Poda de palmeras

Introducción

Las palmeras pertenecen a la familia las Arecaceae. Son monocotiledóneas del grupo de las angiospermas (plantas con flores). Existen más de 2.400 especies distribuidas por las zonas tropicales y subtropicales. El palmito, Chamaerops humilis, es la única especie originaria de Europa.

Generalmente poseen un sólo tronco erecto sin ramificar y sin crecimiento secundario, que recibe el nombre de estípite, el tronco sólo aumenta en grosor durante los primeros 5 ó 10 años de vida. El diámetro del tronco puede disminuir como consecuencia de una mala poda, ya sea por la eliminación de demasiadas hojas o por un mal ángulo de corte.

Las palmeras no producen tejido que cubra las heridas del tronco, tampoco tienen corteza que lo proteja, utilizan para este fin los restos de las bases o vainas de las hojas marchitadas o caídas, que se van endureciendo. Cuando se elimina esta coraza se expone a la palmera al ataque de hongos o animales trepadores, principalmente ratas, también aumenta la exposición a golpes y cortes.

Otra característica de las palmeras es la de poseer un penacho de hojas compuestas al final del estípite muchas veces armadas de largas espinas, que protegen el punto de crecimiento llamado ápice o yema apical, si esta yema desaparece la palmera muere. Las palmeras necesitan sus hojas verdes, además de para hacer la fotosíntesis, para proteger el tronco y el ápice del viento, la sal o el frio. En las heridas de poda se pueden asentar hongos o bacterias, y además los cortes son una puerta de entrada para los insectos (como el voraz picudo rojo presente desde hace varios años en el parque). El ataque de patógenos y plagas al ápice terminal supone una sentencia casi segura de muerte para el ejemplar, si no se trata de forma adecuada.

Partes principales de las hojas:

  • Vaina: es la base de la hoja que abraza y envuelve el tronco.

  • Pecíolo: une el tronco con el raquis y el limbo foliar. En algunas especies lleva largas espinas.

  • Raquis: eje, prolongación del peciolo hasta el extremo de la hoja, al que se unen las hojuelas, pinnas o foliolos

  • Foliolos: son las hojuelas que se unen al raquis, se denominan también pinnas.

    • Limbo: es el conjunto compuesto por los foliolos y el raquis.

Casi todas las palmeras tienen hojas compuestas. En el parque podemos encontrar palmeras con uno de estos tres tipos de hojas:

  • Pinnada: es la hoja en la que las hojuelas o segmentos se disponen en dos filas a lo largo de un eje principal o raquis, de forma similar a una pluma, como son la palmera de canarias o la palmera datilera. Cuando alguno de estos foliolos esta a su vez dividido, se llama bipinnada.

  • Palmada o palmeada: se dice de la hoja en la que las pinas o segmentos nacen al final del raquis, dispuesto en forma de abanico, como la palmera de la fortuna.

  • Se dice que es costapalmada cuando en una hoja palmada el peciolo de la hoja se prolonga a través de la lámina, con más o menos longitud, formando una especie de costillas, como sucede en las wasingtonias.

Poda

Las palmeras situadas en ambiente urbano se podan por seguridad y por estética, en turno de corte de entre 2 y 4 años, siempre que existan hojas secas no deseadas, y que haya riesgo de que caigan sobre los viandantes. En el momento de hacer el corte hay que evitar herir el estípite y las palmas a conservar, respetando un ángulo de corte adecuado. Las herramientas de poda deben estar siempre desinfectadas.

No se eliminaran hojas verdes, en el caso de que sí se corten, se deben dejar suficientes palmas con el fin de que la línea de hojas quede horizontal al suelo (nunca se debe podar como muestran las fotos de esta página). En el momento de la poda se eliminan los racimos florales y frutales. Una poda bien realizada, quitando un mínimo de palmas permite: mantener la protección de la yema terminal, sostener mecánicamente a las hojas jóvenes, conservar un máximo de reservas y presentar un ejemplar más decorativo por tener un aspecto natural.

