Franklin Pierce

Franklin Pierce convirtió 14 de Presidente de los Estados Unidos en un momento de tranquilidad aparente (1853-1857). Mediante la aplicación de las recomendaciones de los asesores del sur, Pierce - un nuevo inglés - esperaba para aliviar las divisiones que condujeron finalmente a la Guerra Civil.

Franklin Pierce se convirtió en presidente en un momento de aparente tranquilidad. Los Estados Unidos, en virtud del Acuerdo de 1850, parecía haber capeado la tormenta sección. Mediante la aplicación de las recomendaciones de los asesores del sur, Pierce - un nuevo inglés - esperaba para prevenir otra aparición de dicha tormenta. Sin embargo, sus políticas, lejos de preservar la calma, precipitaron la ruptura de la Unión.

Nacido en Hillsborough, New Hampshire, en 1804, Pierce asistió a la universidad de Bowdoin. Después de su graduación estudió derecho, luego entró en la política. A los 24 años fue elegido a la legislatura de Nueva Hampshire; dos años más tarde se convirtió en su altavoz. Durante la década de 1830 se trasladó a Washington, primero como Representante, luego como senador.

Pierce, después de servir en la guerra contra México, fue propuesto por los amigos de New Hampshire para la nominación presidencial en 1852. En la Convención Demócrata, los delegados acordaron con bastante facilidad sobre una plataforma prometiendo sin desviaciones apoyo del Acuerdo de 1850 y la hostilidad a cualquier esfuerzo para agitar la cuestión de la esclavitud. Pero balloted 48 veces y se eliminan todos los candidatos conocidos antes de nominación Pierce, un verdadero "caballo negro".

Probablemente porque los demócratas se puso más firme para el compromiso de los Whigs, y porque el candidato Whig general Winfield Scott era sospechoso en el Sur, Pierce ganó con un estrecho margen de votos populares.

Dos meses antes de que asumiera el cargo, él y su esposa vieron a su hijo de once años de edad, murió cuando naufragó su tren. Desconsolado, Pierce entró en la Presidencia nervioso agotado.

En su discurso inaugural, proclamó una era de paz y prosperidad en el hogar, y el vigor en las relaciones con otras naciones. Los Estados Unidos podría tener que adquirir posesiones adicionales en aras de su propia seguridad, señaló, y no sería disuadido por "cualquier presentimientos tímidas del mal."

Pierce tenía más que hacer gestos hacia la expansión de excitar la ira de los norteños, quienes lo acusaron de actuar como una pata de gato de los sureños deseosos de extender la esclavitud a otras áreas. Por lo tanto, provocan recelo cuando él presionó a Gran Bretaña a renunciar a sus intereses particulares a lo largo de parte de la costa de América Central, y más aún cuando trató de persuadir a España a vender Cuba.

Pero la renovación más violenta de la tormenta se derivó de la Ley Kansas-Nebraska, que derogó el Compromiso de Missouri y abierto de nuevo la cuestión de la esclavitud en Occidente. Esta medida, la obra de senador Stephen A. Douglas, creció, en parte, de su deseo de promover un ferrocarril de Chicago a California a través de Nebraska. Ya Secretario de Guerra Jefferson Davis, defensor de una ruta transcontinental sur, había convencido a Pierce para enviar James Gadsden a México para comprar un terreno para un ferrocarril del sur. Él compró la zona que ahora comprende el sur de Arizona y parte del sur de Nuevo México por $ 10.000.000.

La propuesta de Douglas, para organizar los territorios del oeste a través del cual podría ejecutar un ferrocarril, causó problemas extrema. Douglas proporciona en sus facturas de que los residentes de los nuevos territorios podrían decidir la cuestión de la esclavitud por sí mismos. El resultado fue una carrera en Kansas, como los sureños y norteños compitieron por el control del territorio. Tiroteo estalló, y "sangría Kansas" se convirtió en el preludio de la Guerra Civil.

Hacia el final de su administración, Pierce podría reclamar "una condición pacífica de las cosas en Kansas." Pero, para su decepción, los demócratas se negaron a renominate, convirtiendo a la menos controvertida Buchanan. Pierce volvió a Nueva Hampshire, dejando a su sucesor para hacer frente a la creciente furia de la tempestad sección. Murió en 1869.