Colección de especies
En la Alquería del Pilar hay cerca de 100 especies botánicas diferentes entre árboles, arbustos y trepadoras, muchas de ellas destacan por su vistosidad o por su exotismo; entre otras, queremos nombrar las siguientes:
Las altas y antiguas palmeras datileras que coronan el parque, una palmera del Senegal y varios pies de palmeras de Chile, un gran ejemplar de algarrobo, varios pies del árbol de las orquídeas, dos naranjos de osage, enormes eucaliptos entre ellos uno de corteza esponjosa, varias cicas, una de ellas con múltiples brazos, grandes y antiguos ejemplares de almez y de jacaranda, varias especies del género Citrus (una de ellas da limones con forma de pera), un drago, un cedro, un caki de Virginia, varios árboles de Júpiter; árboles de las pagodas, un arbusto de las mariposas o dos ejemplares de árbol de la bella sombra …, esta pequeña enumeración da idea de la indudable riqueza botánica que se atesora en el parque.
Para poder acceder a las fichas de las especies y su localización en el parque presentamos tres relaciones en las que aparecen las plantas ordenadas alfabéticamente en los siguientes grupos:
2.- Por nombre común
Cuando en la relaciones por nombre científico y por nombre común aparece una cruz a la derecha, indica que dicha especie hoy no está presente en el parque, pero sí lo estaba en un inventario que se hizo hacia 1980.
Las especies desaparecidas son: pinsapo, caqui, ricino, sauce llorón y un coralito. Hemos observado que un lentisco (no figuraba en el anterior inventario) que estaba en el terraplén que hay junto a los elementos deportivos para adultos, desaparecía en las recientes obras de remodelación de esta zona del parque. También han talado un ejemplar muy antiguo de boj y un pie centenario de magnolio que estaban situados cerca de la casa de "los Ybarra". Los ejemplares de sabina que acompañaban a las casuarinas en el paseo que va desde el bar a la vía del tren han sido eliminadas recientemente. El mismo destino han sufrido varios ejemplares de jupiter, de tuya y de seto de granado enano, todos ellos muy antiguos.
En la campaña de poda del invierno del año 2010, han talado los dos ejemplares que quedaban en el parque de espino de Jerusaén (Parkinsonia aculeata) de la familia de las Leguminosas. El otro ejemplar que había nada mas bajar las escaleras que están al lado del quiosco de las "chuches", desapareció en las obras de adecuación de la antigua via del tren como zona deportiva para adultos.
En año 2011 los servicios de jardineria del parque han eliminado el frondoso y espeso seto de Aloe arborescens que estaba situado al pie del olivo que hay junta a la puerta del edificio que alberga servicios sociales del Ayuntamiento. En el invierno de 2012 han quitado varios ejemplares de celestina (Plumbago capensis) que adornaban la pradera que hay entre la pista de patinaje y la caseta de los animales.
Cada vez hay menos arbustos en el parque. Como argumento para su eliminación, dice el servicio técnico del parque que su poda y mantenimiento dan "mucho trabajo"!!!. Sin embargo la capa arbustiva es necesaria, es imprescindible para que un espacio verde sea diverso y ameno.
Los arbustos, con sus multiples texturas, portes y floraciones, proporcionan diversidad al paisaje, rompen las prespectivas visuales creando espacios que explorar, motivan al visitante al paseo para ver algún ejemplar llamativo o un lugar escondido detras de un seto.
Al estar situados a la altura de los ojos, permite que la vista se recree, pasando de un ejemplar o de un seto a otro, su presencia en el parque crea un ambiente ameno y a veces misterioso (aqui radica el arte del sideño de jardines), que contrasta con la monotona tristeza de un parque donde dominan las praderas y los árboles y donde la vista siempre se pierde al fondo, sin nada que le llame la atención. Los parques sin arbustos son parques aburridos, monotonos, sin gracia.
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