Cercis siliquastrum (árbol del amor)

Nombre científico: Cercis siliquastrum

La palabra Cercis procede del griego antiguo kerkis, que es el nombre que recibía la lanzadera de tejedor, por el parecido de esta herramienta con el fruto del árbol. Siliquastrum, compuesto por el vocablo latino siliqua y el sufijo astrum, hace referencia a la similitud que tiene este árbol con el algarrobo.

Nombre común: algarrobo loco, árbol de Judea, árbol de Judas, árbol del amor, ciclamor

Familia: Fabaceae. Subfamilia: Caesalpinioideae.

Origen: Mediterráneo oriental.

Características botánicas

Árbol de hoja caduca, caulifloro y de pequeño porte, que crece hasta los 5-10 metros de altura. Tronco irregular, a veces retorcido, corteza gris oscura. Copa abierta, irregular, que puede tomar forma aparasolada. Ramas intrincadas, las principales retorcidas y las ramillas terminales algo péndulas.

Hojas

De 5-12 cm de diámetro, simples, alternas, que cuelgan de un largo peciolo; posee pequeñas estípulas caducas. La lámina

de circular (orbicular) a reniforme en el ápice, y acorazonada (cordada) en la base. Son de color verde azulado por el haz y algo más pálidas por el envés. Las hojas jóvenes de color rojizo.Flores

Hermafroditas. Nacen, antes de aparecer las hojas, en las ramas de años anteriores o en el tronco formando apretados racimos. El cáliz es urceloado y la corola amariposada, con la quilla más larga que las alas. Florece al final del invierno y al principio de primavera.

Frutos

Legumbre de color pardo rojizo, comprimida, de 6-12 cm de largo. Contiene numerosas semillas de forma elíptica y lustrosas. Los frutos permanecen en las ramas bastante tiempo después de la caída de las hojas.

Hábitat

Vive de forma natural en pendientes próximas a los arroyos.

Crecimiento

Medio bajo.

Exigencias

Es indiferente al tipo de suelo. Crece mejor en suelos arenosos, frescos y bien drenados. Aguanta bien las heladas, las altas temperaturas del verano, los periodos de sequía y la contaminación atmosférica. Requiere una exposición soleada.

Poda

No precisa poda simpre que el marco de plantación sea el adecuado (4-6 metros), en el vivero se le haya formado correctamente, y se planten árboles rectos y sin ramas zigzagueantes. Las podas deben ser mínimas, ya que si se eliminan las ramas de otros años, se perderá la floración. Además la madera de Cercis compartimenta mal, generándose pudriciones en las heridas producidas por los cortes de poda. A los árboles de más edad, que producen pocas flores, se les puede dar una poda de recuperación.

Reproducción

Las semillas tienen latencia interna, su cubierta es impermeable y el embrión posee letargo interno, por lo que se recomiendan tratamientos pregerminativos: escarificación mecánica o sumergir las semillas en agua caliente durante 12-24 horas, y posterior estratificación durante 3 meses a 2-4ºC.

Etnobotánica

Este árbol fue introducido en Europa por los cruzados a través de Francia hacía el año 1200. Una leyenda cuenta que Judas se ahorco de una rama de Cercis, aunque en la Biblia se afirma que fue de una Higuera. La madera es de muy mala calidad. Las flores tienen un ligero sabor ácido, se comen en ensaladas, los brotes florales se pueden encurtir como las alcaparras.

Uso forestal o jardinero

Especie muy valorada en jardinería por su espectacular floración, por la forma y color de sus hojas y por la agradable sombra que

proyecta. Se usa en jardinería en alineaciones para calles estrechas o en paseos de parques y jardines, también para adornar pequeñas plazas. Por su impresionante floración se puede situar aislado o en pequeños grupos en una pradera de césped. Dejando que broten las ramas desde la base del árbol se forman setos altos. El árbol de amor no puede faltar en un jardín de estilo romántico.

Localización/ zona: Hay bastantes ejemplares de Cercis en el parque de la Alquería. Podemos observar varios pies en la pradera grande, rodeada de un seto de aligustre, que está frente de la estación del tren. También existen seis ejemplares en el camino que va de la entrada situada en la parte baja de la calle Esperanza al edificio municipal, donde se celebran las bodas civiles; justo a la derecha de esta puerta se puede observar un ejemplar mal podado (noviembre 2010): la poda ha consistido en un terciado, eliminando todas las ramas secundarias, por este motivo los próximos años tendrá una floración muy escasa. Este es un ejemplo de cómo no se debe podar el árbol del amor.