Ceratonia siliqua (algarrobo)

Nombre científico: Ceratonia siliqua L.

Ceratonia del griego Keras = cuerno, por la forma arqueada que tiene su fruto. Siliqua, del latín, significa vaina.

Nombre común: Algarrobo, algarrobero, algarrobera, garrofa, garrofera.

Familia: Fabaceae, subfamilia Caesalpinaceae

El algarrobo, el labrador y el diablo

Se cuenta esta fábula en las provincias del Levante

Un labrador, desesperado y arruinado, estaba comiendo algarrobas debajo de uno de los pocos algarrobos que le quedaban de su muy menguada hacienda. La mala suerte y las malas cosechas le habían empobrecido hasta llegar al punto de pasar hambre. Angustiado por su fatal destino grito: ¡me vendería al diablo!

En ese momento, de un soplo y rodeado de un ligero olor a azufre, apareció un atildado y delgado hombre vestido de negro que se presento como Lucifer, el labrador no salía de su asombro, sí, era él, el Demoni, Belcebú, el mismo Demonio que había acudido a su llamada, si no, como era posible esa aparición de repente, en medio del campo y ese olorcillo a azufre en el ambiente.

-Me has llamado y aquí estoy, se que necesitas tratar conmigo, te daré lo que ansías y tu me entregaras como pago tu alma.

-Deseo poseer tantísimo oro que no se me agote jamás.

-Está bien, pero como me pides mucho, tú debes liquidar tu deuda pronto, no podré esperar a que mueras para llevarte conmigo.

-De acuerdo, te entregaré mi alma cuando el algarrobo deje de tener algarrobas.

Satanás, convencido de que había hecho un buen trato, le entrego una bolsa llena de monedas de oro, cuyo contenido era inagotable y se despidió con una sonrisa diabólica hasta el verano siguiente.

El labrador hizo buen uso de la inacabable fuente de monedas de oro, aumento su hacienda, compro rebaños, contrato pastores y fue generoso con las personas que llamaban a su puerta pidiendo comida, alojamiento o ayuda económica.

Paso el invierno y la primavera, al final del verano, pasada la época de la recolección, se presentó el diablo en la casa del labrador con la intención de llevarse lo que le pertenecía. Al entrar se quedó algo amoscado al ver que la casa estaba tranquila, ni un temblor, ni un grito desgarrado, ni un lamento sintió al entrar en el hogar del labrador.

Pasaron a la cocina y se pusieron a tratar su negocio. El diablo reclamaba lo que era suyo pues ya había pasado la época de la recolección y el labrador le porfiaba que todavía quedaban algarrobas en los árboles. La discusión subió de tono así que decidieron salir al campo a comprobarlo.

Llegando al algarrobal y abarcando con sus brazos el lugar, el demonio insistía que no había quedado ninguna algarroba en los árboles, pero el labrador, señalando las pequeñas algarrobas verdes colgando de un algarrobo, que brotaron por San Juan, después de la floración de primavera, exclamo:

- ¿Y eso que es? Cuando Dios quiera que en un año no nazcan dos floraciones en los algarrobos, ven por mí. Pero mientras antes de madurar un fruto haya otro en el árbol que esté en camino, no se cumplirá lo pactado.

El Demoni burlado, furioso y echando fuego por nariz y boca, se marcho, murmurando maldiciones contra el Algarrobo que había ayudado al labrador a esquivar su destino. Satanás se esfumó, dejando en su lugar un fuerte olor a azufre.

Ficha de la especie Ceratonia siliqua (Usos artesanales/industriales) Ceratonia siliqua (Usos Medicinales)

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