Nebulosas al rescate

26 de Octubre de 2013

La noche del Sábado 26 se presentaba despejada, por lo que decidí salir de observación con todos los cacharros con el objetivo de probar un lugar de observación bastante oscuro al que le tenía echado el ojo: la zona del Alto de la Cobertoria, en la Sierra del Aramo a 1240 metros de altura y a unos 40 minutos de coche.

Nada más llegar allí, hacia las 20h, se pone de manifiesto lo que al final va a acabar con mi plan original: viento bastante fuerte a ratos, sobre todo hacia el final de la noche. Pese a la altura no hace frio, el termómetro estuvo toda la noche en 10ºC. De oscuridad está bastante bien, la contaminación lumínica solo es evidente en la dirección de Oviedo, al norte hasta unos 20-30º de altura, pero el resto del cielo tiene una pinta estupenda. Hacía bastante tiempo que no veía una Vía Láctea tan brillante y estructurada. La MALE de la noche estaba entre 6,0 y 6,2, pero extrañamente la sensación de oscuridad era mayor, quizá por la buena transparencia.

NGC 6822, la Galaxia de Barnard: una galaxia enana del Grupo Local. DSS, campo de 1ºx1º.

Estoy utilizando como siempre el refractor acromático de 120mm f/8,3. Comienzo con un vistazo rápido a los Messier de Sagitario, ya bastante bajos. El viento aun no molesta demasiado, pero se hace difícil usar aumentos medios. Tras el rápido paseo inicial, el primer objeto “serio”: NGC 6822, la galaxia de Barnard, galaxia irregular del grupo local no muy diferente de las nubes de Magallanes, a una distancia de 1,6 millones de años-luz. Es un objeto grande y difuso, de 15' x 13' y magnitud alrededor de 8,8. Iba sin demasiadas expectativas, pero para mi sorpresa consigo identificarla casi al instante a 28x (Aspheric 36mm). La mejor imagen es a 45x con el Panoptic 22. La galaxia es grande pero tenue y difusa, tiene el aspecto de un manchón alargado N-S (quizá 2:1), sin centro destacado y gradiente bajo, se pierde muy gradualmente en el cielo. Con los 77x del Nagler 13 se difumina demasiado y se ve menor extensión. Es curioso, es un objeto débil y tenue pero a la vez no demasiado difícil de ver. ¡Lo que es un cielo oscuro!! Como curiosidad, esta galaxia fue descubierta de forma visual por Barnard con un refractor de 5”. Quizá con este objeto los grandes campos de refractores y prismáticos ayuden frente a mayores telescopios, con los que parece que hay dificultades para verla.

Para entonces el viento había aumentado apreciablemente, haciendo imposible trabajar a más de 50 aumentos, con lo que abandono mi plan original de “destripar” Cefeo. Para otra noche quedará. El resto de la noche lo dedico a objetos conocidos de gran campo, para evaluar el lugar de observación… y no defraudó, para nada. Vamos a ver:

NGC 7000, la Nebulosa Norteamérica. Simplemente, ¡espectacular! Se ve muy fácilmente sin filtros, ocupando casi todo el campo de 2,5º del Aspheric 36, que se queda algo corto para enmarcarla bien. El contraste es excelente. Son muy llamativos dos cúmulos superpuestos a la nebulosa, en los que no me había fijado antes: NGC 6997 y Cr 428, el primero de ellos muy vistoso. Con el filtro O-III, alucinante: la imagen es literalmente fotográfica, pero obviamente sin color. La nebulosa es tremendamente brillante. Es sin duda la mejor imagen que he tenido de este objeto. La nebulosa se extiende por el norte más de lo que yo creía, y destaca también mucho la nebulosa oscura B 352, muy contrastada y recortada sobre su extremo norte. El vecino Pelícano también se ve muy bien. He observado la Norteamérica muchas veces antes, es uno de mis favoritos en verano, pero nunca la he visto como hoy. Aun estoy alucinando con esta imagen.

Tras la Norteamérica (costó un buen rato despegar el ojo de ella), salto al sur hacia la zona de Gamma Cygni, las nebulosas de IC 1318. También una buena imagen, aunque aquí sí que se echa en falta más campo. Tengo que verla por partes. En este caso, va mucho mejor el filtro UHC. Con el OIII aun se ve un pelín mejor que sin filtros, prueba de que aun tiene algo de emisión en esta línea, pero queda muy apagada. Puedo ver las cuatro secciones principales: la zona de la “mariposa” (LBN 245-249), la más brillante; la enorme LBN 234, rodeando a un grupo extenso de estrellas; y ya más alejada, la LBN 251.

Cerquita, otro clásico del Cisne: NGC 6888, la nebulosa Crescent. La he visto varias veces antes, siempre con cielos contaminados, donde hacen falta filtros vara ver únicamente la sección más brillante del arco, débil y complicada. Aquí, esa sección se ve sin necesidad de filtros, enmarcada en un rombo de estrellas brillantes. Con filtros (UHC, o mejor, O-III) se ve el arco completo (!!). El “creciente” se extiende al norte y al sur de esa zona brillante, formando una especie de “C” abierta. La mejor imagen es con el Panoptic 22, a 45x. Magnífico.

Y después la única que faltaba, el Velo. Otra imagen espectacular, la mejor que he visto recientemente. El arco de NGC 6960 es fácil y muy delicado, recorriendo el campo del Aspheric de borde a borde. Por el contrario, NGC 6992-95 es más brillante y grueso, y en el extremo sur (NGC 6995) se resuelven los primeros dos o tres filamentos.

El último intento de la noche fue para IC 1396, la nebulosa de Cefeo donde está la famosa “trompa de elefante”. Los resultados son poco concluyentes… con filtro UHC, parece haber muy tenues trazas de nebulosa en la zona central, rodeando al cúmulo. Parece coincidir con lo que ve Sue French con 105mm (en Celestial Sampler), pero de momento no me atrevo a darla por vista. Como antes, echo de menos campo, es una nebulosa muy extensa. El próximo intento lo haré con el Vixen 80SS, a ver qué sale.

El viento seguía aumentando y se hacía por momentos insoportable, así que tras un vistazo rápido a M 31, recojo y me vuelvo a casa, sin cumplir el plan original pero bastante satisfecho con el sitio de observación, y además con unas impresionantes imágenes en la retina. Que se le va a hacer, habrá que volver otro día… ;)

Referencias