmulo Steph 1 en Lyra (un precioso cúmulo con una estrella azulada y otra anaranjada, Delta1 y Delta2 Lyr), no noto diferencias en la percepción de color entre los dos oculares.

Como muchos sabréis, un efecto secundario de los oculares bien corregidos es la introducción, en mayor o menor medida, de distorsiones geométricas en la imagen: el aumento varía al acercarse al borde del campo. Existen dos tipos de distorsión: en cojín y en barril. El Panoptic presenta una distorsión en cojín bastante apreciable, pero en observación astronómica pasa desapercibida fácilmente. En terrestre sí es muy notable. En el Hyperion 24 hasta ahora (ocho meses de uso) no había notado este efecto, pero puede que tenga “algo” de distorsión en barril. También he observado distorsión en barril, más marcada, en el Hyperion 13mm.

Finalmente, estuve un rato con la Luna. No veo diferencias entre la imagen de los dos oculares: ni cambio de coloración, ni contraste, ni nitidez. Sí parece que el enfoque es más fácil y preciso en el Panoptic, como ya he comentado, pero nada más. Debido a la distorsión, en el Panoptic la Luna se alarga bastante radialmente al acercarla al borde del ocular, pero sin perder nitidez. Tampoco veo reflejos molestos, tanto con la luna en campo como fuera de él.

Para comprobar si el cambio realmente merece la pena, toca hacer la prueba con el Vixen A80SS. Es un refractor acromático de 80mm f/5, que Vixen anuncia como de “campo plano”. Con este telescopio, el Hyperion 24 proporciona 17x, un campo de 4,0º y una pupila de salida de 4,8mm; el Panoptic da 18x, campo de 3,7º y ps de 4,4mm. Ésta combinación de campo y aumentos es genial para observar campos de la Via Láctea y objetos extensos, como la Norteamérica o todo el complejo del Velo, que entran completos en campo.

De nuevo la diferencia de aumentos se nota fácilmente. En cuanto al rendimiento de los oculares, es similar a lo que veía en el R-120, pero las diferencias entre ambos parecen aumentar apreciablemente. Las estrellas son un paso más puntuales en el Panoptic y el fondo del cielo es más oscuro, permitiendo observar mejor estrellas débiles. La gran diferencia entre los dos viene al observar el rendimiento en bordes. A f/5, el Hyperion empieza a mostrar problemas: las estrellas se degradan hacia el borde del campo, de forma que en el último 20% se observa un astigmatismo claro (estrellas en forma de "pájaro"). No es exagerado, pero si bien visible. Una parte de la degradación parece ser curvatura de campo: las estrellas pueden reenfocarse ligeramente (pero siguen siendo pajaritos), a costa de perder el foco en el centro del campo. En comparación, el Hyperion 13 va sorprendentemente bien en este telescopio rápido: muy puntual en borde, y con una ligera curvatura de campo. Al usar filtros de 1,25” en el Hyperion 24 aparece un ligero viñeteo, pequeño pero que hace difuso el borde del campo. Lo mismo me ocurría con el Plössl 32mm, que es otro ocular de campo máximo en 1,25”.

Al poner el Panoptic 22, uno se da cuenta de que el cambio merece la pena. Las estrellas son puntuales en todo el campo, con solo un pelo de pérdida de definición en el mismo borde. El enfoque es muy fino, y no veo curvatura de campo apreciable. Es una pasada pasearse por la vía láctea del Cisne con este ocular, y aun con un cielo mediocre, al meterle el UHC la nebulosa Norteamérica aparece, débil, pero visible y perfectamente encuadrada. El peso del ocular hace que el enfocador del Vixen se deslice si no se fija, será cuestión de ajustarlo un poco.

Bueno, no me enrollo más. Los dos oculares son muy buenos. Diría que el Hyperion necesita focales de f/6 ó f/7 mínimo para funcionar bien, en mi f/8 se acerca peligrosamente al Panoptic. La verdad es que, de usarlo solo en ese telescopio, no me habría planteado el cambio. El Panoptic es mejor en casi todos los aspectos (salvo quizás en comodidad y peso), y a f/5 es dónde demuestra su “pedigrí”.