La poda se realizará cuando las condiciones atmosféricas sean favorables. En climas templados se debe podar una vez pasado el peligro de heladas o fuertes vientos y antes de llegar los calores fuertes. Una buena época serán los meses de mayo y junio. En climas fríos es mejor dejar las hojas pegadas al tronco, para proteger el estípite de las heladas, si hay que eliminarlas hacerlo en verano. En climas tropicales y subtropicales, donde no hay riesgo de heladas, se puede podar en cualquier época del año.

Las palmeras, por su floración, frutos y tipos de hojas, son un grupo de plantas muy variado, por lo que el tipo de poda dependerá de la especie de que se trate. En el parque habitan nueve especies diferentes de palmeras, estas son: Palmera de Chile (Juvaea chilensis), palmera china de abanicos (Livistona chinensis), palmera de Canarias (Phoenix canariensis), palmera datilera (Phoenix datilifera) palmera del Senegal (Phoenix reclinata), coco plumoso (Siagrus romanzofiana), palmera de la fortuna (Trachicarpus fortunei), caranday (Trithrinax campestris) y palmera de California (Wasingtonia filifera). Las especies que más abundan en el parque son las palmeras datileras, las palmeras de Canarias y las palmeras de California.

Atendiendo a las especies presentes en el parque, y al tipo de poda que requieren se pueden establecer los siguientes criterios:

Palmera de la fortuna (Trachicarpus fortunei) y caranday (Trithrinax campestris):

Se pueden dejar las hojas pegadas al tronco; eliminar solo hojas seca y frutos; no eliminar la arpillera que protege el tronco, aunque esté algo pelada ya que protege el estípite del frío; las hojas se deben podar a ras de la arpillera; usar tijeras de fuerza, telescópica y serrucho.

Palmera de California (Wasingtonia filifera) y palmera china de los abanicos (Livinstona chinensis):

Eliminar solo las hojas secas más deterioradas, ya que la palmas protegen el estípite de los agentes meteorológicos, y con las hojas tienen las palmeras un aspecto más atractivo; no eliminar las vainas y la arpillera; ajustar el corte al tronco, sin llegar a romper la vaina. Herramientas recomendadas: serrucho, hacha o corvellón y cúter si fuera necesario pelar el tronco.

Palmera de Canarias (Phoenix canariensis) Palmera datilera (Phoenix dactylifera):

Eliminar las hojas secas y como máximo 1 ó 2 coronas de hojas verdes; hacer balona; eliminación de frutos y vainas secas. En las palmeras jóvenes, eliminar 1/3 de las hojas para que no molesten. Por motivos estéticos, cuando parte de las tábalas (base de los peciolos) se caen unas sí y otras no, efectuar una poda de repelado. Herramientas: gancho para eliminar los frutos e inflorescencias, márcola, serrucho.

Palmera de Chile (Jubaea chilensis):

Quitar las palmas secas o deterioradas; eliminación de frutos y vainas secas. Herramientas: gancho para eliminar frutos e inflorescencias, márcola y serrucho.

Palmera del Senegal (Phoenix reclinata):

Tiene varios estípites, aclarar los que estén dañados; podar sólo las hojas que estén secas, dejando regularmente los trozos de los peciolos. Herramientas: gancho para eliminar los frutos e inflorescencias, márcola, serrucho.

Coco plumoso (Siagrus romanzofiana):

Eliminación de hojas secas o muy deterioradas dejando un trozo de pecíolo y la arpillera. En la siguiente poda, se tira de los pecíolos suavemente dejando el tronco liso. Eliminar siempre los frutos y vainas secas. Herramienta: serrucho

Palmera del Senegal

Mala poda a la palmera del Senegal. Se han eliminado las hojas y troncos, que nacen de la cepa, y se han dejado pocas hojas, desprotegiendo el estipe y el ápice. Poda perjudicial para la palmera ya que desprotege el tronco y el ápcie, y la deja con un aspecto feo, nada ornamental.

Bibliografía

Palmeras del mundo, David L. Jones.

La poda de las palmeras ornamentales, Littardi, C.; Moya, B. ; Plumed, J.

El gran libro de las palmeras, Teresa Garcerán.

Palmeras, cultivo y utilización, Pierre Oliver Albano.

Palmeras, J. A. del Cañizo.

Bibliografía:

Cristophe Drénou. La poda de los árboles ornamentales. Del porqué al cómo. Ediciones Mundi-Prensa. 2000

Herramientas de poda